En el municipio de Riosucio, departamento de Caldas, por más que se busque no hay ningún río, sin embargo durante el pasado fin de semana confluyó todo un caudal de indígenas a la IV Asamblea Ordinaria de Autoridades Indígenas de Colombia (AICO), que se realizo en el Instituto Cultural Tumbabarreto, para discutir y concretar la posición política de AICO frente al Estado, la problemática de derechos humanos, conflicto armado, tratados internacionales, territorio, salud, educación, referendo y, materializar la realización del Primer Congreso de AICO.

En el evento se estableció una mesa coordinadora la cual estaba compuesta por autoridades tradicionales y líderes de las diez etnias indígenas que asistieron: Guambianos, Paeces o Nasa, Los Pastos, Awa, Qiyacingas, Ingas, Kamtsá, Pijaos, Yanaconas, Embera – Chamí, y la presencia del Senador Efrén Felix Tarapues Cuical y el representante a la Cámara, Lorenzo Almendra, ambos representantes del Movimiento AICO.

Estar en este evento era como vivir en otro país, con sus propias reglas de control, de convivencia y orden. Más de 500 indígenas, entre hombres y mujeres, que se hicieron presentes, tomaron posesión de los salones del Instituto Cultural para establecer sus dormitorios, se montaron las cocinas y una enfermería de medicina tradicional. Cada pueblo hablaba en su lengua tradicional y también en español, pero en muchas ocasiones necesité de una traductora para poder entender los que estaban diciendo. La seguridad estuvo a cargo de la Guardia Indígena regional, su coordinador, el Embera-Chami, Ernesto Guapacha dijo: “Bienvenidos hermanos de todos los pueblos asistentes a esta asamblea, la guardia indígena va a estar presente durante todo el evento, con el objetivo de ejercer un control para que todo marche bien, y les informo que para la entrada al recinto se harán las respectivas requisas, igualmente no se permitirá el ingreso de licores y para salir del recinto se debe solicitar autorización a la respectiva autoridad tradicional”. También hubo patrullas permanentes de la Policía y el Ejército que aseguraron el perímetro exterior.

Durante la instalación de la Asamblea se recordó a los diferentes líderes “caídos en la lucha” mediante un aplauso que agitó más de 2000 mil manos indígenas durante un largo minuto. Luego, bajo el imperdonable sol y con los ánimos bien prendidos, hablaron los Taitas, hablaron de los principios y filosofía del Movimiento de Autoridades Indígenas: “El movimiento de autoridades indígenas nació en la lucha, no como una fundación sino que nació recuperando lo que se había perdido, nació pensando donde estamos, nació en el seno de las comunidades y allí se manejaba una autonomía con economía y pensamiento propio. A partir de los últimos siglos los indígenas hemos perdido y esta pérdida nos ha llevado al sometimiento, pero no más” dijo Taita Emilio Condá.

Se dijo que AICO es un movimiento político y social. Político porque: “nuestra larga lucha de resistencia contra las continuas agresiones de que hemos sido y seguimos siendo objeto en todo sentido, nos ha enseñado que para enfrentar a nuestros agresores debemos construir un conjunto de ideas, conceptos, principios, instrumentos y formas prácticas de organización y de trabajo. Estas herramientas las hemos construido, las tenemos y las estamos desarrollando” dijo el líder indígena, Víctor Cuchillos. Y social porque: “son nuestros pueblos guiados por sus autoridades, los que conformamos el movimiento. Porque la política que tenemos recoge las aspiraciones más sentidas de nuestros pueblos en su lecha de resistencia contra la invasión, las agresiones, el aniquilamiento, la reducción y la integración a la sociedad mayoritaria”, puntualizó.

“Han pasado 510 años de resistencia de los pueblos indígenas frente a todo acontecimiento por quienes quieren que los indígenas no sigamos existiendo sobre nuestros espacios territoriales de origen. Quizá esa resistencia se encuentre en los troncos y raíces que aún siguen vivos los cuales nos permiten demostrar resistencia de nuestro ¨ser¨, y de nuestras diversidades étnicas y culturales y por eso estamos demostrando al mundo que estamos vivos y presentes en el tiempo y en el espacio” fueron las palabras de Taita Segundo Romelio Tarapués.

La base fundamental de la Asamblea era llegar a concretar la realización del Primer Congreso de AICO, con el objetivo de canalizar la problemática interna y externa que viven las comunidades indígenas: “ Problemas que no podemos resolver cada uno por nuestro lado y a la manera de cada cual, sino en forma colectiva, entre todos, porque el movimiento es de todos. Nosotros no tenemos dueños, ni patrones ¨indios¨, ¨mestizos¨, o ¨blancos¨. Por eso, los problemas que tenemos, debemos discutirlos entre todos y resolverlos entre todos”

Se tenía que resolver una serie de interrogantes acerca de la forma cómo se iría a realizar el Congreso, para esto la mesa coordinadora convocó a los pueblos presentes a discutir el cómo, el cuándo, la financiación y el lugar del evento, en comisiones que presentaron su balance y opiniones que fueron recogidas y socializadas.

Se concluyó entonces que el carácter de ese Primer Congreso es político y social, cuyos objetivos serían la reconstrucción del pensamiento propio y la reivindicación de los derechos y la resistencia indígena. De igual forma se plateó que las temáticas a desarrollar son: Modelo de Desarrollo Propio y Planes de Vida, Racionalización y evaluación de AICO en toda su existencia, Orientación política del movimiento, Política de organización de AICO, Política Nacional e internacional y sus implicaciones para los pueblos indígenas, Políticas de relación con los demás pueblos y, Reconstrucción y fortalecimiento de los derechos de los pueblos indígenas.

Estos grandes temas centrales serán apoyados con cinco ejes temáticos los cuales son:

1. Conflicto Social y Armado – Territorios de Paz y Guardia Indígena

2. Economía Propia ALCA

3. Educación Propia y Contratación

4. Plan Nacional de Desarrollo

5. Ordenamiento Territorial y Jurisdicción Especial

Cada uno de los ejes se discutieron en comisiones de trabajo durante todo el sábado, se estableció una posición, se generaron alternativas, propuestas, y las cinco mesas de trabajo socializaron las conclusiones, las cuales serán la base de discusión durante el Congreso Indígena.

Luego de discutir las ventajas y desventajas de los lugares propuestos para la realización del Congreso, como fueron Pasto, Popayán, Cali y Bogotá, se dijo que era mejor estar: “frente a la puerta de la casa, donde necesariamente lo tendrán que escuchar y abrir”, o sea en Bogotá. Se realizar durante la última semana de noviembre del presente año, y la financiación será gestionada a nivel nacional e internacional, además de contar con el apoyo y compromiso de los cabildos asistentes al evento, que colaborarán con la suma de un millón de pesos, otros se comprometieron a facilitar computadoras, impresoras o teléfonos, todo esto coordinado por una comisión política, social y ética de AICO.

Fueron tres días en los que el sol no descuidó ni un solo instante la presencia del movimiento indígena, al final todos estaban agotados, pero satisfechos, eso reflejaban sus rostros. El taita Lorenzo Almendra concluyó diciendo: “Este es un reinicio de un camino en donde nos habíamos sentado a descansar y de pronto estábamos mucho tiempo en el descanso y esos pensamientos que dieron origen a todas las luchas Indígenas desde donde ha de ser, no sabemos cuando los pueblos Indígenas existimos aquí pero eso es infinito reversando en el tiempo, hemos sido de acá, de aquí hemos nacido, aquí viviremos y aquí moriremos”

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