Bogotá. 16/09/2006. A partir del 20 de septiembre los jefes de gobierno y Estado, cancilleres y ministros, se reúnen en New York para dar inicio a la LXI Asamblea General de las Naciones Unidas, que se celebra cada año durante dos semanas consecutivas. En este perìodo de sesiones existen diversos intereses alrededor de las decisiones que de allí puedan surgir y es especial, la población indígena latinoamericana está a la espera de la ratificación de la Declaración de los Derechos Humanos de los Pueblos Indígenas, aprobada el 29 de junio del presente año en Ginebra (Suiza), por el Consejo de Derechos Humanos (CDH). En su momento, el consenso fue de treinta votos a favor, doce abstenciones y dos votos en contra; pero después de veinte años de negociaciones la Declaración cobró fuerza en la promulgación y entra a una etapa importante.

La Declaración confiere a los pueblos indígenas el derecho a la libre determinación; a dar su consentimiento a la explotación de los recursos naturales de sus tierras; a poseer un control representativo sobre sus vidas y a preservar su identidad cultural; a vivir sin discriminación y sin la amenaza del genocidio; y a tener acceso a las tierras y los recursos esenciales para su bienestar.

El presidente de México, Vicente Fox y su homologo de Bolivia, Evo Morales realizan gestiones individuales de campaña para la consecución de los votos necesarios y así alcanzar la aprobación, por tanto la aplicación universal de la misma. Por su parte el gobierno de Chile, mantiene en silencio su intención.

De igual forma, las comunidades indígenas alrededor de Latinoamérica han expresado su sentimiento de preocupación y hacen un llamado a las comisiones de los diferentes países para que les apoyen en su proceso de lucha y reivindicación como cultura ancestral. americanos.

En Bolivia, los pueblos originarios expresaron, “invitamos a los representantes de Estado a aprobar la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, para que sea promulgada, se efectivicen en la normatividad nacional y se reflejen en las políticas públicas de todos los Estados”.

Por el contrario, en Chile las comunidades han manifestado su intranquilidad frente a la posición del gobierno de Bachelet: “Los Pueblos Indígenas declaramos nuestra profunda preocupación sobre la falta de interés del Estado nacional frente a la Declaración de los Derechos de los Pueblos Indígenas que será revisada para su adopción en la Asamblea”.

A su vez, la Asamblea tomará otras decisiones coyunturales entre las que se decidirá el nuevo consejo de seguridad, al que aspiran Venezuela y Guatemala; el gobierno colombiano expresó su apoyo público a Guatemala; mientras que Estados Unidos trata de persuadir a Chile para que no vote a favor de Venezuela. Así mismo, se elegirá al nuevo Secretario General de la ONU, quien reemplazará a Kofi Annan, después de 10 años de gestión.

Fuentes Consultadas

www.eluniversal.com.mx,www.lostiempos.com,web.amnesty.org,www.mapuexpress.net, www.actualidad.terra.es, www.milenio.com y Organizaciones Indígenas de Bolivia.

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