En el año 300 D.C., comienza el desarrollo de la cultura Maya, la cual dedica su vida a estudiar y registrar la galaxia. Ellos dejaron gravados en la piedra, sus mensajes de tiempo, recorrido del Sol, recorrido de la Luna, recorrido del planeta Venus y el camino para que la humanidad se dirija hacia el crecimiento de la Luz y la Nueva Era, camino contrario al materialismo.

Esta cultura dejó dos tipos de mensajes: uno de advertencia por la autodestrucción de la raza humana, el otro como mensaje de esperanza, de inicio de la era de la mujer, de la sensibilidad, de la madre.

Estos mensajes están plasmados a lo largo de las Siete Profecías, basadas en conclusiones sobre estudios científicos y religiosos sobre el funcionamiento del universo que ellos desarrollaron. Actualidad Étnica presenta el texto completo de las 7 profecías.

1ª Profecía


La primera profecía habla del final del miedo, la cual sostiene que nuestro mundo de odio y materialismo terminará el sábado 22 de diciembre del año 2012,  que para ese día la humanidad deberá escoger entre desaparecer como especie pensante que amenaza con destruir el planeta o evolucionar hacia la integración armónica con todo el universo, comprendiendo que todo está vivo y consciente, que somos parte de ese todo y que podemos existir en una nueva era de luz.


Afirma que a partir de 1999, solo se tendrán trece años para realizar los cambios de conciencia y actitud de los que nos hablan para desviarnos del camino de destrucción por el que avanzamos, hacia uno que abra nuestra conciencia y nuestra mente para integrarnos con todo lo que existe.  Los Mayas sabían que nuestro sol (kinich-ahau) es un ser vivo que respira y que cada cierto tiempo se sincroniza con el enorme organismo en el que existe, que al recibir un chispazo de luz del centro de la galaxia brilla más intensamente,  produciendo en su superficie lo que nuestros científicos llaman erupciones solares y cambios magnéticos.


Ellos dicen que esto sucede cada 5.125 años, y que la tierra se ve afectada por los cambios en el sol mediante un desplazamiento de su eje de rotación. También predijeron que a partir de este movimiento se producirían grandes cataclismos. Para los mayas los procesos universales como la respiración de la galaxia,  son cíclicos y nunca cambian, lo que cambia es la conciencia del hombre que pasa a través de ellos, siempre en un proceso hacia la Perfección. Basados en sus observaciones los Mayas predijeron que a partir de la fecha de su civilización desde el 4 Ahau 8 Cumku, es decir, desde el año 3113 AC, 5.125 en el futuro,  o sea el sábado 22 de diciembre del año 2.012,  el sol va a recibir un fuerte rayo sincronizador proveniente del centro de la galaxia cambiará su polaridad y producirá una gigantesca llamarada radiante. Para entonces, la humanidad debe estar preparada para atravesar la puerta que nos dejaron los Mayas, transformando  la civilización actual basada en el miedo en una vibración mucho más alta de armonía. Solo de manera individual se puede atravesar la puerta que permite evitar el gran cataclismo que sufrirá el planeta para dar comienzo a una nueva era, un sexto ciclo del sol.


Los Mayas aseguraban que su civilización era la quinta iluminada por el sol kinich-Ahau, el quinto gran ciclo solar, que antes habían existido sobre la tierra otras cuatro civilizaciones que fueron destruidas por grandes desastres naturales, creían que cada civilización es solo un peldaño en ascenso de la conciencia colectiva de la humanidad. Para los Mayas en el último cataclismo la civilización había sido destruida por una gran inundación que dejó unos pocos sobrevivientes de los cuales ellos eran sus descendientes. Pensaban que al conocer el final de esos ciclos, muchos seres humanos se prepararían para lo que venía, y que gracias a eso lograrían conservar sobre el planeta a la especie pensante, el hombre.


Nos dicen que el cambio de los tiempos permite ascender un peldaño en la evolución de la conciencia, nos dirigirnos hacia una nueva civilización que manifestará mayor armonía y compresión para todos los seres humanos.


