Desde hace varios días, un gran número de afrocolombianos están inconformes con el canal RCN, el cual compró los derechos para realizar la versión colombiana de la serie norteamericana Grey's Anatomy, en la que uno de los protagonistas es de origen afro y otros tantos en el reparto también lo son.

El motivo de la conmoción por parte de las negritudes, es que "A corazón abierto", nombre de la producción a cargo de RCN, no tiene en cuenta la raza para el elenco.

Juan De Dios Mosquera, director del movimiento Cimarron, quien recientemente fue entrevistado por el programa de la defensoría del televidente del canal RCN, argumentó que la televisión es un medio que educa y deseduca, visibiliza e invisibiliza, por lo cual lo que se ve en los medios es de gran influencia para el imaginario de la sociedad. De esta manera, negar la presencia de la comunidad negra en la pantalla chica puede connotar negación social.

Frente a esta postura el vicepresidente de RCN, Fernando Gaitán, señaló en el programa que nunca se ha querido excluir a la comunidad afrodescendiente. En su momento se hizo la convocatoria pero los actores negros no cumplieron con el perfil requerido. Sin embargo, la actriz Belky Arizala replicó que si en Colombia se va a hacer esa adaptación, se debe respetar cien por ciento la versión original y no decir que no hay talento afrocolombiano. "Por ley debería haber por lo menos un afro en las producciones colombianas... No hay excusas".

El director de Cimarron contrapuntó diciendo que precisamente la versión americana Grey`s Anatomy fue creada por Shonda Rhimes, una afroestadounidense con el fin de promover la interculturalidad, la eliminación de los prejuicios racistas y enaltecer la diversidad cultural.

De acuerdo con Nelson García, especialista en televisión y docente de la Universidad Santo Tomás, es importante tener en cuenta que hay algo que el público y los representantes de la comunidad afrocolombiana no conocen, y son los términos de derechos de autor a partir de los cuales el canal RCN estableció los acuerdos. En caso de que sea de libre adaptación, se pueden hacer los cambios a discreción de los productores. Una adaptación es libre y contextual.

"El porcentaje de personajes negros, tradicionalmente en nuestras producciones nacionales ha sido el mismo, mínimo. Y en la serie Grey's Anatomy los negros son protagonistas pero cabe recordar que es producida en Estados Unidos, donde el porcentaje de afroamericanos es mayor", señala Nelson García, al tiempo que pregunta ¿Han ido a un hospital en Colombia?... "Creo que allí está la respuesta". Puntualiza.


¿Hay racismo en los medios?

La empresaria, modelo y actriz afrocolombiana, Belky Arizala, le dijo a ‘Actualidad Étnica' que en Colombia hay racismo porque no existe un autoreconocimiento de la raza. "Somos muy pocos los que reconocemos y valoramos ser de raza negra", comenta Arizala, quien continúa diciendo que "falta mucha educación en nuestros pueblos. La falta de oportunidades y la falta de perseverancia nos hacen débiles ante la sociedad".

Esta mujer de descendencia afro reconoce haber sido víctima de discriminación en varias oportunidades pero sustenta que ha tenido la valentía de denunciarlo y sentar un precedente.

"Si no tenemos conciencia, si carecemos de dignidad, valores y todo lo que resalta a un ser humano, nunca seremos aceptados ante la sociedad", dijo.

La socióloga Paloma Bahamón Serrano reconoce que en los medios de comunicación sí hay racismo y bastante, atreviéndose a calcular que su participación no sobrepasa el cinco por ciento.

Por su parte Ómar Rincón, crítico de televisión, advierte que los medios, sobre todo el entretenimiento, expresan los lugares comunes de una sociedad. De esta manera los medios no son los racistas, es la sociedad misma la que es racista.

"No basta con que haya presencia afro en las imágenes. El racismo parte desde los modos de narrar. Es ahí, por ejemplo, donde en Estados Unidos los afros, los gay y los latinos son representados como los 'outsiders', el afuera social, y por lo tanto lo diabólico y malo. Creo que el debate no es en la tele... es en la sociedad. En el caso de Grey's Anatomy, los afros hacen presencia porque en Estados Unidos la comunidad afro ha luchado por sus derechos y está en la vida cotidiana codo a codo con los otros". Señala Ómar Rincón.

Este crítico considera que la exclusión que se da en Colombia se debe a la falta de presencia de la comunidad afro en la vida cotidiana de las ciudades, universidades e instituciones públicas y privadas.


Una mirada desde la sociología

"Yo creo que en Colombia sigue pesando muchísimo el modelo de nación que se planteó en la Constitución de 1886, la de Rafael Núñez. Por intereses de la élite gobernante de ese momento en la Constitución se configuró un imaginario de la ‘colombianidad maniqueista' y excluyente, donde lo que no fuera blanco o fuera montañero no tenía cabida. Por esa razón las mujeres, los indígenas, los negros y, en general, lo regional, periférico y la frontera no tenía cabida", comenta la socióloga Paloma Bahamón.

Esta profesional agrega que "la Constitución dejó un prurito doble moralista que hizo que, cuando la televisión llegó a Colombia en 1954, los programas no cometieran los excesos expresivos por ejemplo de la televisión peruana (que se va al otro extremo, el de la ‘chabacanería', como el caso de Laura en América). En síntesis, los medios son racistas porque nuestra cultura es profundamente racista y, lo que es peor, con un racismo encubierto, no admitido, no aceptado, casi que un racismo neurótico, sicópata, mitómano. Así es más difícil superarlo", dice Bahamón.

Entonces ¿Qué hacer? La socióloga considera que el problema se basa en que los que emiten los programas de televisión son los que los planean.

"Son monopolios económicos ligados a esquemas de poder político precisos, a quienes no les conviene adecuar la televisión a nuestra diversidad real o al hecho de que la actual Constitución del 91 se basa en principios de pluralidad, diversidad, participación, inclusión y equidad, o confrontar los problemas del país más allá del estereotipo", comenta. Ella reconoce en el consumidor cultural colombiano un ente pasivo e ignorante de la situación.

"Las minorías raciales deberían ser más enfáticas en llamar la atención sobre la situación y promover la conciencia, primero en la sociedad civil para que esta exija como consumidora esquemas de integración y participación racial más equitativa", puntualiza.

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