A sus cincuenta años, Leonor Zalabata, una líder indígena del pueblo Arhuaco de la Sierra Nevada de Santa Marta, noroccidente colombiano, mantiene viva la esperanza de que algún día la dramática situación de estas comunidades tradicionales va a cambiar.

 

Con esta convicción corriéndole por las venas, inició su labor social y política en su comunidad, a los 16 años. En su paso por la Universidad de Antioquia fue auxiliar de odontología social. Con este conocimiento, en 1977 impulsó la creación y formación de Pioneros en Salud Indígenas de su pueblo.

 

De ahí, en adelante, su carrera política se intensificó aún más. Fue delegada en la Mesa de Trabajo de la Constituyente de 1991, en este periodo, intervino en la Comisión de Ordenamiento Territorial y fue comisionada para la Mesa Permanente de Concertación con los Pueblos Indígenas. Participó en la creación del Foro Permanente para las Cuestiones Indígenas de la ONU, que vio la luz el 28 de julio de 2000. En la actualidad hace seguimiento a cuatro grupos de trabajo sobre conocimiento tradicional del Foro. Es asesora de la Confederación Indígena Tairona y trabaja hombro a hombro con la Organización Indígena Arhuaco.

 

“La felicidad más grande que siento es el poder ayudar a mi pueblo, y mantener nuestras tradiciones ancestrales y culturales”.

 

Y este conocimiento se lo ha transmitido a lo largo de todos estos años a sus cinco hijos, dos mujeres, tres hombres, que en compañía de su compañero Arhuaco, han criado en el seno de su pueblo y de tradiciones relacionadas con el cuidado de la naturaleza, el entorno y la cultura propia.

 

Actualidad Étnica conversó con Leonor sobre las mujeres indígenas, su rol, su papel, su compromiso como madres, esposas y compañeras de lucha; sobre derecho indígenas, políticas de gobierno, conflicto armado, participación política y tratados de libre comercio, en el marco de la actual negociación con Estados Unidos. Ella habló de resistencia milenaria, de unidad y solidaridad; de igualdad y cero impunidad, pero también de justicia y respeto para con un pueblo diezmado y arrinconado por intereses políticos, económicos y territoriales. 

       

Desde la promulgación en 1991 de la Constitución Política Colombiana, ¿en qué ha cambiado el papel y rol de la mujer indígena en lo organizativo, lo social, lo político y lo económico, dentro y fuera de sus comunidades? 

 

Estoy convencida que las Normas legales establecidas en el Estado Colombiano no son nuestras leyes propias -son parámetros de aproximación en la relación con un sistema político administrativo diferente al nuestro-, porque en la práctica no pueden mantener el Espíritu vivo de los sentimientos y los intereses indígenas, pero sí podrían ayudar a fortalecer los principios, los derechos fundamentales, y los intereses colectivos de los pueblos y en muchos casos podrían ayudar a resolver las necesidades básicas de los pueblos indígenas.

 

Pero esta no es política de Estado, ni ha existido voluntad política para la implementación y desarrollo de esas Normas Constitucionales que son Objeto de manipulación y modificación de los intereses político administrativos. Y que son utilizadas en el contexto Internacional para demostrar el avance Democrático del gobierno de turno, como ejemplo, apartes del texto que leyera la Misión ante la ONU en Ginebra, intervención de la embajadora de Colombia Sra Clemencia Forero Ucros en el Grupo de trabajo sobre las poblaciones indígenas en Julio de 2004.

 

 

 

 

“Por el momento, Señor Presidente, quisiéramos, en primer lugar, subrayar la importancia que el Estado y el Gobierno Colombiano le otorgan al tema de la protección y defensa de los derechos de las comunidades indígenas, conformadas, en nuestro caso, por 785,356 habitantes, del total  de los 42 millones habitantes con que cuenta el país, comunidades que se encuentran distribuidas en 82 pueblos”  Párrafo 5 “Existen, en todo caso, importantes avances constitucionales de más de una década, los cuales colocan al país a la vanguardia en el reconocimiento de la Diversidad Cultural y Étnica” (...) “Señor presidente, nos limitaremos a informar que existen en nuestro país 746 resguardos (globo de terreno baldío entregado a una comunidad) legalmente constituidos, un total de 31.3 millones de hectáreas tituladas a su favor, equivalente al 27% del territorio Nacional, y que solo un 13% de la población indígena vive en territorios sin titular como resguardo.” El gobierno desarrolla varias acciones en su beneficio y numerosas medidas de protección han sido adoptadas, concertadas con los beneficiarios, teniendo en consideración las particularidades y especificidades de sus culturas “.

