La indígena Arhuaca Ati Quigua, adelantó hoy un debate de control político en Concejo capitalino, lugar en donde alertó tanto a sus compañeros como a la administración Distrital sobre la situación en que se encuentran los recursos hídricos de la ciudad.

Según el estudio realizado por la cabildante Quigua, “Bogotá fue desarrollada sobre la red hídrica propia de la sabana, lo que le ocasionó la pérdida de más del 80 % de sus cuerpos de agua. Sin embargo, hoy no hemos aprendido, pues, quien más contamina en la ciudad es el sector doméstico, que le vierte a sus aguas, en sólidos suspendidos el 95.32 % y en demanda bioquímica de oxigeno el 87% de la contaminación total, lo que significa que la perdida del recurso día a día será mayor dado el crecimiento demográfico y económico de la capital”.

Igualmente, indicó que: “para entender la magnitud del problema, a Bogotá le ingresan casi 40 millones de metros cúbicos de agua mensualmente, los que son consumidos y usados en actividades de producción y labores domesticas, esto en el caso de los sectores doméstico e industrial, para posteriormente verter al sistema de alcantarillado y consecuentemente a los ríos de la ciudad, casi 25 millones de metros cúbicos mensuales de agua residual, que afectan drásticamente el equilibrio natural de los cuerpos de agua”.

De otro lado, manifestó que el índice de presión (demanda/oferta) es muy alto, lo que quiere decir que la ciudad no garantiza el suministro de agua potable para su abastecimiento; debido a que sus principales fuentes hídricas (Tunjuelo, Fucha, Salitre y río Bogotá), presentan baja disponibilidad del recurso, no en cantidad sino en calidad del agua. Además, las reservas de aguas subterráneas son explotadas por grandes empresas que ha exagerados bajos costos, suplen su demanda agotando las recargas acuíferas presentes en Distrito.

Desarticulación institucional

Para la indígena, otro problema que se suma a la contaminación hídrica, es el modelo de gestión ambiental implementado por la administración para la ciudad, que ha permitido fraccionar el concepto de manejo integral, asignando funciones sobre el recurso hídrico en diferentes entidades, situación que no permite gestionar de manera articulada los componentes del ciclo del agua urbano.

Ati Quigua, citó como ejemplo al DAMA, autoridad ambiental de la ciudad, quien en su plan de acción para el presente año en materia hídrica, posee una serie de proyectos que apuntan de manera exclusiva al control de la contaminación, con una inversión de casi 1.260 millones de pesos, evidenciando claramente que la administración del recurso no es un tema centralizado y enfocado al manejo integral del agua.

Propuestas

Al finalizar su debate, la concejala indígena propuso a sus colegas dar prioridad a la recuperación del sistema hídrico de la ciudad; articular y armonizar la gestión interinstitucional de entidades como: DAMA; EAAB, UESP, Jardín Botánico y Secretaria de Salud; enmarcar la gestión ambiental entorno a los componentes del ciclo del agua; expedir una política programática sobre el manejo integral del recurso hídrico y adoptar el Estatuto del Agua para la Bogotá.

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