En el día internacional de los pueblos indígenas, diversos organismos internacionales presentaron un balance sobre la problemática de los DDHH de los indígenas en Colombia y las acciones que están adelantando en su favor. El diagnóstico no es muy positivo para el país ni para las comunidades indígenas, pero el llamado de las instituciones es a continuar con la lucha en defensa de los pueblos indígenas colombianos para evitar su desaparición.

En Colombia, a partir de la constitución de 1991 se reconoció jurídica y políticamente la autonomía y protección a la diversidad de las comunidades étnicas, pero las calles y los rostros de estas personas muestran una realidad opuesta, llena de dolor, muerte, sufrimiento y desplazamiento de sus lugares sagrados. En el marco de la rueda de prensa ofrecida por la Organización Indígena de Colombia (ONIC), esta organización entregó un informe de violación de DDHH y el DIH.

Las cifras registradas de enero a junio, presentan una dimensión considerable, desde la condición de los pueblos indígenas de minorías, entre los factores de violación reportados a la institución, están los casos de amenazas en 10.818; desplazamientos en 5731; ataques a bienes civiles en 33219, señalamientos en 136532; desaparición forzada en 28; detención arbitraria en 279; heridos en 75; secuestros en 12; homicidios en 32; entre otros variables del conflicto. La responsabilidad según el registro de la organización, en un 92% es del estado, un 2% de las guerrillas, 2% de la AUC y el 1% conjuntamente entre fuerza pública y guerrillas.

El secretario General de las Naciones Unidas, Kofi Annan, manifestó que la fecha conmemorativa, es una oportunidad para constatar los desafíos que enfrentan las comunidades indígenas. Aún queda mucho por hacer para mitigar la pobreza que padecen los pueblos indígenas; y para salvaguardarlos de la discriminación que hace, que se den historias como las muchas niñas indígenas que tienen que abandonar la escuela.

La Directora (E) de la Oficina en Colombia del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Liliana Valiña, y desde la Unión Europea, la Comisaria, Benita Ferrero-Waldner, señalaron la importancia de uno de los primeros actos del nuevo Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, creado en abril de 2006, la adopción de la Declaración Universal de los derechos de las poblaciones indígenas, que se venía debatiendo desde 1995.

La norma, aún debe someterse al examen de la Asamblea General de la ONU, pero la decisión, implica un reconocimiento internacional a la autonomía de los pueblos indígenas, es un intento contundente, por comprender de una forma más cercana las vidas y la cosmovisión que les distingue como étnicidad universal.

El Alto Comisionado para la Naciones Unidas de los Refugiados, ACNUR, reportó que 1.700 indígenas Awa fueron obligados a salir de Nariño por enfrentamientos entre la fuerza pública y un grupos armado irregular; 1500 indígenas Wounaan huyeron de sus tierras ancestrales del Choco tras el asesinato de unos de sus líderes más representativos, los resguardos Embera que están atrapados entre los grupos armados irregulares en la zona del Darién y el Urabá, tanto antioqueño como chocoano.

Otros pueblos en situación de bloqueos y presión permanente de los grupos armados, son los Barí, en Norte de Santander; los Nasa, los Quechua, Cofanes y Siona que habitan en el Putumayo, la grave situación humanitaria de los pueblos de la Sierra Nevada de Santa Marta (Arhuaco, Kakuamo, Wiwa y Kogui) y el caso especial de los Nukak Makú, un grupo nómada que vivía de la caza y la recolección en el Guaviare, que tuvo que dejar su idiosincrasia por culpa del conflicto. Esta organización afirma que la situación como se han venido advirtiendo los últimos años, está poniendo en peligro no sólo la preservación de las tradiciones, sino la existencia de algunos de los pueblos, especialmente los pequeños.

Así mismo, la Organización Internacional para las Migraciones, OIM, presentó su balance en los programas de ayuda a las poblaciones indígenas en el marco de la atención a desplazados y grupos vulnerables, atención a niños, niñas y jóvenes desvinculados de los grupos armados ilegales y el programa de fortalecimiento de la paz en Colombia. Aproximadamente, 24.000 personas, han sido atendidas en los departamentos del Choco, Putumayo, Cauca y Cesar, entre los programas que se destacan están, la atención integral a las comunidades indígenas en la Sierra Nevada de Santa Marta, un proyecto localizado en el centro integral de convivencia indígena de Valledupar.

La PNUD ratificó, desde un ángulo positivo, que Colombia es el tercer país más “megadiverso” del mundo: “La diversidad de los ecosistemas permitió igualmente el desarrollo de una gran variedad de culturas indígenas que históricamente modelaron los paisajes como legado cultural y económico del actual territorio colombiano”.

En general, coincidieron en reafirmar que Colombia es un territorio lleno de privilegios, pues sus recursos humanos, demográficos y etnoculturales, hacen al país acreedor de una riqueza inigualable, por eso mismo, reiteran su compromiso e invitación para seguir luchando por el respeto a la autonomía y forma de vida de los pueblos indígenas nacionales, pues las cifras presentadas no deben seguir elevándose de manera desenfrenada.

Además, cada institución desde su campo de acción, y en conjunto, exigieron al gobierno la adopción de medidas claras para contrarrestar los horrores del conflicto, así lo expresó la ONIC en su lema para conmemorar la fecha, “La resistencia guía nuestros pasos… no más palabras vacías, cañones ni fusiles”.

Gracias a la oportunidad de celebración, manifestaron sentirse en la obligación de honrar a los pueblos indígenas en todo el planeta, rendir homenaje a sus tradiciones y conocimientos, reconocer la contribución fundamental que han hecho a las diferentes culturas en el mundo y a la conservación del planeta, que la mejor herramienta para hacerlo es luchar por el respeto colectivo a la autonomía de sus identidades.

En América Latina

En Latinoamérica la Coordinadora Andina de Organizaciones Indígenas (CAOI), a través de un comunicado a la opinión pública, hizo un llamado a los Estados para que se adopten políticas nacionales y mecanismos en la protección, reconocimiento y respeto pleno a los derechos indígenas; a los pueblos indígenas para solidarizarse en contra de todas las formas de exclusión y a fortalecer las luchas; y a la comunidad en general para solidificar las alianzas en la construcción de Estados Plurinacionales con sociedades interculturales.

De igual forma, la Asociación Interétnica de Desarrollo de la Selva Peruana (AIDESEP) pidió al Estados fronterizos una mirada de respeto, defensa y compromiso con la comunidad de indígena de la selva del Amazonas, pues manifiestan preocupación por la falta de garantías para su pueblo indígena y solicitan al pueblo internacional no olvidarlos.

Las declaraciones son diversas pero coinciden en afirmar que el mundo, los estados y las instituciones necesitan dejar las palabras de un lado y ser efectivos con los hechos para rescatar y mantener la etnocultura que hace de los países y de Colombia, lugares auténticos.

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