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La firma de los acuerdos de Paz después de 52 años de confrontación armada, será un acontecimiento histórico, para un nuevo comienzo en las relaciones entre las y los colombianos. Juntos podemos transformar la cultura del odio, la violencia, la exclusión y la eliminación física del otro, por una cultura de paz, convivencia y reconciliación, entre hermanos de una patria grande, incluyente, plural y soberana.

La Paz es ahora. Con la confirmación del cese bilateral al fuego y de hostilidades definitivo entre el Estado y las FARC y la decisión de que lo acuerdos sean legitimados mediante el plebiscito por la Paz, le enviamos a la sociedad en su conjunto el mensaje de que el fin del conflicto está cerca. Juntos podemos volver a creer en que otra Colombia es realizable. Sin guerra y con el poder de las ciudadanías, de sus sueños, de su sentido común y de su dignidad, vamos a tener la oportunidad de construir colectivamente un país reconciliado, más justo y más humano.

La Paz es posible. Será nuestra segunda independencia. La arquitectura para la Paz es necesario llenarla de nuevos contenidos. Demanda movilización social, cambios normativos, pluralismo, instituciones incluyentes, pedagogía, acción comunicativa, inversión social, voluntad política de transformación y la activa participación ciudadana.

La Paz es contigo. La paz es con todas y todos. La Colombia nueva clama por avanzar hacia un gobierno de concertación, que devenga en un nuevo trato social que posibilite romper con la desigualdad social, la inequidad económica y la exclusión política hacia una democracia amplia, soberana, en la que el interés estratégico de la nación, sea el valor de la vida.

Con la Paz avanzará Colombia en desarrollo y en crecimiento; en cambios reales; en profundización de la democracia; en superación de la violencia política; en redistribución equitativa de la riqueza; en trabajo decente, dialogo social, innovación y política social pertinente, que permitan cerrar las brechas sociales entre el campo y la ciudad, con buen vivir y desarrollo humano sustentable.

Para la guerra nada. La Paz no es sólo el silenciamiento de los fusiles. Es un propósito común que genera esperanza. Somos conscientes de que el siguiente paso a seguir, después de que todo esté acordado, será juntos avanzar en la construcción de la Paz que parte de la justicia social, de respetar las diferencias, de que la Paz sin las mujeres, sin la juventud, sin las poblaciones diversas, sin la clase trabajadora, no va; de unirnos como colombianas y colombianos en la convergencia por la Paz y la reconciliación nacional.

Pero, para llegar a este punto, las mesas aún están cojas, invitamos a toda la insurgencia armada, al ELN, a la disidencia del EPL y a los demás actores del conflicto a integrarse a esta iniciativa de avanzar en este gran proceso de Paz a la colombiana, y le hacemos un llamado a toda la ciudadanía a pronunciarse por el Sí a la Paz en la refrendación de los acuerdos. La paz está en nuestras manos. La generación de la Paz será gestora de la Colombia nueva. Vamos por la Paz completa. Somos todo lo que nos une, somos Colombia, somos Sí a la Paz.

Al suscribir este manifiesto por la paz de Colombia, públicamente asumo mi responsabilidad como gestor cultural de paz, comprometido en difundir este manifiesto, y el apoyo al proceso de paz negociada, la refrendación y el cumplimiento de los acuerdos suscritos por el Gobierno Nacional y las FARC, para terminar el conflicto armado y empezar la construcción de una paz estable y duradera entre todos los colombianos. ¡SI A LA PAZ!

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