Un periodista de Actualidad Étnica acompaña la Minga Humanitaria emprendida por el pueblo Awá que busca recuperar los cuerpos de los indígenas masacrados por las Farc el pasado mes de febrero.

Domingo 22 de marzo, 2009. El Diviso, Nariño, Colombia

*Llegué a Pasto en la madrugada un poco tarde y cansado, el ejército nos había bajado del bus muchas veces, así que la muchacha con quien iba a viajar al punto de encuentro de la Minga ya había salido al terreno. Averigüé qué bus me podía llevar y por fin pude llegar a mi destino, el resguardo Gran Sábado, a la comunidad Predio Verde, en el corregimiento de El Diviso.


El bus siguió una carretera que rodea la cresta de los cerros del Nariño, que dan lugar a una imponente vegetación propia de la selva. Como es mi costumbre, había dormido todo el viaje hasta ahora, pero la grandeza del escenario no me dejó cerrar los ojos nuevamente.


Con la colaboración de mis compañeros de bus, quienes me indicaron el camino, llegué a la una de la tarde, la reunión había empezado mucho más temprano. Estaban congregadas en plena Asamblea unas seiscientas personas, todas con banderitas de la UNIPA (Unidad Indígena del Pueblo Awá) de color rojo, amarillo y blanco, como símbolo de solidaridad con el pueblo masacrado.


El resguardo está formado por varias casas hechas de madera y una sola carretera de piedra alrededor de un pequeño cerro, qué además es utilizada para los encuentros comunales.


Apenas acomodándome en el lugar, me di cuenta que la atmósfera era tensa; se oía la intervención del Director para Asuntos para comunidades Indígenas del ministerio del Interior, Pedro Santiago Posada Arango, sobre el Auto 004 de 2009 emitido por la Corte Constitucional en el cual se obliga al gobierno a crear un Plan de Salvaguarda para la autoprotección del Pueblo Awa, en concertación con las autoridades.


El funcionario habló del respeto a la causa y señaló que la marcha sí está dentro de la Ley pero que estaba "muy preocupado" por la seguridad de los participantes y ofreció la avanzada de una fracción del ejército, dada su "angustia" frente a lo que podría pasar, sin embargo, la oferta fue rechazada.


Un portavoz de la Organización Indígena de Antioquia, OIA intervino para hablar sobre la impresión que ellos, los indígenas, tienen del Estado, calificando de irónica la actual postura del Gobierno, teniendo en cuenta la criminalización que el Estado hizo sobre los indígenas durante el proceso de la Minga el año pasado.


El vocero de la OIA aseguró que el Gobierno ha desdibujado la verdad en repetidas ocasiones al acusar de diversos crímenes, sin pruebas e injustamente, a los indígenas. Igualmente, en su discurso señaló que las comunidades indígenas también condenan a las Farc por el sin número de masacres que han cometido, reiterando que no tienen alianzas ni simpatía alguna por las atrocidades del grupo insurgente.


Este líder comunitario pidió coherencia al gobierno, y lo invitó a que además de escuchar la voz indígena, aprenda a "interpretar" lo que están reclamado, es decir "reconocer la autonomía y la autodeterminación de los pueblos originarios, antes del Estado somos pueblos".


Posteriormente, una autoridad de la UNIPA asumió la palabra, y cuestionó el "respeto" que el Gobierno tiene por la Minga, puesto que el gabinete nacional ha sugerido que en ella participan "infiltrados". El líder Awá interrogó al ministerio del Interior sobre el constante irrespeto del gobierno a la Constitución y puso como ejemplo la violación al derecho a la consulta previa en la región.


Luis Evelis Andrade, Presidente de la Organización Nacional Indígena de Colombia, ONIC, tomó la palabra para recapitular los temas que sus compañeros habían abordado. Resaltó que están dispuestos a ganar y generar más espacios a nivel nacional para reafirmar la Constitución y los derechos de los pueblos indígenas, pero aclaró que como indígenas no hacen parte del gobierno, sino que tienen sistemas propios de gobernanza y enfatizó en el derecho de autodeterminación indígena.


Andrade debatió al representante del ministerio al mencionar la incoherencia del Gobierno acerca de los cabildos sin reconocimiento, así como de territorios indígenas desprotegidos. Situación que genera bastante problemáticas para los indígenas, y como botón de muestra expuso los casos de indígenas que quieren estudiar en las universidades y no quieren prestar servicio militar. Finalmente, Luis Evelis extendió la mano en "acto de paz "al funcionario público agradeciendo su presencia, no obstante, exigió que llegaran a conclusiones concretas.


