El CRIC presenta su voz de protesta frente al trato que los indígenas han sufrido históricamente, aclara cuál es el objetivo sobre el que se proyecta la organización, defensa legítima de los derechos fundamentales de los pueblos indígenas del CAUCA, y solicitan justicia plena para los proceso de Alcibíades Escue y Shirley Patricia Albor Cárdenas, quienes cuentan con el respaldo y confianza de la misma institución.

Por Consejo Regional Indígena del Cauca CRIC

El Consejo Regional Indígena del Cauca –CRIC nació hace 35 años, con el fin de de defender los derechos fundamentales de los pueblos indígenas del Cauca y con la clara misión de impulsar formas alternativas de desarrollo que aseguren la pervivencia con dignidad de nuestros pueblos.

Históricamente, hemos sido, como todos los indígenas de Colombia sometidos a políticas de represión y exterminio frente a los cuales hemos levantado como bandera un proyecto de RESISTENCIA, basado en los principios de UNIDAD, TIERRA, CULTURA, como camino para reconstruir nuestra AUTONOMIA.

Reclamamos AUTONOMIA frente a las partes en conflicto. Esa autonomía nos ha llevado a rechazar enérgicamente las iniciativas estatales que buscan nuestro involucramiento en el conflicto armado, y a exigir a guerrillas y paramilitares respeto a nuestros territorios y a nuestra identidad como pueblos indígenas.

No participamos en el conflicto armado bajo ninguna forma. No colaboramos ni apoyamos a ninguna de las Partes en el conflicto bélico, pero exigimos de ellas el pleno respeto a nuestra capacidad para ejercer el derecho a la autodeterminación.

En el marco de nuestro libre desarrollo, hemos impulsado proyectos para garantizar los derechos a la pervivencia como pueblos, a la vida, a la salud, a la educación, a la vivienda, y en general, para que la DIGNIDAD sea el sol que nos alumbre y para que no impere la oscuridad propia de la ignorancia y el sometimiento.

La RESISTENCIA a modelos económicos y a sistemas de salud contrarios a nuestras necesidades y a nuestra diversidad cultural, nos llevó crear la ASOCIACIÓN INDÍGENA DEL CAUCA –AIC, como un modelo alternativo para implementar nuestro propio sistema de salud como pueblos indígenas. Esta maravillosa experiencia, prontamente fue acogida por otras poblaciones indígenas de Colombia, con los mejores resultados.

La AIC, tiene una dirección colectiva, espacio donde se toman las decisiones trascendentales de esta empresa comunitaria de todas las autoridades indígenas del Cauca.

Su contabilidad se maneja a través de una fiduciaria, y cuenta con otros mecanismos internos que garantizan el manejo más transparente de sus recursos. El representante legal, es un simple ejecutor de las políticas trazadas desde la dirección colectiva, y no tiene ninguna posibilidad de tomar decisiones unilaterales y contrarias a nuestra misión

institucional.

El compañero ALCIBIADES ESCUE, fue designado como representante legal de la AIC, por ser una persona que recoge en su sabiduría el proceso indígena, por ser depositario de nuestra más absoluta confianza y ser orientador de nuestros sueños y utopías.

EL CRIC, rechaza el enjuiciamiento a que está siendo sometido ALCIBIADES ESCUE y la médica SHIRLEY ALBOR, destacada y honesta trabajadora de la AIC.

La desafortunada y nefasta decisión de enviarlos a juicio la tomó la Fiscalía Delegada ante el Tribunal Superior, a pesar de que durante la investigación, la Fiscalía de primera instancia reconoció siempre su amenidad en los hechos investigados. Se les acusa de haber incurrido en un delito, para ellos éticamente de IMPOSIBLE comisión. Los principios de la AIC, y los altos valores que distinguen a ALCIBIADES y a SHIRLEY, hacen impensable que por sus mentes, siquiera hubiere pasado fugaz la idea de dirigir recursos a las arcas del paramilitarismo, o de acudir a la compra de plazas para la AIC.

Semejante acusación ha herido la dignidad de los pueblos indígenas del Cauca. El CRIC, confía en la justicia colombiana. Y esta justicia está representada por el Señor Juez, de quien estamos seguros, actuará con independencia, imparcialidad y la más absoluta transparencia para bien de nuestra organización indígena, de la credibilidad y prestigio de la justicia, y de toda la sociedad colombiana.

Conserjería mayor CRIC. Popayán, agosto 9 de 2006

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