 

Como Mujer, como indígena, como Arhuaca, el cambio, era que a cinco años de la constitución política de Colombia fuimos protagonistas de la toma de la Conferencia Episcopal de Colombia, porque a esa fecha teníamos más de 265 indígenas asesinados en la Impunidad, y que la situación de las Mujeres indígenas Viudas y Niños indígenas Huérfanos, era denigrante; incluso desplazadas, acorraladas por el terror de los actores armados, sin una salida política clara de protección verdadera , reparación y justicia por parte de los diferentes Gobiernos, y no existen correctivos respetuosos en donde se reconozca la dignidad de nuestros Pueblos indígenas. Hemos cambiado porque sabemos que solo la unidad, la solidaridad, nuestros mecanismos propios culturales nos salvaran y que al final lo único que nos viene garantizando la permanencia es la Resistencia Firme, pacífica y permanente de nuestros Pueblos indígenas.

 

¿Cuál es la situación actual de la mujer indígena, y cómo han afrontado problemas tales como el desplazamiento del ámbito rural al urbano, la violencia y muerte generados por el conflicto armado?

 

Nuestras características culturales nos hacen sujetos de profundas capacidades universales que nos permite evolucionar, cambiar, proyectar y adaptarnos ante las circunstancias de naturalidad o agresión, manteniendo el reconocimiento de nuestra condición indígena.

 

 

Las Mujeres Indígenas sufrimos el rigor de la discriminación social por ser indígena, por ser pobre, por ser Mujer y en el caso del conflicto, por ser Viuda o desplazada. En medio del rechazo, de la sociedad que atónita desconfiada e insegura, observan en las ciudades como aumentan los cordones de pobreza, destechados, sin señales de solución ni garantías para recuperar sus condiciones Humanas; indígenas, y no indígenas, el problema es que no es la prioridad en las políticas del gobierno resolver y evitar el desplazamiento. Primero y por encima de todos los derechos está aplicar la seguridad democrática, ¿de quién?. ¿Cómo concebimos que hay seguridad democrática si no hay seguridad para los componentes de una sociedad a la que se pertenece?.

 

No ha sido la Pasividad lo que ha caracterizado a los pueblos indígenas, en este conflicto armado que no nos pertenece; en muchos casos los desplazamientos son internos en nuestro propios territorios, en donde resisten con la solidaridad de las mismas comunidades, y en muchos casos las familias indígenas o mujeres indígenas viudas, desplazadas, sobreviven en el tumulto de los desplazados de todo el país. En medio de las circunstancias sufriendo el rigor del abandono del Estado Colombiano, sin garantías de educación para los niños, sin salud pública garantizada por el Gobierno, sin un techo en donde permanecer y vivir ni mucho menos la alimentación básica, contribuyendo a aumentar la malnutrición, foco de complejos problemas de salud física y psíquica. No existe una política de protección colectiva a los pueblos indígenas mucho menos a los desplazados a pesar de ser individual, y lo que es más grave una Política para EVITAR el desplazamiento de los Territorios, ahí se refleja la complicidad y la conveniencia de esta situación.

 

Ningún desplazado, ni nosotros los indígenas Mujeres o hombres hemos encontrado la solución que dignifique las personas sino se tienen el respeto por sus valores humanos y se garanticen su Honra , Bienes, Vida, Libertad y Dignidad, si se mantiene por fuera de sus costumbres y prácticas, de su territorio, de sus creencias, de su cultura y de su entorno colectivo.

 

¿Cuáles son los retos que se plantea la mujer indígena frente a la problemática que afrontan las comunidades, duramente golpeadas en sus derechos humanos?.

 

Las Mujeres indígenas de Colombia, no hemos descansado de reproducir nuestros valores culturales indígenas de nuestros Pueblos en tiempos comprensivos y en tiempos perversos. La caracterización en la problemática de los Derechos Humanos la Mujer indígena y los Jóvenes indígenas son y siguen siendo la garantía y la Esperanza de la continuidad y la fortaleza del movimiento político indígena.

 

 

El reto de los Pueblos indígenas y de la Mujer Indígena es elevar su dinamismo silencioso y efectivo a la esfera Política y Pública, su experiencia de Resistencia aportaría soluciones concretas a la solución del conflicto, manteniendo el protagonismo de la Mujer indígena para las soluciones concretas a necesidades reales y proyectadas a mantener resueltas muchas de las condiciones insatisfechas sufridas en nuestros pueblos, especialmente realizado por las Mujeres indígenas. Sobretodo en el desarrollo de los derechos económicos sociales y culturales para DIGNIFICAR NUESTROS PUEBLOS INDÍGENAS.

