El próximo 22de marzo se celebra el día internacional del agua, una fecha que con el paso de los años tomará mayor relevancia, cuando el consumo masivo de los recursos naturas e hídricos lleven a la humanidad al borde una crisis. Actualidad Étnica presenta un documento resumen de la investigación adelantada por CENSANT AGUA VIVA, donde se actualiza la visión social sobre el agua en el contexto de las nuevas políticas mundiales, y la multiplicidad de conflictos que expresan la crisis del recurso hídrico, con el fin de aportar al desarrollo del proceso planteado desde unas bases coherentes.

En un informe presentado por Javier Marín Rodríguez de la fundación CENSAT AGUA VIVA, titulado: “Hacia dónde corre el agua en Colombia?”, se hace un exhaustivo análisis sobre una futura, pero no tan lejana, guerra del agua, su incidencia e impacto en Colombia, los movimientos ecologistas mundiales y su lucha por racionalizar el consumo, detener la contaminación e impedir la privatización de tan preciado recurso.

El tema del agua es tan importante para la humanidad que la Asamblea General de las Naciones Unidas declaró al 2003 como el año Mundial del Agua, que será conmemorado, de aquí en adelante, cada 22 de marzo.

"El acceso garantizado y suficiente al agua dulce segura, es un requisito fundamental para la supervivencia, bienestar y desarrollo económico de toda la humanidad. Sin embargo, continuamos actuando como si el agua dulce fuera un recurso abundante y perpetuo. No lo es. El agua dulce es preciosa: no podemos vivir sin ella. Es irremplazable: no hay substitutos para ella. Y es sensible: la actividad humana tiene un profundo impacto en la cantidad y calidad del agua fresca disponible. Depende de nosotros cuánta se utilice en una región determinada y qué tipo de usos se le dé”, fue el mensaje del Secretario General de las Naciones Unidas, Kofi Annan, en ocasión del Día Mundial del Agua.

Rodríguez nos cuenta en su informe cómo el panorama mundial, en la última década, pasó de lamentar uno de los problemas más sobre-diagnosticados del planeta, como lo es el hambre, y se enfocó en una de las problemáticas que hará más dramático el presente y futuro de los pueblos y del planeta: la sed!.

Los países “Desarrollados” se están quedando sin este codiciado líquido, y por eso la futura guerra por el agua. Pero mientras tanto, en el último siglo: “se han perdido más del 50% de los humedales del mundo. De las 3.500 especies en extinción, el 25% son peces y anfibios (IUCN, 2000)... Casi 1.100 millones de personas en todo el mundo no tienen acceso a agua potable, mientras 4.000 millones carecen de saneamiento. Mas de siete millones de niños y niñas mueren cada año por enfermedades relacionadas con falta de agua limpia. Y en América Latina y el Caribe apenas el 13% de las aguas residuales recibe algún tipo de tratamiento (ONU, 2002)”.

Sobre Colombia, Rodríguez dice que debido a los constantes desbordamientos de los ríos Cauca y Magdalena se han desplazado millones de personas, pero que el factor económico, el hambre y la violencia los ha obligado a trasladarse a la cresta de las cordilleras –en donde el agua es más escasa- ocupando los nacimientos de los ríos.

¡Pero es que llevan más diez años advirtiéndonos sobre el problema!. Eso es lo que han hecho importantes organizaciones dedicadas a la investigación y medio ambiente, como el Worldwatch Institute, el World Resource Institute, Friends of the Eatrh, Blue Planet Project o el Programa de las Naciones Unidas sobre Medio Ambiente, que dicen que si el consumo de agua sigue incrementándose al ritmo actual, los resultados serán devastadores para la naturaleza y sus habitantes. “El uso del agua es mas crítico que el de la energía, disponemos de fuentes alternas de energía, pero con el agua no hay otra elección” (Odum, citado por Tyler).