La primera profecía nos habla del tiempo y del no-tiempo, un periodo de 20 años llamados por ellos un katum;  los últimos 20 años de ese gran ciclo solar de 5125 años, es decir desde 1992 hasta el año 2012.

Profetizaron que hasta ese tiempo, manchas del viento solar cada vez más intensas aparecerían en el sol y que a partir de 1992 la humanidad entraría en un último periodo de grandes aprendizajes, grandes cambios.


Que nuestra propia conducta de depredación y contaminación del planeta contribuiría a que estos cambios sucedieran. La primer profecía dice que estos cambios van a suceder para que comprendamos como funciona el universo y avancemos hacia niveles superiores, dejando atrás el materialismo y liberándonos del sufrimiento.


El libro sagrado Maya del Chilam Balam, sostiene: "En el trece Ahau al final del último katum, el itzá será arrollado y rodará Tanka, habrá un tiempo en el que estarán sumidos en la oscuridad y luego vendrán trayendo la señal futura los hombres del sol; Despertará la tierra por el norte y por el poniente, el itzá despertará".


La primera profecía anunció que siete años después del comienzo del último Katum, es decir, en 1999 comenzaría una época de oscuridad que nos enfrentaría a todos con nuestra propia conducta.  Dijeron que las palabras de sus sacerdotes serían escuchadas por todos nosotros como una guía para despertar.  Ellos nombran a esta época como el tiempo que la humanidad entrara al gran salón de los espejos, una época de cambios para enfrentar al hombre consigo mismo para hacer que entre al gran salón de los espejos y se mire. Que mire y analice su comportamiento con el mismo, con los demás, con la naturaleza y con el planeta en donde vive. Una época para que toda la humanidad por decisión consciente de cada uno de nosotros decida cambiar, eliminar el miedo y la falta de respeto en todas nuestras relaciones.


2° profecía


La segunda profecía maya anuncia que el comportamiento de toda la humanidad cambiará rápidamente a partir del eclipse de sol del 11 de agosto de 1999, fecha en la que el mundo pudo apreciar como un anillo de fuego se recortaba contra el cielo. Fue este un eclipse sin precedentes en la historia por la alineación en cruz cósmica con centro en la tierra de casi todos los planetas del sistema solar.  Se posicionaron en los cuatro signos del zodiaco, que son los signos de los cuatro evangelistas, los cuatro custodios del trono, que protagonizan el Apocalipsis según San Juan, Además la sombra que proyectó la luna sobre la tierra atravesó Europa pasando por Kosovo;  luego por Medio Oriente,  por Irán e Irak y posteriormente se dirigió a Pakistán e India, con su sombra parecía predecir un área de guerras y conflictos.


Los Mayas sostenían que a partir de ese eclipse los hombres perderían fácilmente el control de sus emociones o bien afianzarían su paz interior y su tolerancia evitando los conflictos. Desde entonces se vive una época de cambios que es la antesala de una nueva era, antes del amanecer es cuando más oscura es la noche, el fin de los tiempos es una época de conflictos y grandes aprendizajes,  de guerras,  separación y locuras colectivas,  que generará a su vez procesos de destrucción y evolución.  La segunda profecía indica que la energía que se recibe desde el centro de la galaxia aumentará y acelerará la vibración en todo el universo para conducirlo a una mayor perfección, esto producirá cambios físicos en el sol  y en la tierra, así como   cambios psicológicos en el hombre,  alterando su comportamiento,  su forma de pensar y sentir;  se transformaran las relaciones y los modos de comunicación, los sistemas económicos,  sociales,  de orden y justicia.