 

¿Qué posición tiene frente al actuales negociaciones de un tratado de libre comercio entre Colombia y Estados Unidos, teniendo en cuenta que se negocia también la patente del conocimiento cultural y natural (biodiversidad) de nuestro país?.

 

Entendiendo que una de las mayores luchas de los Pueblos indígenas desde épocas inmemoriales son y han sido siempre la diversidad y el derecho a ser reconocido como diferentes, hoy la globalización afianza su poder en la OMC, el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional, como fuerza organizada en el sistema capitalista que emerge bajo intereses de los Estados: que impulsan sus economías sin ningún norte, que no colocan en el debate el trabajo por la paz y el desarrollo de los derechos humanos -que en otras cuestiones significa la igualdad de las condiciones Humanas, económicas, sociales, culturales, políticas, ambientales etc-, y que los poderes económicos reconozcan que un desarrollo estable significa aceptar un foco concentrado de pobres que son humanos con derechos económicos sociales y culturales, colectivos y ambientales en nuestro caso de los Pueblos indígenas. Y debe considerar el componente Ético, que defina y centre al factor humano en cada uno de los contextos del desarrollo.

 

 

Los TLC, como consolidación de los intereses económicos, hacen posible enriquecer y mantener a más largo tiempo la fortaleza del enriquecimiento para unos y el empobrecimiento para otros, a costa de nuevas formas de invasión y colonización, a través de la economía que solo es posible para quienes han mantenido el monopolio de las tecnologías. En nuestros tiempos los Indígenas somos importantes para contribuir a la Humanidad con nuestros Conocimientos tradicionales en la Conservación del medio ambiente, pero los indígenas no somos  importantes, LES INTERESA los Recursos Naturales de los Territorios indígenas y los Conocimientos tradicionales, porque según los cálculos científicos somos pueblos en extinción y es importante inmortalizar las células humanas, vegetales y animales y su sabiduría

 

Reglamentan dentro del sistema de las Naciones Unidas, en el convenio de Diversidad Biológica, el acceso a los Recursos Genéticos, a los conocimientos tradicionales, además del Reparto equitativo de los beneficios, en donde hay serios adelantos de los grupos de trabajo para las temáticas respectivas, al igual en materia de Derechos Humanos un grupo de trabajo para la Declaración de los derechos de los Pueblos indígenas del Mundo, que terminó este año 2004 el decenio de los Pueblos indígenas, y que solo fue posible aprobar dos artículos entre ellos diciendo que Los hombres y las Mujeres indígenas son iguales. Pero el mayor obstáculo están en las discusiones de Territorios y Recursos Naturales y el Derecho a la Autodeterminación.

 

Nuestros recursos Naturales, hacen parte de la identidad de los Pueblos Indígenas, nuestras células humanas son patrimonio de un Pueblo, los Conocimientos tradicionales son herencias ancestrales que se trasmiten de generación en generación, que se reproducen en un medio especifico, los Territorios indígenas; las personas indígenas somos sujetos de derechos colectivos, sin embargo, en 1996 fueron saqueadas las células humanas por parte de médicos genetistas y científicos en brigadas de salud protegidos  por universidades privadas y publicas de Colombia y otros países Latinoamericanos; que accedieron al material genético humano de 36 pueblos indígenas de Colombia sin el consentimiento informado previo de los Pueblos indígenas, en donde no existió la ética profesional, y fueron depositados en el instituto Nacional de salud de Estados Unidos en Washington, en donde los científicos expresaban que ellos nunca se interesaban por saber cómo ni de dónde venía el material genético, solamente se dedicaban al estudio del material.

 

Mientras la OMPI mantenga como único sistema de protección de los conocimientos la Propiedad Intelectual, que protege la propiedad individual, las Patentes, como las marcas, el derecho de autor, etc, y no la colectiva, y que la propuesta de Conservación la pretendan garantizar con Bancos de germoplasma, Banco de Datos de los conocimientos tradicionales consideraría una forma de acabar con nuestras culturas e identidades, porque necesitamos anidarlas para que crezcan, se desarrollen y evolucionen en su lugar apropiado como han sido los territorios, los pueblos indígenas en medio ambiente apropiado, como ha sido hasta ahora. Son intereses, y agendas del ministerio de comercio exterior, cancillería, Ministerio del Interior, y el ministerio de Medio Ambiente fusionado con estas políticas y la dirección de ETNIAS como con la representación a nombre de los indígenas en el Mundo como va con el ALCA y el TLC. ¿Quienes serán los dueños de las líneas celulares indígenas; somos los verdaderos dueños, o son quienes las poseen manipulándola científicamente?. ¿Hasta dónde llegará la libertad de los científicos en nombre de la Humanidad y el comercio de la tecnología, oprimiendo intimidades de las culturas, autorizadas por nuestras condiciones de Pobreza y sabiendo que solo algunos podrán acceder a los servicios de esas investigaciones, en un mundo injusto inequitativo y corrupto?.

