Ayer 4 de abril, la Organización de Naciones Unidas, mediante la oficina del Alto Comisionado para los Refugiados (ACNUR), advirtió que la guerra civil en Colombia pone en peligro la supervivencia de los pueblos indígenas, lo cual podría llevarlos a la extinción, según informó la Agencia France Press (AFP), desde Ginebra. Por esta grave alerta, Philippe Lavanchy, director para América de la ACNUR, llegó a Colombia ayer, para verificar la situación de los indígenas, y viajó al departamento de Chocó, donde el pueblo Wuonaan huye del conflicto armado.

 

William Spindler, portavoz del Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados ACNUR afirmó ayer, que la Agencia teme una "emergencia humanitaria", ya que la violencia está destruyendo las formas de vida tradicionales de algunas de las comunidades aborígenes más antiguas y pequeñas del mundo. "Todas las comunidades indígenas tienen vínculos muy estrechos con su tierra ancestral, de la cual depende su supervivencia", dijo Spindler a los periodistas en Ginebra.

 

Según la comunicación, dada por la ONU, el delegado, que viaja junto a Roberto Meier, representante de ACNUR en Colombia, llegó a Bogotá para sostener conversaciones con representantes del gobierno y verificar las actividades de la agencia de la ONU en Colombia, esta visita no es fortuita, ya que en días pasados, las comunidades afectadas,  organizaciones indígenas y autoridades locales, levantaron su voz para pedir ayuda  al gobierno de Colombia y a la comunidad internacional.

 

La visita de Lavanchy coincide con las declaraciones de William Spindler, quien había advertido una eventual "emergencia humanitaria" en las comunidades indígenas, "ACNUR ha manifestado repetidas veces su preocupación por la crisis humanitaria que el conflicto colombiano genera en los pueblos indígenas", aseguró la ONU. Spindler también comunicó a la AFP, que durante los últimos años, los grupos indígenas colombianos han sido blanco de grupos armados que se han apoderado de gran parte de sus tierras.

 

Se tiene previsto, que Lavanchy visite los municipios de Istmina y Andagoya, donde se encuentra el problema que debe resolverse con mayor emergencia, por la situación del pueblo Wuonaan, y sumado a la visita, el delegado se encontrará con pobladores y autoridades locales para tratar la situación de los nativos, así lo afirmó en un comunicado de prensa la ACNUR.

 

Una emergencia que no es reciente

 

La situación en el Choco es alarmante ya que más de 1.700 mujeres indígenas escaparon de su territorio tradicional, después del asesinato de dos líderes indígenas la semana pasada: el profesor indígena Arcelio Peña Guático en la comunidad de Unión Wounaan municipio del Medio San Juan, y al día siguiente del líder indígena John Jairo Osorio Piraza, cuando  iba al funeral del profesor indígena, a quien el mismo grupo armado lo hizo desembarcar  en el sitio conocido como comunidad negra de Doidó municipio de Istmina y  a las once de la noche fue asesinado.  Estos hechos han creado pánico en el sector, y se teme que se produzcan más asesinatos pues otros líderes han recibido amenazas, lo que ha generado el masivo desplazamiento.

 

Según informó la ONU, otros 1.100 residentes de cuatro comunidades ribereñas han abandonado sus territorios y se han refugiado en la Unión Wounaan, el mayor poblado de ese grupo indígena. “Los desplazados Wounaan quieren ahora ir río abajo hasta el pueblo de Istmina, pero temen ser nuevamente atacados mientras huyen ya que el único camino posible es a través de la jungla porque no poseen suficientes botes para hacer el viaje” aseguró la ACNUR.

 

Por otra parte, en la zona sureste, en el departamento de Guaviare, 77 indígenas Nukak Makú, llegaron al pueblo de San José del Guaviare la semana pasada. Últimamente, los Nukak también han sido blanco de grupos armados irregulares que han tomado gran parte de su territorio. “El  ACNUR se comprometió también a trabajar estrechamente con las asociaciones de indígenas para ayudar a los Nukak a defender sus derechos”, afirmó la ONU

 

Los últimos nómadas verdes, son cada vez menos. En 1985 sumaban aproximadamente 1200 personas; en menos de 20 años se han reducido a menos de 500.  La etnia Nukak Makú es la única comunidad indígena nómada que existe en Colombia, pero por efecto del conflicto armado interno y el contacto con colonos, está en riesgo de desaparecer. El grupo Nukak,  fue desconocido por el mundo exterior hasta 1988 y desde entonces han sido diezmados por las enfermedades.

 

La problemática con los Nukak y con la mayoría de pueblos indígenas colombianos no es nueva, desde años atrás se viene denunciando por este medio el asesinato de sus miembros; en diciembre de 2005, los Nukak ya se habían visto forzados a abandonar sus territorios, debido a  la guerra de las drogas,  los cultivadores de coca, las guerrillas de izquierdas, los paramilitares de derechas y el ejército colombiano que han ocupado sus tierras, y por esto los indígenas se han visto involucrados en el conflicto y sumado a esto la malaria y la gripe ya han devastado a la población Nukak Makú.
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