Los Kankuamo, son un grupo étnico que adelanta desde hace varios años un proceso de reconstrucción cultural. En Atánquez, una comunidad de este pueblo indígena, y en medio de toda la belleza de la Sierra Nevada de Santa Marta, nació Silsa Matilde Arias Martínez. Esta kankuama, se graduó en el 2003 de Comunicadora Social y Periodista con énfasis Comunitario de la Universidad Nacional Abierta y a Distancia (UNAD); fue avalada por el Instituto de Ciencias de la Comunicación, en 1996 como “Locutora de radio y televisión”; y ha participado en proyectos como la “Reconstrucción de la memoria cultural del pueblo indígena Kankuamo”, entre otros logros y estudios que ha realizado a lo largo de más de una década.

El 5 de agosto del 2004, después de algunos mensajes intimidantes, recibió una amenaza que definitivamente la obligó a salir de su tierra: “Si no se quita la manta, nosotros se la quitamos”, le dijeron, refiriéndose a su condición de indígena. En ese entonces trabajaba en la oficina de prensa de la alcaldía de Valledupar y su hijo menor tenía año y medio. El 7 de agosto, ya estaba en Bogotá y con maletas a cuesta empezó, junto a su esposo, su hija Alejandra y su hijo David, una nueva vida en la capital.

Desde aquel entonces no ha podido regresar a Atánquez, en donde aún vive su madre y algunos hermanos. Sin embargo, desde Bogotá, sigue trabajando por los indígenas, pues como quienes la hostigaban le dijeron, “Ella no va a dejar de ser india”. Actualmente es comunicadora de la Organización Nacional Indígena de Colombia (ONIC) y recientemente fue designada como representante de los pueblos indígenas en el Consejo Nacional de Medios Ciudadanos en el Ministerio de Cultura, y participa activamente en congresos de comunicación étnica en diferentes países de América Latina. Lo que pocos saben, es que esta mujer, tiene una vena literaria que junto con la malicia indígena le hicieron merecedora del “Premio Departamental de Literatura”, del Ministerio de Cultura en la modalidad cuento.

Sobre este y otros temas, Silsa habló con el equipo de redacción de Actualidad Étnica. Nos contó sobre los proyectos de su área, sus metas, sus quejas, pero sobre todo de sus sueños como profesional de comunicaciones de la ONIC.

¿Cómo funciona el área de comunicaciones en la ONIC?

Comunicaciones siempre ha estado en la ONIC, pero creo que no se ha construido un hilo conductor. Yo siempre hago un símil con la elaboración de una mochila: la mochila sería comunicación, pero el tejido siempre lo han dejado a la mitad; o llegó alguien y le hizo un dibujo, y a quien llegó no le gustó ese dibujo, lo desbarató e hizo otro. Entonces el proceso ha ido y venido, pero eso hace parte de todos los pasos que debe dar una organización

Yo pienso que la comunicación se debe enrumbar, y establecer unos lineamientos bien claros para que no continúe sucediendo que llega alguien, y deja atrás todo un legado. Nosotros encontramos una brecha enorme, porque no hubo un empalme con el organismo ejecutivo de la ONIC, prácticamente nos tocó empezar de cero, no había ni siquiera un directorio bien organizado.

Al detectar tantos errores, decidimos hacer un sondeo en el 2004, fue un evento que se realizó con la Asociación Latinoamericana para los Derechos Humanos (ALDHU), y a partir de ahí se retomó el pensar la comunicación como nacional, muchas regiones se reunieron para visualizar la problemática que nos compete a todos.

He encontrado algunos proyectos, pero desafortunadamente no ha habido alguien que los oriente. Luis Evelis Andrade ha sido de todos los ejecutivos, quien más dimensiona el valor de la comunicación. Por mi parte se que no tengo rango ejecutivo, y por eso hay temas en los que por más que quisiera incidir tengo que frenarme, pero es reconocer que es un proceso, y en año y medio que llevamos se ha avanzado. Me han dado libertad, yo hago lo mío y Luís Evelis dirige, y defiende mis propuestas en el ejecutivo.

¿Cuál es la herramienta comunicativa más poderosa de la ONIC?