 

Los investigadores se aplican ahora el estudio de miles de miles de genes contenidos en el ADN que constituyen tanto la memoria biológica de nuestra especie como fundamento de la Medicina del futuro. “Cuando conozcamos sus funciones, podremos obtener nuevos medicamentos y nuevas formas de terapia génicas y celulares. Estas perspectivas revolucionan estas estrategias de la industria farmacéutica y suscita polémicas éticas y comerciales. El Nuevo dorado para los inversores ”posgenéticos”, nuestros propios genes representan hoy una fuente potencial de sustanciosos beneficios para quienes lo han descifrado”. Guerras del siglo XXI, Ignacio Ramonet.

 

El país que más contamina el medio ambiente no firma la cumbre de la Tierra en Río de Janeiro, y el país más democrático no ratifica el convenio de los Niños, referente del avanzado desarrollo de la Humanidad, Estados Unidos.

 

Solo la información, la resistencia y la conciencia de los valores de nuestros pueblos en nuestros territorios, podremos hablar de valores negociables e innegociables. En donde el tratado de Libre Comercio entiendo es la legalización de los intereses económicos con perspectivas desiguales, y la oportunidad de competitividad gratuita.

 

El posicionamiento del conflicto armado interno en Colombia, no es ajeno a estos intereses de desplazamientos, crímenes, masacres, persecución, señalamientos, exiliación de muchos Colombianos, el desarrollo de los derechos indígenas y sociales del país, y las políticas para EVITAR el desplazamiento

 

¿Cuál es su posición frente al actual diálogo que sostiene el gobierno y las autodefensas armadas?

 

No podemos prescindir de la memoria histórica de injusticias sociales, crímenes, masacres, despojos culturales, territoriales, discriminación racial, imposición política y económica que deben ser resueltas para encontrar la respuesta a la Paz. Mientras sean estas circunstancias las que rodeen una mesa tan importante de Diálogo, porque es la única salida pero no de cualquier manera, en mi condición de Indígena, dedicada por  muchos años a este honradísimo diversión por los Pueblos Indígenas y en este caso por mi pueblo Ika (Arhuaco). No concebiríamos que El Estado Colombiano y en este caso el Gobierno Nacional, no nos garantizara que no habrá Impunidad para nuestros compañeros, hermanos, familiares asesinados. Que las áreas del territorio Ancestral ocupadas por la fuerza de la violencia serán devueltas a sus propios dueños, que fueron desplazados por la muerte o por salvarse fueron obligados a abandonarlas y hoy son los despreciados desplazados del país. No es rencor, esto no es posible en un Mundo justo, y solo Olvidar y Perdonar, no es Estable, cuando no sabemos como se planea y se visiona la Verdad, la Justicia, y la reparación, cuando no hay Participación y comunicación mucho menos concertación del Gobierno con los Pueblos indígenas, para el Consentimiento fundamentado previo e informado del Proceso, en estos asuntos que hemos sido gravemente afectados, a pesar de la normatividad internacional ratificada por Colombia referente a Pueblos indígenas. No se trata de confrontar a los actores Armados, es competencia del gobierno Colombiano garantizar La paz, la Vida, Honra de los Colombianos, pero dentro de una Democracia real, sería un mínimo escuchar las propuestas indígenas por parte del Gobierno Colombiano en aras de construir una salida política al conflicto Armado.

 

El conflicto armado ha incidido en los procesos de los Pueblos indígenas, en lo político, económico, social y cultural, y esto históricamente no ha sido resuelto por el Estado Colombiano. La ratificación de Colombia del convenio 169 de la OIT, y el Reconocimiento constitucional de 1991 tampoco se desarrolla ni se implementa, y con el riesgo de que nuestros derechos constitucionales puedan ser modificados como se viene haciendo en la actualidad con los derechos de otros, como el de Medio ambiente, y un ejemplo fue modificar las leyes de parques Naturales para hacer represas o embalses. Como se puede entender que cuando un presidente toma juramento público dice que respetará la Constitución y cuando están mandando tenga el Poder para modificarlas.  

*Redactor Actualidad Étnica.

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