De nuevo, se pregona otra secuela de atentados contra la comunidad Awá de Nariño, de lo que se concluye que aún falta atención y seguridad en el territorio indígena.

El pueblo indígena Awá de Nariño sigue víctima de un conflicto armado que arde furiosamente en sus tierras, que pareciera rodear y tenerle una emboscada a los indígenas y a su porvenir.

El 3 de junio, tres comunicados emitidos por la UNIPA (Unidad Indígena del Pueblo Awá) se denuncian aún más violaciones en los derechos humanos fundamentales y colectivos de los indígenas de Nariño: hay dos nuevos asesinatos, una persona desaparecida y varios heridos de gravedad y, se están utilizando estrategias para involucrar a la población civil en la guerra y hasta la fuerza pública le está usurpando los bienes a las comunidades y maltratando.

A continuación, damos a conocer los ataques y acontecimientos de los cuales los Awá han sufrido en los últimos tiempos, tomados de los comunicados de la UNIPA.

Se encuentra desaparecido desde el día 2 de mayo del año en curso Juan Carlos Nastacuás, censado en la comunidad de Alto Telembí, Resguardo Tortugaña Telembí de Barbacoas, quien iba con destino a la cabecera municipal de Samaniego para hacer compra de productos de primera necesidad.

Continúan impunes algunos casos que ya han sido denunciados: uno de ellos es el caso de los señores Ademelio Servio Bisbicus García, 37 años y Marco Antonio Taicuz, 35 años, quienes fueron asesinados el pasado 10 de mayo por un grupo armado sin identificar en su propia casa. Los hechos ocurrieron en la Comunidad Indígena Awá de Piedra Verde, municipio de Barbacoas.

En esa ocasión también resultó gravemente herida Bertha Taicuz, esposa de Ademelio Servio Bisbicus García y el martes 12 de mayo, a las 4 de la tarde, falleció dejando huérfanos a sus cuatro hijos menores de edad.

El día 17 de mayo, aproximadamente a las 6:20 de la tarde varios hombres encapuchados detuvieron un bus de la empresa Transipiales, en el puente antes de llegar al Predio El Verde; el vehículo venía en la ruta Pasto - Tumaco. Los encapuchados le abordaron y, posteriormente lo detuvieron frente al colegio indígena Awá IETABA. Allí atracaron a los pasajeros, entre quienes había algunos desplazados, luego bajaron al corregimiento El Diviso y detuvieron nuevamente el vehículo en todo el centro del poblado, se entraron a una casa de familia, robaron recursos, golpearon a un compañero Awá y después hicieron regresar el bus con destino hacia Pasto.

Minutos después dos hombres en una moto detuvieron sobre la vía a un indígena Awá que iba caminando desde el Diviso hacia el Predio El Verde y le dijeron ‘míreme la cara a ver si me reconoce', luego le dejaron ir. Una semana antes, se había dado a conocer a los organismos del Estado la presencia de personas extrañas, quienes se movilizaban hacia arriba y hacia abajo en el trayecto Diviso - Predio El Verde. Este hecho sumado a la constante presencia de personas sospechosas es de gran preocupación para todos los miembros del pueblo indígena Awá, pues en esta comunidad se encuentra el centro administrativo de la UNIPA (centro de salud, colegio, emisora) y por tanto permanecen líderes y gobernadores indígenas.

Se da a conocer que el joven Rolando Rosero Nastacuas de 16 años censado en el resguardo El Sande, comunidad el Recodo, municipio de Ricaurte, fue reclutado forzosamente por la guerrilla del ELN el día 19 de abril del presente año, quien posteriormente logró escaparse, su vida y la de su familia se encuentra en riesgo.

El sábado 23 de mayo de 2009 a las 8:00 de la mañana el señor Gonzalo Rodríguez Guanga en compañía de su señora venían saliendo por el camino de trocha desde la comunidad de Salto Palay, resguardo El Gran Rosario y al paso del río Pulgande. Se encontraron con unos hombres uniformados con un chaleco negro y distintivos amarillos en el hombro y, con pañoletas negras que les cubrían la cara. Los encapuchados detuvieron a Gonzalo y a su mujer; a él se lo llevaron a unos 20 metros del sitio donde estaba la mujer, quien cuenta que escuchó varios disparos, pero cuando intentó ir a ver, uno de los encapuchados la cogió del cabello y le dijo que no le estaban matando a su marido, que se fuera saliendo a la carretera Pasto-Tumaco, a 20 minutos de la quebrada Pulgande, y que allí podría ver a su marido.

Ella empezó a caminar vio a su marido sentado y muerto, pero la mujer no pudo llevarse el cuerpo sin vida de su esposo. Posteriormente el gobernador del resguardo Gran Rosario solicitó que le entregaran el cuerpo, pero se lo negaron.

El cuerpo fue llevado a Tumaco y allí los familiares debieron entregar una copia de la cédula a la fiscalía para que se lo entregaran. El cadáver había recibido varios impactos de bala que le desmembraron y le habían destruyeron la cabeza. A causa del asesinato del señor Gonzalo hoy tres niños más quedan huérfanos, todos menores de edad.