Nosotros vemos la comunicación como un sistema articulado, no fraccionado, y el sistema no sólo son las emisoras indígenas que estamos articulando actualmente a nivel nacional, sino todo lo que tenemos, y que pueda dinamizar el proceso de comunicación.

En cuanto a comunicaciones debemos mirar qué tenemos y cómo debemos aprovecharlo, porque hemos trabajado en televisión, tenemos 24 emisoras indígenas, y un centro de producción, pero todavía están desarticuladas internamente.

Estamos tratando de retomar el espacio televisivo en Señal Colombia, pero no queremos meternos en tantas vaca locas sino tenemos todo el personal, por eso este año queremos sólo fortalecer las emisoras, y no abarcar tanto para no hacer nada.

El sistema de comunicaciones se fortalece a través de las emisoras, las cuales vamos a seguir tejiendo con los tres nodos: nodo Cauca, nodo Apartadó, la emisora de Córdoba en el sur y el nodo Guajira. Esta última vamos a tenerla en el norte y sur de la Guajira, y una en mi pueblo Atánquez, con eso cubrimos toda la Sierra.

En un mes el nodo del Cauca debe estar enlazado y compartiendo programación entre Payumat que le manda a Jambaló y a Toribio, y a la vez trabajando en Tierra Adentro y Totoro, y eso cubre una parte enorme, porque de Radio Libertad de Totoro, se retransmite al pueblo de Yanacona al sur; esas emisoras trabajan en enlace y pueden compartir programas. Para ellos hay un asesor técnico permanentemente, si necesitan la consulta ahí la tienen, y si lo necesitan directamente en el lugar ponen el transporte.

En cuanto a la Organización Indígena de Antioquia (OIA), tiene una emisora al sur, una al norte, y otra en Apartadó. A pesar de que la OIA es inmensa, Apartadó esta tan distante, que no logran articularse, la ONIC incide más en Apartadó que la OIA, porque no ha habido un enlace con las otras emisoras para unir toda Antioquia.

En Apartadó debemos invertir más, porque la conectividad de esa zona se debe manejar satelitalmente, por eso el dinero que invertimos en todo el departamento del Cauca, va a ser igual que el que invirtamos en Apartadó. Es necesario hacerlo en ese municipio porque como su nombre lo indica está bien apartado y hay muchos pueblos que confluyen en esa zona y que sus problemáticas no son visibilizadas por esto.

En cuanto a la programación de las emisoras, los temas corresponden a nuestra cosmogonía, al sentido de pertenencia por la tierra. Se hacen crónicas y programas con palabreros. Es rico escuchar a un palabrero que relata sus cuentos, ahí se cumple la comunicación en su esencia porque es de tu a tu. Cuando yo escucho una radio que esta trabajando entre los taitas, hablan su propia lengua, y tienen reportero en las diferentes regiones, contando que va a haber un encuentro o una minga, o que las mujeres hablan de lo suyo en su propia lengua, eso si es una comunicación efectiva.

El objetivo de la programación es que se responda a los planes de vida de la comunidad, que sean las voces del trabajo cotidiano de su pueblo. No se trata de imitar un mal formato de otras organizaciones y medios de comunicación, y en algunas zonas lo están haciendo, porque las programaciones no son pertinentes.

Un año y medio después podemos decir que el sistema de comunicaciones se ha fortalecido, tenemos ejecutivos que se apersonaron del papel de comunicación: vemos que en el Consejo Regional Indígena del Cauca (CRIC), el profesional en comunicación, ahora es un consejero en comunicación, porque antes no respetaban su profesión; en la Asociación de Cabildos Indígenas del Norte del Cauca (ACIN), una organización muy fortalecida políticamente, Jorge Arias que es el consejero del CRIC, esta empoderado del tema de comunicación. Las organizaciones fuertes y consolidadas han dimensionado que la comunicación es una herramienta política importante.

Actualmente ya no son los encargados de las emisoras quienes responden por comunicaciones, ahora el Cabildo Gobernador del Resguardo da la información, ellos son los responsables de la programación de la emisora, y deben entregar una información que sea pertinente.

¿Cómo capacitan a sus comunidades respecto a las herramientas de comunicación?

