“No todo ha sido negativo en el gobierno de Uribe. Vemos cómo una sola persona y en cuatro años nos ha llevado con tal celeridad al borde del abismo que estamos tan solo a una ventisca de caer en las profundidades. ¿Cuántos Samper, Pastranas, Barcos, Turbays?, ¿cuántos otros de esa estirpe hubiésemos necesitados para llegar a este momento de aguda crisis en el que las fronteras de la paciencia están a punto de cruzarse? La izquierda nunca antes estará tan cerca del poder como con la reelección de Álvaro Uribe Vélez”, nos dice el Cabildo Cerro Tijeras, desde Santander de Quilichao, a propósito del segundo período de Uribe como presidente de los colombianos. En la sección voces étnicas, un espacio para la expresión de los pueblos indígenas.

Porque tenemos prisa, vamos despacio

Santander de Quilichao, Junio 2 de 2006

No todo ha sido negativo en el gobierno de Uribe. Vemos cómo una sola persona y en cuatro años nos ha llevado con tal celeridad al borde del abismo que estamos tan solo a una ventisca de caer en las profundidades. ¿Cuántos Samper, Pastranas, Barcos, Turbays?, ¿cuántos otros de esa estirpe hubiésemos necesitados para llegar a este momento de aguda crisis en el que las fronteras de la paciencia están a punto de cruzarse? La izquierda nunca antes estará tan cerca del poder como con la reelección de Álvaro Uribe Vélez.

Sin embargo el precio que debemos pagar será mucho más alto que la cuota hasta ahora sacrificada por los diferentes sectores sociales y populares del país: si el paramilitarismo fue visto como un "mal menor" frente a los atropellos de la guerrilla, ahora, la violencia estatal respaldada en las urnas será vista como un "mal necesario" (tan solo recordemos lo que pasó días atrás en el Sitio de Asamblea Permanente La María-Piendamó para saber a qué atenernos en cuanto a violencia estatal). Vendrán días duros, noches en vela durmiendo sobre el barro, vendrán severas represiones y se agudizará el desplazamiento de nuestras comunidades, todo lo cual nos indica que estamos transitando el camino correcto y que nuestras acciones efectivamente atentan contra esa institucionalidad que carcome los cimientos del pueblo colombiano. No somos inocuos y por eso nos reprimen.

Nuestra tarea consiste en seguir acercándonos al pueblo, a esas inmensas mayorías que se abstuvieron de votar y que debemos hacerlas partícipes del imaginario de sociedad que desde el movimiento indígena estamos tejiendo. Con manos de mujer Nasa, afrocolombiana, campesina, estudiante, sindicalista. Las mayorías no fueron a las urnas, las mayorías se encuentran a la retaguardia esperando el día indicado para levantarse y hacer temblar los cimientos de una sociedad frágil y manipulable.

La hora se acerca, el día está próximo: preparemos los bordones de mando, alistemos las ideas, levantemos los puños al aire, afinemos la voz, entonemos los cánticos, maduremos el pensamiento, alimentemos la humildad, sumemos fortalezas. El día está cerca y debemos prepararnos para no incurrir en el más grande de todos los errores que el proyecto burgués encarna y del cual Uribe es su actual punta de lanza: la arrogancia. Fuimos casi tres millones de personas que el pasado veintiocho de mayo le dijimos al país: ¡nunca más sin nosotros!. Que no se quede un solo niño en las casas, ni las mujeres en el hogar, ni los abuelos en el pasado, ni los hombres en su machismo, ni los maestros en el tablero, ni los médicos en las fórmulas, ni los filósofos en sus letras. Que no se quede uno solo con los brazos abajo. El día se acerca y debemos estar dispuestos a luchar por lo que nos fue hurtado.

No perdimos. No ganamos. Ni lo uno ni lo otro porque no peleamos con ese fin. Peleamos por nuestra libertad que ni se gana ni se pierde: LA LIBERTAD SE MERECE.

CABILDO CERRO TIJERAS

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