Las estrategias de los que tienen la plata

En esta investigación que realizó Marín Rodríguez se habla de que, debido a las constantes alarmas que se han hecho alrededor de el agotamiento de las fuentes hídricas, se han generado nuevas estrategias que se trazan desde los distintos escenarios de la “multilateralidad” (entiéndase como Banco Interamericano de Desarrollo, BID; Banco Mundial, BM; ALCA; la Organización Mundial del Comercio, OMC, y algunas otras filiales, además de las multinacionales) donde se hace énfasis en la comercialización como una alternativa: “se ha ido proyectando el negocio del agua y con él la conversión de diversas empresas transnacionales hacia la mercantilización de esa riqueza hídrica”

Según el informe, las diez más grandes corporaciones posesionadas hoy en el negocio de la sed acondicionaron sus capitales para este negocio desde 1998 y 99, “la mayoría provenientes de la construcción megainfraestructuras y algunas de la explotación petrolera”. Es el caso de la Suez Lyonnaise des Eaux (Filial de Ondeo) y Vivendi S.A. (o Generales des Eaux), con acciones en empresas hidrográficas en más de 120 países: “regulan el agua para cerca de 100 millones de personas u cerca de 100 mil clientes industriales” (Bardow, 2001).

En el caso de América del Sur: “las empresas hidrográficas extranjeras están proyectando la adquisición de sistemas hidrográficos integrales que pretenden guardarse en la manga para desarrollo futuro” (Bardow). La Suez Lyonnaise y Vivendi controlan servicios de agua en Colombia, México, Chile, Uruguay, Argentina, Venezuela y Brasil (Proal, Costa Rica).

¡Controlar el agua es el negocio!, y así lo ratificó la última Cumbre de la Tierra realizada en Johannesburgo donde, además de reconocer el diagnóstico de la crisis hídrica del planeta en el informe central titulado “No Water, No Future” y del llamado Water Dome, se concluyó validando también la matriz de su privatización y comercialización, como el mejor camino para financiar programas de desarrollo sustentable.

Se asegura en este informe que de igual forma las Naciones Unidas han entregado el aval y la responsabilidad de garantizar el equilibrio humano y ambiental del planeta a las iniciativas privadas: “ como el acuerdo Global Compact (Un pacto propuesto por Kofy Annan y que permite a empresas como Nike o Shell que usen el logo de las NU a cambio de compromisos en los derechos humanos. De este pacto hace parte la Suez Lyonnaise) y los Códigos de Conducta relativos a los compromisos de las Sociedades Transnacionales en los Derechos Humanos, o los resultados de las cumbres sobre el Financiamiento del Desarrollo en Monterrey y de la Alimentación en Roma, durante este año”.

Colombia es un país privilegiado en recursos naturales, hídricos, energéticos, biodiversamente incomparable, lo malo es que esos recursos se los llevan las multinacionales: “La experiencia de la “abundancia” en recursos naturales nos puede indicar un pronóstico acerca del futuro del agua frente a la sed de las corporaciones transnacionales y el sistema de comercio mundial que está en implantación”. Sin embargo, el informa asegura que estos recursos se están viendo afectados por la degradación de las cuencas hidrográficas, como efecto de la megaexplotación minera, energética y turística, de los modelos agrícolas implantados con la globalización económica, del elevado crecimiento de las zonas urbanas de los bajos niveles de tratamiento de las aguas residuales y de los abusos en general del aprovechamiento del agua.

Las represas, hidroeléctricas y la contaminación alteran el ciclo normal del agua, se disminuyen las lluvias, las sequías se expanden y los más perjudicados son los pueblos que viven de los ríos, de la pesca, como lo son las comunidades indígenas y afrocolombianas, cuyos resguardos y territorios colectivos se ubican, en su mayoría, a la orilla de los ríos. Esto ha causado que estas culturas se vean obligadas a buscar nuevas formas de subsistir, perdiendo sus costumbres, tradiciones, y haciendo más vulnerable su existencia.