Tenemos la falencia de que la mayoría de la gente que se capacitó técnicamente para las emisoras ya no está en el proceso, hay una fuga de cerebros porque en ese entonces la ONIC no veía las emisoras como una herramienta, y no incentivaba a los muchachos, no los financiaban, ni los mandaban a eventos, ni los involucraban en el rol político. Hicimos un sondeo y sólo quedaron el 10% de las personas que se capacitaron.

Actualmente hay gente que esta aprendiendo haciendo, y por ellos diseñamos un Diplomado de Comunicación, que trabajamos en 3 ejes temáticos: uno de contexto, otro en investigación, y por último en producción. Una de las fortalezas que tenemos es que los indios hablamos mucho, pero se convierte en una dificultad a la hora de escribir. Por eso trabajamos en el primer módulo en el tema de escribir noticia.

Semanalmente los chicos tenían de tarea escribir una noticia de su comunidad, despertando en ellos la habilidad de contar e informar procesos de sus pueblos. Adecuamos un formato en la página Web, en el cual pueden subir sus noticias, eso también nos permitía que hicieran el ejercicio de utilizar el correo y de estar consultando, ya que ellos no tienen acceso permanente a este tipo de medios.

El 98% de las emisoras indígenas participaron en ese entonces en el diplomado, y solamente dos emisoras de Nariño no lo hicieron. Fue muy bonita la experiencia porque gente que no tenía plata para mandar un correo llamaba a la ONIC a dictar su nota, mandaban el disquete por correo, o enviaban sus trabajos por fax. Actualmente el 60% de la gente que participó, todavía esta conectada.

¿Cuál ha sido el apoyo del Ministerio de Comunicaciones en cuanto a las emisoras?

No se cuál fue la cantidad de plata que invirtieron en el programa “Comunidades” del Ministerio de Comunicaciones, con el recurso que había en ese programa, se decía que iba a cubrir como 60 o 50 emisoras, y nos entregaron 24.

Ese programa ha tenido manejo exclusivo del Ministerio de Comunicaciones, no hubo un contrato bipartidario, no hubo una junta indígena que velara por el contrato, se les dejó una autonomía total y por eso tenemos el resultado actual. Cuando en una emisora me dicen “es que el Ministerio nos regaló…”, ¡se me salen todos los indios!, porque nada fue regalado, fue el producto de una lucha enorme.

Las primeras 16 emisoras que fueron al suroccidente colombiano entraron con muchas deficiencias, por eso nosotros tenemos una pelea casada con el Ministerio. Ellos argumentan que nos han dado todas unas herramientas y que no hemos sabido aprovecharlas, pero nos dotaron de unas emisoras que tiene que ser autosostenibles, con una cobertura reducida, con unos equipos muy malos. Son unos equipos que vienen reciclables de otras partes, y estamos descubriendo que obraron con muy mala intención, pero también es culpa de nosotros, porque no les hicimos una veeduría.

La emisora de Tierradentro, esta muy mal porque el polo a tierra lo hicieron de un metal que no era, y cada vez que cae un rayo se queman los equipos. A la mayoría de las emisoras les ha tocado comprar todos sus equipos, porque los que les dieron hace 3 años no sirven. Ese es uno de los argumentos con el que vamos a instaurar un pleito porque en el municipio de Morales, esta pasando lo mismo, equipo que ponen equipo que se daña.

Por eso nosotros pensamos que indudablemente hubo irregularidades en las negociaciones de adquisición de esos equipos, pero también la responsabilidad es nuestra. El problema radicó en que no hubo un trabajo continuo. Por eso estamos esperando un informe de los programas “Comunidad”, que explique cuál ha sido el comportamiento del mismo. Dentro de poco vamos a mandar un derecho de petición porque debemos agotar las instancias.

Enfocados en la conectividad

Nosotros estamos convencidos que una emisora sin Internet esta coja, entonces le propusimos al Ministerio el Proyecto de Conectividad, ellos en el programa Compartel, sólo incluyen conectividad para instituciones educativas, entonces les “cogimos la caña” y propusimos que nos garantizaran que el colegio mas cercano a las emisoras contara con Internet, por supuesto que no le ponen banda ancha a ninguno, eso es lo que no le dicen a Colombia, sólo que ese programa es exitoso porque tiene computadores, pero no dicen qué clase de computadores llegan. En algunos sitios no hay Internet, vas al Ministerio de Comunicaciones y preguntas cuál es la cobertura de conectividad y ni siquiera tienen el estudio, pero nosotros detectamos que maquiavélicamente no nos permiten trabajar en red, pero al ejército se lo permiten a todas sus anchas.