Cambiarán las creencias religiosas y los valores aceptados, el hombre se enfrentará a sus miedos y angustias para resolverlos, y de ese modo podrá sincronizarse con los ritmos del planeta y el universo.  La humanidad se concentrara en su lado negativo y podrá ver claramente que cosa es la que está haciendo mal, este es el primer paso para cambiar de actitud y conseguir la  unidad que permite la aparición de la conciencia colectiva.  Se incrementarán los sucesos que nos separan pero también los que nos unen. La agresión,  el odio,  las familias en disolución, los enfrentamientos por  ideologías, religión, modelos de moralidad o nacionalismo.  Simultáneamente más personas encontraran la paz, aprenderán a controlar sus emociones habrá más respeto, serán mas tolerantes y compresivas y encontraran la unidad. Surgirá un hombre con un altísimo nivel de energía interna, personas con sensibilidad y poderes intuitivos para la sanación, pero también aparecerán farsantes que solo pretenderán tener rédito económico a expensas de la desesperación ajena.  Los mayas predijeron que en 1999 comenzaría la era del tiempo del no-tiempo una etapa de cambios rápidos necesarios para renovar los procesos ideológicos sociales y humanos. Al final del ciclo cada hombre será su propio juez. Cuando el hombre entre al salón de los espejos para examinar todo lo que hizo en la vida, será clasificado por las cualidades que haya desarrollado en la vida;  su manera de actuar día tras día, su comportamiento con los
demás, y su respeto por el planeta, todos se ubicarán acorde a lo que sean.  Los que conservan la armonía comprenderán lo que sucede como un proceso de evolución en el universo.  En cambio habrá otros que por ambición miedo y frustración culparan a los demás o a Dios por lo que sucederá, se generaran situaciones de destrucción muerte y sufrimiento, pero estas también darán lugar a circunstancias de solidaridad y de respeto con los demás, de unidad con el planeta y el cosmos.


Esto implica que el cielo y el infierno se estarán manifestando al mismo tiempo, y que cada ser humano vivirá en el uno o en el otro dependiendo de su propio comportamiento. El cielo con la sabiduría para trascender voluntariamente a todo lo que sucede, el infierno con la ignorancia para aprender con sufrimiento; dos fuerzas inseparables una que comprende que en el Universo todo evoluciona hacia la perfección, que todo cambia. Otra,  envuelta en un plano material que solo alimenta el egoísmo.


En la época del cambio de los tiempos todas las opciones estarán disponibles, prácticamente sin censura de ninguna clase, y los valores morales serán más laxos que nunca para que cada cual se manifieste libremente como es. La segunda profecía afirma que si la mayoría de los seres humanos cambia su comportamiento, Y se sincroniza con el planeta,  se neutralizarán los cambios drásticos que describen las siguientes profecías, hay que ser concientes de que el hombre siempre decide su propio destino especialmente en esta época, las profecías son solo advertencias para que tomemos conciencia de la necesidad de cambiar de rumbo para evitar que se hagan realidad.


3° profecía


La tercera profecía maya dice que una ola de calor aumentará la temperatura del planeta, produciendo cambios climáticos, geológicos y sociales en una magnitud sin precedentes a una velocidad asombrosa.  Los mayas dicen que el aumento de la temperatura se dará por la combinación de varios factores, algunos de ellos generados por el hombre mismo,  que en su falta de sincronía con la naturaleza solo puede producir procesos de auto destrucción.   Otros factores serán generados por el sol,  que al acelerar su actividad por el aumento de su vibración produce mas radiación, aumentando la temperatura del planeta. Cada uno de nosotros de alguna manera ayudamos a contaminar al planeta o a deforestarlo con la contaminación generada por nuestros automóviles y arrojando desechos y basura,  ocasionando que el clima del planeta se vuelva en nuestra contra.  Los cambios están ocurriendo ya,  pero como han pasando muy lentamente, nos hemos adaptados a ellos y no los percibimos.  El proceso de industrialización que tuvo lugar en el siglo xx ha contaminado dramáticamente la atmósfera con sus emisiones de gases tóxicos.  La llamada lluvia ácida,  producto de la quema de carbón o derivados del petróleo y de las emisiones de sulfuro y óxido de nitrógeno en el ámbito industrial,  tienen lugar en todo el mundo y se concentra en las áreas urbanas, corroe los monumentos y puentes,  destruye la pintura exterior, mata los bosques, daña la vida Marina, los suelos cultivados convierten el agua potable en tóxica y reducen la visibilidad. Las chimeneas contaminantes de miles de fábricas indiferentes al daño que provocan,  modificaron las temporadas de lluvias,  las estaciones y el clima. En millones de hogares del planeta aún se cocina con carbón y leña, creando fogatas que emiten grandes cantidades de humo, cenizas,  vapor de agua y gas carbónico.  Todo esto dio lugar a la aparición del efecto invernadero,  pues las concentraciones de partículas de carbono que quedan flotando en la atmósfera,  reaccionan químicamente con los dióxidos aumentando la suciedad y la temperatura. El aire que respiramos está lleno de partículas de monóxido de carbono, de óxido de nitrógeno y de metano, producto resultante de la combustión de la gasolina en los motores de millones de autos y de miles de plantas térmicas de generación eléctrica.


