En Atánquez, haciendo alusión a su nombre indígena que significa "trabajo, lucha y defensa", a pesar de todas las dificultades, el pueblo Kankuamo y demás pueblos de la sierra continúan resistiendo y haciendo un llamado a sus hermanos menores para detener los destrozos que estamos haciendo a la Madre Tierra.

Después de más de una hora de viaje, hacia el Norte de Valledupar y a casi 38 grados de temperatura a la sombra. Al pasar por varios poblados se puede ver que la falta de lluvia es una constante en este valle.

¡Falta poco. Todas esas montañas son la sierra!, dice el taxista, mientras señala el famoso Río Guatapurí que no ha desaprovechado el presidente Uribe para nadar un rato, también se ve el Río Badillo, el Río Candela entre otros, donde acompañados por la alegría y el vallenato a todo volumen los pobladores se refrescan cuando pueden.

Acercándonos a Atánquez, nuestro destino, podemos ver en muros y viviendas los carteles de candidatos a la alcaldía, y es que en Valledupar se realizaron unas elecciones especiales, el pasado 4 de octubre, para completar el período 2008-2011 luego de que el Consejo de Estado, en fallo de segunda instancia, el 11 de junio, considerara que el entonces alcalde, Rubén Alfredo Carvajal Riveira, estaba inhabilitado y por ello anuló las elecciones del 27 de octubre de 2007 en las cuales resultó electo.

El gobernador del César, Cristian Moreno Panezo, nombró a Carlos García Aragón como alcalde encargado mientras transcurre el período eleccionario en la cuna de vallenato. En las elecciones especiales, el abogado liberal Luis Fabián Fernández Maestre fue elegido en medio de una reñida contienda con Fredys Socarrás Reales, del partido La U. Fernández obtuvo 30.970 votos, frente a los 28.985 que respaldaron a Socarrás.

Durante todo el recorrido se puede ver la famosa seguridad democrática abanderada por el actual presidente. En Valledupar se encuentra el Batallón de Artillería Nº 2 La Popa, Primera División del Ejército y el recién inaugurado Batallón de Ingenieros de Movilidad adscrito a la 10º Brigada del Ejército Nacional de Colombia. Presencia armada que se extiende hasta la sierra, a los territorios indígenas y los lugares sagrados y de pagamento.

El país recuerda este corregimiento por lo ocurrido en el 31 de diciembre de 2008, donde la explosión de una granada en una discoteca que por la fecha se encontraba repleta, le arrebató la vida a 5 personas y dejó más de 60 heridos.

Al llegar a Atánquez, al pie de la Sierra Nevada de Santa Marta, nos encontramos con un pueblo de calles empedradas, con gente amable y alegre que hace parte del resguardo indígena Kankuamo. Allí se puede ver la presencia de un puesto de policía y a sus miembros buscando la sombra debajo de algún palo de mango. “Yo soy Atanquero de pura cepa, una mezcla entre mestizo e indígena y el vallenato corre por mi sangre” dijo, José, el conductor del taxi.

Lo que pude constatar al llegar a este caluroso lugar es que los Kankuamos, en mayor medida que los Wiwas, Koguis y Arhuacos que también habitan en la sierra, han sufrido una gran aculturización, tanto que anteriormente se les confundía como colonos.

“Por eso a partir del 1993, se comienza a fortalecer nuestra identidad como indígenas, nuestra organización y gobierno propio con la participación de las 12 comunidades Kankuamas” aseguró Narciso Martínez, secretario de la OIK - Organización Indígena Kankuama.

Atánquez, todavía recuerda el paso de los paramilitares por este lugar (entre 1999 y 2004), la gran mayoría bajo el mando de Rodrigo Tovar Pupo, alias Jorge 40, con nexos claros entre altos mandos militares de Base la popa. “A diez minutos de la base militar, La Popa, funcionaba de manera permanente un retén paramilitar por mucho tiempo, allí paraban los carros y a veces bajaban a la gente y después aparecían muertos” atestiguó una Antanquera.