Por su parte, el alto funcionario del ministerio del Interior y Justicia, Pedro Santiago Posada, mostró indignación ante la lista de acusaciones presentada por los diferentes líderes indígenas y luego de sugerir que la ONIC estaba inventado leyes, se disculpó y prometió a revisar a "primera hora" todos los descargos y solucionar las respectivas deficiencias.


Luego de la acalorada discusión, se levantó la reunión para el almuerzo, donde todos congregaban alrededor de la olla comunitaria, platos en la mano, ojos en la comida.
En esta reunión previa a la salida de la Minga Humanitaria, hubo participación multicultural, desde personas propias del pueblo, desplazados de otros sitios afectados por el conflicto, hasta autoridades indígenas nacionales y locales. No obstante, fue evidente la ausencia de periodistas, tal vez por falta de coordinación o por la distancia del pueblo.


Al reiniciar la sesión, Aida Quilcué del Consejo Regional Indígena del Cauca, CRIC, se dirigió a la audiencia, informando que ‘los del Cauca' están pendientes de la primera avanzada de la Minga, con la llegada de dos chivas como "un respaldo permanente a los awá."


La Consejera Mayor señaló la importancia de la visibilización proporcionada por los medios de comunicación, concienciando a la gente y devaluando las "mentiras del gobierno" al emitir imágenes inéditas del gobierno disparando contra los civiles. Destacó que, "La Minga logró exigir el respeto, tuvo el alcance de hacerse respetar, y también gracias a ella y la presión internacional, salió el Auto acerca del pueblo awá". Lamentó el hecho de que esta Minga tuvo como motivo, "otro atropello, otra tragedia", pero puso el énfasis en que "la Minga no cae".


Líderes y autoridades de los cuatro puntos cardinales del país, del Amazonas a la Sierra dieron sus puntos de vista, Luis Evelis retomó la palabra para agregar que esta Minga se ha visto a nivel nacional e internacional, agarrando la atención de la gente "transcendido más que lo indígena, al tocar el TLC, los derechos humanos y la guerra y haciendo pensar nuestro país".


El líder de la ONIC señaló algunas debilidades de la Minga, como la falta coordinación, gestión, preparación, y la insuficiencia de recursos "con los que los más ricos cuentan para poder movilizarse con agilidad". Reiteró que la sede principal de la ONIC no puede realizar todo el trabajo, ni es capaz de buscar todos los fondos para cualquier evento o levantamiento; el Consejero Mayor argumentó que la ONIC "somos todos" y que la sede de Bogotá es la vocería natural y propia de la organización.
A pesar de varias intervenciones de representantes regionales expresando su preocupación y sentimientos de aislamiento de la ONIC, se aprobó el seguimiento de la Minga con miras a fortalecer la Guardia Indígena.


Se escuchó varios testimonios sobre la Guardia, indicando que es la expresión concreta de la lucha indígena. Sin embargo, todos reconocieron que hay debilidades, y Luis Evelis, como Consejero Mayor, propuso "capacitación, legislación y un currículo".
El vocero de la OIA agregó que además de lo básico, la Guardia requiere formación médica, investigación, y una autoridad conjunta. Él quisiera que treinta de cada mil indígenas prestan servicio a la Guardia, así generando una fuerza de 400.000 guardias a nivel nacional.


Durante dos horas más se discutió y se aprobó la Resolución 001/2009 de la ONIC frente al conflicto armado en la que se abordan varios temas acerca del comportamiento y/o posición de los pueblos indígenas frente a las Farc y el gobierno; y la Resolución 002/2009 frente a la investigación del caso awá, y otra Resolución que define la posicionamiento de la ONIC frente a las ONGs y otras entidades de ayuda social.


Luego del participativo debate, la reunión prosiguió a la definición de la logística de la Misión. La comunidad manifestó sus preocupaciones y las autoridades, aunque no negaron que sí hay riesgos, aseguraron que "caminan con buena fe, acompañados y sin miedo".


La reunión terminó tarde, sin una logística clara para el día siguiente. Los líderes quedaron en reunirse temprano para adelantar la planeación y la movilización de la gente, con una hora de salida establecida: las doce del medio día. Se abrió la lista de asistencia y se anunció el festejo que seguía, con gritos y buen ánimo de los indígenas allí reunidos. La gente comía, bailaba, platicaba y predecía los acontecimientos del día siguiente.

*Por Mark Maughan

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