Frente a la masacre que le quitó la vida a doce indígenas Awá, Éder Burgos, vocero de esta comunidad, señaló recientemente a los medios de comunicación que hay serios indicios que podrían involucrar al ejército colombiano como responsable de los hechos. Este argumento se da después de la detención de Jairo Miguel Paí, indígena señalado por las autoridades como presunto autor.

Este vocero agregó que la captura de Jairo Miguel se hizo efectiva por el delito de extorsión, el mismo que fue expulsado de la comunidad por sus nexos con grupos paramilitares. Por eso, agrega, es evidente el interés de la policía por encontrar culpables sin importar quién sea.

Frente a estos hechos, Gabriel Bisbicús, presidente de la Unipa, expresa su desacuerdo. No reconoce a Jairo Miguel Paí como responsable de la masacre que le quitó la vida a Sixta Tulia García, la única testigo de la muerte de su esposo, ejecutado extrajudicialmente por el Ejército. Esta situación es más diciente para argumentar los hechos violentos que llevaron a lo sucedido el 26 de agosto en Tumaco, Nariño .

El comunicado expresó la evidente intención de desviar el foco de la realidad con dicha captura y minimizar la fuerza de la denuncia señalada frente a la posible responsabilidad del Ejército.

"Se percibe el objetivo de exterminar el pueblo Awá por fuerzas oscuras con la complicidad de órganos de seguridad del Estado", dijo Bisbicús, mientras la Fiscalía sigue su investigación.

Hasta el momento lo que se conoce es que las armas utilizadas fueron de calibre nueve milímetros.

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