SIEC, Actualidad Etnica, Bogotá, julio 9 de 2008. Mi nombre es Dunja van Kleef, y desde hace dos años y medio hago parte del equipo de trabajo de La Fundación Caminos de Identidad FUCAI con el apoyo financiero de la organización Holandesa CMC. Por solicitud de AZICATCH durante estos dos años y medio he acompañado a los indígenas de la Chorrera, en su misma comunidad en La Chorrera y acá en Bogota.

 

En Bogotá mas que todo les he acompañado en un sinnúmero de reuniones que ellos han tenido con instituciones del Estado para reclamar sus derechos.

 

Mi función en estas reuniones ha sido de observadora internacional para mirar cómo son atendidos los indígenas de La Chorrera por las instituciones del Estado. Hoy me han pedido que rinda un informe al respecto.

 

Antes que nada debo decir que los derechos reclamados por los indígenas de La Chorrera en estos dos años y medio han estado relacionados con: 1. La ampliación del resguardo para recuperar los predios de la antigua Casa Arana. 2. La atención en salud. 3. La atención en educación.

 

Participé en reuniones con instituciones como las siguientes: Ministerio de Protección, Defensoría del Pueblo, INCODER, IGAG, Ministerio de Educación Nacional, Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, Dirección de Etnias, Superintendencia de Salud, Universidad Pedagógica, Secretaría de Salud del Departamento del Amazonas, Instituto Nacional de Cancerología, hasta el Despacho de la Primera Dama, que mostró claramente que no estaba muy contenta con la presencia de una acompañante internacional. Según la doctora de Uribe no hay necesidad en un país donde todo el mundo tiene derechos... Pero me di cuenta en varias ocasiones que algunos funcionarios atendieron a los indígenas porque iban acompañados de una persona extranjera y cuando fueron solos no eran atendidos de la misma manera.

 

En las reuniones que he acompañado, los indígenas plantearon problemáticas concretas y pude observar en la atención a los indígenas por parte de las instituciones, las siguientes características: Gastan mucho tiempo explicando que a ellos no les corresponde, que le corresponde a otro. En muchos casos piden que se pase la solicitud por escrito, cartas que muchas veces no responden y que cuando se vuelve a preguntar dicen que la carta fue redespachada a la entidad que le corresponde y ya está fuera de sus manos.

 

Por ejemplo, el Ministerio de Educación Nacional, igual que el Ministerio de Protección, dice que le corresponde al departamento, luego la Secretaria dice que le corresponde al Ministerio, y al final la respuesta del Ministerio es que la Secretaria de allá tiene que cumplir pero el Ministerio dice no la puede sancionar.

 

Hay que hacer una demanda a la defensoría y/o la procuraría. O sea, mandar otra carta, otra demanda, otra tutela. Y allí todo empieza de nuevo....

 

Los procedimientos son enredados y lentos (solicitar exámenes médicos, medicamentos, citas con especialistas, etc.) cuando las enfermedades avanzan rápido y no van al ritmo de los lentos procedimientos.

 

Por ejemplo, en La Chorrera el medico de alla me llama para decir que no sabe como atender a los pacientes porque otra vez no han llegado los medicamentos que necesita. Que tiene que cancelar servicios porque no cuenta con la infrastructura mínima para poder atender las pacientes.

 

En Leticia, La Secretaria de salud dicen que ya se acabo el presupuesto para el año, que no tienen para remitir pacientes graves a Leticia o a Bogota. O peor, ya no tiene contrato con ningún albergue en Bogota...

 

En Bogota, los médicos en la cancerológica dicen que no pueden atender a los pacientes porque no tiene la autorización del la secretaria, o del EPS. Todo eso resulta en que hemos visto varios ancianos Indígenas morir acá en Bogota. Por el vacío jurídico en cuanto al traslado de los pacientes fallecidos, nadie tiene responsabilidad para cubrir eso...

 

Esta gente mueren en absoluta soledad y sin los derechos funerarios, lejos de su tierra y sin la presencia de sus familiares. Por ejemplo, Don Francisco, su esposa pidió una caja de cartón, para luego buscar un lugar acá en Bogota para poder enterrar a su esposo). Si eso es frustrante para mí, y seguramente para muchas de ustedes, imaginen cómo tiene que ser para los mismos Indígenas.

 

Los indígenas emplean mucho tiempo en viajes, llamadas y reuniones improductivas porque no obtienen resultados concretos y oportunos para atender sus necesidades.

 

Ante los serios problemas de desnutrición es más fácil lograr ayudas de emergencia de corto plazo, que programas de largo plazo, orientados al fortalecimiento de la seguridad alimentaria. Todo el mundo reconoce que estamos en una situación de emergencia en La Chorrera, tuvieron muchas reuniones, hicieron visitas a la zona, investigaciones por el tema de cáncer, escribieron no se cuantos informes, pero las únicas acciones hasta ahora quedaron en apoyo inmediato, de corto plazo. (Mandar unos sueros antiofídicos, unas toneladas de comida que dura unos meses).

 

Pero hay algunas excepciones: La creación de CERES de la Chorrera fue rápida, oportuna y la gente está muy contenta. Esto se logró gracias al interés de los funcionarios tanto del Ministerio de Educación como de la Universidad Pedagógica.

 

También La compra de los terrenos de la antigua Casa Arana avanzó hasta la ampliación del Resguardo, pero hasta ahora no se ha logrado el registro de la escritura por trámites y procedimientos.

Admiro la tenciadad de estos indígenas que con su hablar pausado, mantiene la paciencia, el respeto, la constancia y la esperanza de que vendrán tiempos mejores. En medio de la adversidad son pueblos que a pesar de ser atropellados son UN EJEMPLO DE PAZ.

 

En los últimos años, a nivel internacional, se aumento la preocupación sobre el calentamiento global.

 

Por ejemplo, por el trabajo de señor Al Gore, con su película Una Verdad inconveniente. Mucho interés en la protección del medio ambiente, el agua, oxigeno, flora y fauna, etc. Todo el mundo tiene La Amazonía, los pulmones del mundo, en la mirada. Pero hasta ahora nadie habla sobre los dueños de estas selvas, los pueblos Indígenas que llevan siglos en estas tierras.

 

Son ellos quienes saben más que nadie cómo proteger nuestros pulmones, y por eso son estos pueblos Indígenas que tenemos que preservar, proteger y ayudar en la protección de nuestro planeta. Se que existe preocupación por parte de ustedes, y soy consiente que se han hecho diferentes intentos de poder mejorar la situación, pero me preocupa que ya ha pasado mucho tiempo y el tiempo se nos esta acabando. Tiempo que estos pueblos minoritarios ya no tienen y es hora de actuar inmediatamente.

 

Ustedes son Colombia. Ustedes tienen el poder y el conocimiento de preservar esta país Pluriténico y multicultural. No solo en teoría, sino en la práctica. Les pido, no los dejen desaparecer.

 

Muchas gracias

 

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