La depredación de selvas para convertirlas en terreno de cultivo, o para extender las ciudades,  se ha convertido en una práctica común.  Se incendian los bosques que purifican el aire al convertir el gas carbónico que contiene en oxigeno. El hombre no es consciente del mal que está causando al planeta, ni de que hay que sembrar para reponer la vegetación que consume, todo el planeta se ha convertido en un gran basural, enviamos contenedores con residuos radioactivos al fondo del mar, cargamos barcos enteros con residuos no degradables.

Las variaciones climáticas a consecuencia de las actividades dañinas del hombre y de los cambios en el comportamiento del sol producen una alteración en las lluvias, disminuye su cantidad, intensidad y regularidad. El aumento de la temperatura producirá fuertes vientos huracanes y tornados. Los Huracanes son tormentas gigantescas y violentas,  un vórtice de destrucción y muerte.  Se los llama huracán en conmemoración del Dios del mal de los aborígenes del caribe, el Huracán Mitch y los fenómenos asociados a la corriente del niño, son evidencia de la tendencia hacia los grandes desastres causados por el clima,  el sistema hidráulico es fundamental,  pues la tierra está cubierta en un 70 por ciento de agua, al aumentar la temperatura disminuirá la humedad relativa en el ambiente,  lo que traerá como consecuencia menos nubosidad en el cielo y mayor exposición al sol agravando así el problema.  Así se evaporará el agua de los suelos produciéndose grandes sequías y muchos incendios forestales en todo el planeta, la falta de agua producirá grandes inconvenientes en toda la vegetación, reduciendo su crecimiento y disminuyendo considerablemente el tamaño de las Cosechas.


Al reducirse la cantidad de agua de lluvia,  también menguará el caudal de los embalses y lagos, creando serios problemas a toda la fauna de la tierra.  Todo esto causara un fuerte impacto en la economía;  habrá desabastecimiento y muchos productos que dependen del clima como los forrajes los cereales el pescado y la energía hidroeléctrica subirán de precio de modo vertiginoso. Serán épocas de racionamiento hambre y descontento social, aumentara el numero de plagas e insectos y las enfermedades tropicales como la malaria.  El comportamiento del hombre será crucial para sobre llevar el aumento general de la temperatura causada por su propia conducta inconsciente y depredadora.


4° Profecía


La cuarta profecía maya dice que el aumento de temperatura causado por la conducta anti ecológica del hombre y una mayor actividad del sol,  provocara un derretimiento de hielo en los polos al aumentar sus niveles de actividad por encima de lo normal,  habrá una mayor producción de viento solar, más erupciones masivas desde la corona del sol, un aumento de la irradiación y un incremento en la temperatura del planeta. Los mayas se basaron en el giro de quinientos ochenta y cuatro días del planeta venus, para calibrar sus cálculos solares, Venus es un planeta fácilmente visible en el cielo, pues su orbita esta entre la tierra y el sol.

Ellos dejaron registrado en el códice Dresde que cada 117 giros de venus marcados cada vez que aparece en el mismo sitio en el cielo, el sol sufre fuertes alteraciones, aparecen enormes manchas o erupciones de viento solar. Advirtieron que cada 1.872.000 kines o 5.125 años se producen alteraciones aun mayores y que cuando esto ocurre el hombre debe e

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