Hoy más que nunca se hace vigente el tema del agua, especialmente en Colombia, en donde según informes del Instituto de Hidrología y Estudios Ambientales (Ideam), para el año 2025, se tendrá 20 veces menos agua potable que hoy. Precisamente el acceso al vital líquido fue uno de los temas del pasado Foro Mundial del Agua, el cual genero controversia entre ecologistas y defensores del derecho al agua. Nuestro corresponsal en México, Eduardo Sandoval, nos presenta un completo informe sobre las reacciones al polémico Foro, que se llevó a cabo en México en el mes de marzo.

El derecho al agua es posible

Por Eduardo Sandoval, corresponsal en México[1]

El día miércoles 22 de marzo de 2006 se realizó en la ciudad de México la gran marcha contra el Foro Mundial del Agua, con la participación de las mujeres indígenas mazahuas, organizaciones campesinas, estudiantes, maestros, organizaciones indígenas, ambientalistas, obreros, ONG´s, y organizaciones defensoras del agua. Los manifestantes salieron del monumento del Ángel de la Independencia, ubicado en la avenida Reforma, una de las principales de la ciudad, y se de desplazaron durante tres horas hasta llegar al centro de Convenciones donde sesionaba el foro oficial del agua.

Impresionante fue el dispositivo de seguridad que el gobierno implantó: miles de policías uniformados y de civil, calles cerradas, mamparas de protección metálicas, cientos de patrullas, equipos de emergencia y radiocomunicaciones.

Toda la parafernalia de los cuerpos represivos se dispuso a mantener el orden, frente a unos manifestantes que vinieron de diversos Estados de la República y que de manera alegre y festiva marcharon con sus pancartas, póster, indumentarias y cartelones. Los pacíficos indígenas, obreros, estudiantes, campesinos, mujeres, niños y ancianos, desfilaron por las céntricas avenidas del Distrito Federal, coreando consignas entonadas a manera de cantos, prevaleciendo el Zapata vive, la lucha sigue. Otros gritos, cantos, coros y decires fueron: Fox entiende, el agua no se vende; agua sí, coca no (en referencia al refresco embotellado), el agua es vida y se defiende con la vida.

El derecho al agua es posible es el lema que acordaron los participantes de más de 40 países que estuvieron presentes en el foro alternativo con el propósito de luchar en todos los países y regiones contra la privatización del agua y hacer del líquido un bien para todos y un derecho humano. La red que se pretende conformar, busca impedir que los gobiernos y las trasnacionales conviertan al agua en mercancía, y contra ello se propone que el agua sea excluida de tratados comerciales, negociaciones, acuerdos internacionales, megaproyectos y usufructuó de plantas embotelladoras de refrescos (coca cola, pepsi cola, etc.).

En las jornadas del Foro Internacional por la Defensa del Agua se enfatizó en la dimensión cultural, cosmogónica, sagrada y étnica de los distintos grupos indígenas frente al agua, que hacen parte de su vida y legado de sus ancestros. Diversas fueron las ceremonias al agua, danzas, música, talleres, videos, platicas, conferencias, paneles, denuncias, documentales, fotografías, performance, mítines y encuentros interreligiosos en torno a la defensa del agua realizados en el foro alternativo.

En ese contexto, fue significativa la presencia y participación del Tribunal Latinoamericano del agua, que procedió a escuchar demandas del movimiento de mujeres indígenas mazahuas del Estado de México, resolviendo:

“Declarar que es inviable el trasvase de agua hacia ciudad de México, desde otras cuencas, como una solución para atender los problemas de abastecimiento, por cuanto vulnera los derechos originales del pueblo mazahua en el control del territorio y sus recursos naturales y atenta contra su cultura”. El Tribunal recomienda “Que se protejan sus sitios arqueológicos y se frene la expansión de la frontera agrícola en las áreas forestales, con el fin de proteger las zonas de alta importancia hidrológica y ecológico”.

El derecho al agua es posible reiteraron los activistas, siempre y cuando sea a través de mecanismos democráticos de participación, con manejo sustentable y distribución con equidad. Pero ello también sólo es posible con la organización, la unión y la lucha conjunta que tiene que librar la población mundial contra los gobiernos que se disponen a feriar el recurso del agua a las trasnacionales que sin más objetivo que el lucro, aplican el modelo depredador contra el vital liquido y contra el medio ambiente en general, siendo los primeros afectados y de manera directa los pueblos indígenas. Por lo pronto en el país azteca se constituyó la Coalición de Organizaciones Mexicanas por el Derecho al Agua para exigirla como un derecho humano en México. En hora buena, El derecho al agua es posible, mientras Zapata viva y la lucha siga.



[1] Eduardo Andrés Sandoval Forero es Antropólogo y profesor-investigador de la Universidad Autónoma del Estado de México.

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