Los jóvenes turistas lo usan como una especie de prenda irreverente y esa, tal vez, es la clave de su éxito. Por lo pronto, el año pasado, su exportación sumó más de 370 mil dólares. ¿Qué tienen en común John Galliano, la más reciente publicidad de Inca Kola y Puno? Respuesta: El chullo. El modisto francés convirtió esta prenda indígena en la pieza más fashion de las pasarelas europeas durante el 2003, Inca Kola la está usando como símbolo del ingenio peruano y Puno es la región en la que existe una mayor variedad de chullos.

 

Tomado del Comercio, 03-07-06

 

El Chullo en la cabeza del mundo

 

A la moda. Los visitantes extranjeros son los primeros en usar chullos, apenas pisan territorio nacional. (Foto: Juan Ponce)

 

Especial 'lock' con raíces andinas

 

Los jóvenes turistas lo usan como una especie de prenda irreverente y esa, tal vez, es la clave de su éxito. Por lo pronto, el año pasado, su exportación sumó más de 370 mil dólares.

 

¿Qué tienen en común John Galliano, la más reciente publicidad de Inca Kola y Puno?

 

Respuesta: El chullo. El modisto francés convirtió esta prenda indígena en la pieza más fashion de las pasarelas europeas durante el 2003, Inca Kola la está usando como símbolo del ingenio peruano y Puno es la región en la que existe una mayor variedad de chullos.

 

Según indagaciones de Rolando Colquehuanca, un difusor de la cultura aimara, se estima que en esta región hay al menos, treinta modelos de chullos, provenientes de distintas comunidades indígenas; aunque los más populares entre los turistas nacionales y extranjeros son los de Ccota, Taquile, San Antonio de Putina, Santiago de Pupuja, Amantaní y Huancané.

 

De acuerdo con Colquehuanca, la demanda de esta original prenda ha aumentado entre los turistas desde este año, gracias a su aparición en comerciales y al uso de motivos indígenas en la moda. "En los últimos meses hemos visto que hay un mayor interés por el chullo entre los turistas, pero no solo es por la moda, sino también porque nos protege del frío puneño", comenta.

 

No le falta razón a esta percepción. Según la Asociación de Exportadores (ÁDEX), la exportación del chullo en los primeros cinco meses del año se ha incrementado en un 38% en comparación con el 2005. Hasta mayo de este año los ingresos por la exportación de esta prenda sumaron US$64.000 cuando en el 2005, durante el mismo período, alcanzaron los US$46.000.

 

Se estima que al finalizar el 2006 también se logre un incremento sustancial en los ingresos por venta de chullos al exterior, pues ya en el 2005 se sumó US$372.000, que representó un 44% más que en el 2004, cuando el monto ascendió a US$258.000. En lo que va del año, el chullo ha sido exportado a 25 países, señala ÁDEX. México es el principal demandante de esta pieza indígena, seguido de cerca por Francia, Italia, Chile, Estados Unidos y Argentina. En todos estos países la demanda de chullos se da principalmente porque aportan un look irreverente entre los jóvenes, sus principales compradores, y porque son abrigadores.

 

Aunque también, según Colquehuanca, a los compradores extranjeros les llama la atención el uso de tejidos y símbolos que hacen particulares estas prendas, pues permiten conocer la historia e idiosincrasia de cada comunidad que las confecciona. Por ejemplo, los chullos de San Antonio de Putina se caracterizan por el uso de letras góticas y colores suaves; mientras que los de Amantaní exhiben siempre colores fuertes y flores de cantuta. También sirven para dar a conocer el estado civil de quien utiliza dicha prenda, como es el caso de los chullos que usan las mujeres solteras y sin compromiso de Santa Rosa de Yanaque. Se caracterizan por su apariencia alargada, en forma de cono y con bordados de lana en su extremo superior.

 

Algunos chullos han sido estilizados con colores menos estridentes y modelos más pequeños para el uso de los turistas, que los lucen sin reparos en las ciudades del sur del país. Se pueden conseguir desde S/.8 hasta S/.100, aunque hay verdaderas reliquias, que son mucho más costosas por su antigüedad.

 

Debido a la actual demanda del chullo --explica Colquehuanca-- se está incentivando entre las comunidades a que solo usen la lana de alpaca y de oveja en la elaboración, pues algunos confeccionistas citadinos han promovido entre los artesanos el uso de material sintético, que termina por desmerecer la prenda. Además --comenta-- se busca que a través de la venta de la misma se promueva la historia de cada comunidad que confecciona su chullo.

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