En el pueblo Totoro del Cauca, sólo tienen 2 computadores Compartel, cuando llega un joven tratando de mirar si pasó a la Universidad Nacional, tratando de llegar hasta el link le toma 2 o 3 días porque se bloquea. Yo no creo que el Estado tenga que darnos todo, y más con un Estado que tiene en su agenda oculta propiciar un extermino, yo estoy convencida que en la medida que vivan menos indios eso es garantía para el gobierno.

El año pasado intentamos comunicarnos con ellos y nos dijeron que querían hacer un encuentro para detectar las falencias, y nosotros no queremos eso porque ya las sabemos, nosotros queremos invertir, hacer un trabajo directo con cada emisora, porque cada una tiene sus dinámicas y sus problemas, debemos empezar a trabajar de lleno con las organizaciones.

Al proyecto de conectividad, porque ninguna emisora tenia acceso a Internet a excepción de Radio Payumat y Guambía Estéreo en Silvia. Al Estado eso poco le interesaba, entonces le presentamos ese proyecto, nosotros somos concientes que no va a ser a corto plazo, por eso conseguimos un recurso, y presentamos pruebas pilotos.

Si el tejido de comunicación del Cauca ya estaba muy preparado en el cuento de conectividad a Internet, y ya estaba accediendo a la información y tenía su página de Internet, entonces sólo nos faltaba entrar a fortalecer el nodo del Cauca del norte y centro. También estamos ayudando al nodo de Radio Payumat, los ayudamos con un computador exclusivo para Internet y pasamos el telecentro para su sede.

En Tierra Adentro la emisora de Belalcázar es clave, porque es en el centro del Cauca. Actualmente esta emisora tiene Internet, les suministramos un equipo y parte del cableado, ellos también aportaron y van a seguir siendo sostenibles porque se comprometieron a pagar las cuotas que deben pagar.

Nosotros vamos a los pueblos y les ayudamos: por ejemplo, fuimos a Totoro, donde yo incidí políticamente. Primero miramos si hay voluntad en las regiones, si es así, le echo el cuento a la dirigencia y se les manda un técnico para que instale Internet. Descubrimos que en la Alcaldía de ese pueblo había banda ancha, servicio para los de arriba y para el pueblo nada, entonces hablamos con el Secretario de Gobierno y con el Alcalde y conseguimos 120 metros de cable y un aparato, todo eso no se pasaba de 500mil pesos para que ellos tuvieran conectividad.

Metas de el área de comunicaciones de la ONIC

Actualmente en comunicaciones estamos trabajando porcas personas: tenemos un técnico, una asistente, el encargado de la emisora virtual, y un muchacho que esta realizando sus pasantías en el archivo fotográfico, entonces estamos manejando todo con 4 personas.

Sueño que este año ya tengamos 5 páginas insertadas en el portal, la programación de las emisoras las van a montar en las páginas porque cada comunidad ha conseguido sus técnicos, el equipo esta trabajando en el centro de documentación y conseguimos un convenio con la biblioteca Luís Ángel Arango para implementar una red del centro de documentación.

Para el convenio con la biblioteca nos van a dar una capacitación, vienen 10 personas que representan todas las regiones, más 2 de Bogotá. Y lo otro que tenemos pendiente es el auditorio, el cual servirá para tener una exposición fotográfica permanente, entonces estamos volando con los poquitos recursos que tenemos.

Por espacio y también por tiempo, a la altura de esta pregunta, hicimos una pausa para ir almorzar. Porque la entrevista que se inició a las nueve de la mañana, aún continuaba y ya eran más de la una de la tarde. Silsa, no para de hablar y pasa de un tema a otro, con la misma facilidad que viaja entre sus recuerdos de Atánquez y sus sueños futuros, como volver a sentir el aire de la Sierra y poder disfrutarlo en libertad.

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