Según el Ministerio de Desarrollo cerca del 12% de la población está afectada por índices de escasez y de continuar las tendencias actuales en el mal uso del recurso, para el 2016 un 38% de los colombianos que habitan las regiones de mayor concentración urbana carecerían en algún grado del presido líquido.

“En la década del 90, en el marco de los ajustes estructurales impuestos por el FMI hacia la liberalización económica, se produce en el país una reforma sustancial en la política de agua potable y saneamiento básico a través de la promulgación en 1994 de la Ley 142 de servicios Públicos Domiciliarios (agua, energía, gas y comunicaciones) en donde se consagra la “libertad de empresa” (artículo 10) como uno de sus fundamentos. Comienza así un proceso de privatización que contempló inicialmente la coexistencia de tres tipos de entidades: las oficiales, las privadas y las mixtas (a. 17), todas ellas con carácter de empresa y regidas por el derecho privado (a. 32). La ley contempló garantías a la inversión privada de orden tributario (a. 86) y de contratación, en la modalidad de concesiones para el uso del agua y otros bienes (a. 39), tanto para el ámbito nacional como internacional de sus actividades (a. 23).”

El autor concluye que se debe comprender que el agua constituye el límite de la sustentabilidad y que es un fenómeno único e indivisible, por lo tanto: “Cualquier respuesta efectiva a cualquier problema local o sectorial en el campo de los sistemas hídricos, debe partir de una conciencia integral sobre la naturaleza del agua, de su ciclo hidrológico y de sus funciones vitales”.

Dos posiciones se debaten claramente en el mundo ante la crisis del agua, su agotamiento y degradación: “privatización y comercialización del agua o un patrimonio humano y natural de dominio público, global y local”.Aquí se asegura que las estrategias planteadas por las Instituciones Financieras Internacionales sobre el manejo integrado de los recursos hídricos, son compatibles con los objetivos del sistema mundial de comercio impulsado desde la OMC y legitimados en los escenarios de las Naciones Unidas. “Los ejes de aplicación se viabilizan en el manejo de la deuda externa, los ajustes estructurales, los acuerdos regionales y bilaterales de comercio, la parnertización o corporativización de las relaciones internacionales y la remilitarización de las sociedades, especialmente aquellas poseedoras de amplios recursos naturales, - sobretodo agua, en el orden de intereses actuales”.

De igual forma asegura que la problemática del agua en nuestro país ha sido asumida de una manera dispersa por los distintos sectores sociales. “Los indígenas y las comunidades negras, cada uno desde su visión cultural y enfrentando en especial las hidroeléctricas o el transporte fluvial; los campesinos con sus problemas por la concentración de la tierra y el recurso hídrico en la agroindustria y la ganadería; los usuarios y trabajadores del sector con respuestas aisladas a los efectos negativos de la privatización de las empresas de acueducto y alcantarillado; los ambientalistas desarrollando iniciativas en torno a problemáticas puntuales, - contaminación, deforestación, transferencias de cuencas, etc. -, en las que se logran articular sin embargo diversos sectores sociales; y los académicos y congresistas librando debates en sus escenarios también de una manera aislada”

La solución que se plantea, además visualizar la necesidad de concretar la labor de investigación-debate-acción que involucre los distintos sectores ligados a la problemática del agua, buscando el compromiso conjunto para generar una propuesta ambiental y socialmente sustentable en el manejo de los ecosistemas hídricos, a nivel nacional e internacional, es tomar plena conciencia del valor incalculable que tiene el agua, como generadora y conservadora de la vida, y se ve necesario retomar los planteamientos dewl proyecto canadiense Planeta Azul: “reestructurar estilos de vida y sociedades con el fin de impedir que la superficie de la tierra se deshidrate, convivir con los sistemas acuáticos y la vida en su derredor y renunciar a la comodidad de que podemos abusar del agua porque la tecnología y el dinero lo resuelve todo. Un planeta sin agua no tiene solución próxima,... necesitaría otros 4.500 millones de años para reconstruirse!.

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