Además la sierra por su cercanía al mar facilita el contrabando y el aprovisionamiento de armas y municiones, así como la existencia de redes de narcotráfico y de tráfico de gasolina y combustibles. En esta región actúan las Farc y el Eln.

Tras una pelea jurídica a nivel nacional e internacional, la Corte Interamericana de Derechos Humanos otorgó medidas cautelares para los pueblos indígenas de la sierra. A pesar de ello, la situación continúa siendo preocupante, pues hoy se ha incrementado la presencia del ejército en La Sierra Nevada, que interrumpe la dinámica de la sierra y la de los hermanos mayores.

Sumado a esto, el Sistema de Alertas Tempranas (SAT) de la Defensoría del Pueblo en su informe No. 004 del 6 de marzo de 2009 de Alcance Intermedio para Valledupar y Pueblo Bello (I.R. No. 004-09.A.I.), advierte que en las estribaciones de la Sierra Nevada de Santa Marta, se está asistiendo a un dinámico proceso de recomposición y rearme de estructuras armadas ilegales herederas de las antiguas Autodefensas Unidas de Colombia (AUC).

Hoy los Wiwas, Koguis, Kankuamos y Arahuacos continúan en medio de una guerra que nos les pertenece, y son víctimas de los actores armados legales e ilegales. Que buscan abrirle paso a megaproyectos de infraestructura vial, fluvial y marítima, extracción de minerales e hidrocarburos, construcción de represas y grandes proyectos hidroeléctricos, control y explotación de la biodiversidad, y proyectos agroindustriales como los monocultivos de palma aceitera y caucho.

Además de los efectos sociales que desencadena el conflicto armado en esta región, se le suma el abandono por parte del gobierno, la intervención negativa de diferentes organismos y la conformación de pequeñas organizaciones que buscan fragmentar la organización indígena.

“Hoy con el cabildo Mayor y los cabildos menores estamos haciendo un trabajo para fortalecer el trabajo político organizativo y de concientización de la identidad como indígenas, de gobierno propio y resistencia” explica Narciso Martínez.

El Pueblo Kankuamo, continúa haciendo un llamado a sus hermano mayores para la conservación y protección de la vida.

Hoy, estos hermanos mayores han comenzado a apropiarse y a entender que la comunicación y sus medios se están convirtiendo en una herramienta que permite rescatar las manifestaciones culturales.

“El Chicote, la Gaita, así como el uso del Poporo se han ido retomando. La emisora Tayrona Estéreo, llega a toda la sierra, y se escucha mucho. Eso nos ha permitido llegar más a la comunidad, para dar a conocer el quehacer, las tareas del proceso de los cabildo mayores y los menores” continúo relatando Narciso Martínez

Tayrona Estéreo trasmite de 5 de la mañana hasta las 6 de la tarde y llega a 12 comunidades del resguardo Kankuamo, y las demás etnias de la Sierra Nevada de Santa Marta. “Aunque se había designado por parte del Ministerio de Comunicación para la sierra y para el pueblo Aruhaco, por falta de intereses de estos, nosotros los Kankuamos lo vimos como una forma de comunicar y fortalecernos como pueblos” comentó Martínez.

Además en Atánquez, el poblado más grande del resguardo, encontramos Kankuama TV, el primer canal étnico del país. Estos medios de comunicación son liderados en su mayoría por jóvenes, que están en un proceso de capacitación y además por las dificultades económicas sólo trasmiten tres días a la semana, entre una y dos horas.

“Los medios de comunicación, son un paso importante por que permiten que la comunidad conozca lo que se está haciendo, y además aporta al fortalecimiento de la parte cultural. Lo que se difunde a través de este medio de comunicación es en pro de los pueblos y esto aporta mucho” finalizó diciendo el líder Narciso Martínez.

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