El día viernes 29 de mayo a las doce del día en la Vereda El Chanul, corregimiento Buenavista, municipio de Barbacoas Nariño, dos hombres armados asesinaron a Adalberto Taicus Nastacuás de 25 años y dejaron herido gravemente a Héctor Marino Taicuz Nastacuás de 20 años de edad, quien recibió un impacto de bala en el cuello y se encuentra hospitalizado en la Ciudad de Pasto.

Los hombres son hermanos, ambos de la comunidad de Pulgande, del resguardo indígena Awá de Pulgande, Tronqueria Palicito, quienes, luego de hacer las compras estaban de regreso a su comunidad y fueron sorprendidos por hombres armados, quienes les propiciaron varios disparos que le costo la vida a Adalberto y dejó al borde de la tumba a Héctor Marino.

Se denuncia también la amenaza por vía telefónica de la que fue víctima el compañero Gilmar Eder Burgos, líder Awá de la organización indígena Cabildo Mayor Awá de Ricaurte- CAMAWARI, el día 31 de mayo del año en curso a las 7.48 de la mañana.

El primero de junio a las 9:00 de la mañana en el resguardo indígena Awá de Chinguirito Mira, municipio de Tumaco, hombres armados del Batallón Contraguerrilla 113, Móvil 19 de la Tercera División del Ejército entraron a la fuerza a la casa de una familia Awá en la que no se encontraba nadie en el momento y se llevaron 28 huevos de gallina criolla, una cobija y un repuesto de motosierra (chicote).

En otra entrada realizada anteriormente se habían llevado una planta y una guadaña y cuando los dueños fueron a pedirles que se las devolvieran, los soldados contestaron hostilmente que ‘se devuelvan para su casa, porque no sabían lo que les podía pasar'.

El grupo militar se ubicó temporalmente en la puerta de la escuela, y en medio de las viviendas de las familias, lo cual se constituye en una infracción a las normas del derecho internacional humanitario y, por ende, el derecho sagrado a la vida. Varias informaciones de la comunidad indican que, en el resguardo hay aproximadamente seis grupos con 300 hombres cada uno, los cuales, según el comandante Acosta, se encuentran erradicando.

La UNIPA, con relación a estos asuntos, los denuncia con las expresiones y solicitaciones siguientes:

Para nosotros es de gran preocupación ver como cada semana nos vemos en la obligación de informar sobre un nuevo asesinato, la desaparición, las amenazas y el hostigamiento al que nos han sometido. La cadena de sangre y exterminio no para y, las instituciones del Estado son ineficaces frente a nuestras constantes demandas de protección; lo que siempre dicen es: ‘no existen recursos para atender sus solicitudes", o bien, ‘la solicitud está en trámite', ‘el tiempo de atención a la población desplazada es de tres meses con alimentos perecederos, es lo que dice la Ley, no es posible continuar con la atención humanitaria'. Sabemos que son excusas; parece que los funcionarios del Estado y el gobierno tuvieran un manual de excusas y mientras tanto la sangre de nuestros hermanos sigue siendo derramada, el número de vidas perdidas se eleva, nuestros niños y niñas huérfanos aumentan día a día, nos hostigan e intimidan y vemos como lentamente están acabando con nuestro pueblo indígena Awá.

Frente a todo esto nos preguntamos, que pasa con las denuncias, investigaciones, la sentencia T-025, la Resolución Defensorial No. 53 de junio 5 de 2008, y el auto 004 de Enero 26 de 2009? Hasta cuando tenemos que seguir viendo como son vulnerados nuestros derechos y llorando por tanto dolor y desesperanza de vida, tanta indignación y la indeferencia de quienes son responsables de proteger la vida, honra y dignidad tal como establece en los artículos 11, 12, 13 y 21 de la constitución Nacional.

La UNIPA ha apuntado los requisitos y exigencias siguientes:

EXPRESAMOS:

La UNIPA reafirma que nuestro pueblo indígena Awá y el departamento de Nariño en general se encuentra en una CRISIS HUMANITARIA y requiere de acciones urgentes para garantizar nuestra vida y la de los demás habitantes del departamento.

RECHAZAMOS todas las manifestaciones de violencia de cualquier actor armado en contra de nuestra vida y que altere la armonía y el equilibrio en nuestro territorio.

REITERAMOS nuestras exigencias al gobierno colombiano y las instituciones del Estado para que tomen las medidas pertinentes y necesarias para garantizar la vida digna y la pervivencia de nuestro pueblo indígena Awá.

EXIGIMOS a todos los actores armados que no nos involucren más en un conflicto que no es nuestro. Que cesen ya el genocidio emprendido contra el Pueblo indígena Awá y contra los pueblos indígenas de Colombia.

SOLICITAMOS a los organismos de control como la Defensoría del Pueblo y la Procuraduría General de la Nación que de acuerdo a su mandato acompañen al pueblo indígena Awá e investiguen a los responsables de este sistemático etnocidio que se está cometiendo en contra de nuestro pueblo.

INSTAMOS a organizaciones sociales nacionales e internacionales y a las organizaciones defensoras de Derechos Humanos para que demanden del gobierno colombiano la adopción de medidas urgentes, dirigidas a salvaguardar la vida e integridad de las personas y comunidades indígenas del pueblo Awá y de todos los pueblos Indígenas del país.

 

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