Mediante diversas tradiciones culturales las comunidades indígenas son ejemplo de paz, de convivencia, de solidaridad y armonía, en medio de un panorama violento que no es compatible con el perdón.

 

Con bailes, danzas y muchas, muchas flores arrancó este 24 de febrero en la Casa de los Comuneros, sede del Instituto de Cultura y Turismo de Bogotá, uno de las fiestas más tradicionales del pueblo Inga y Kamëntsá del Valle de Sibundoy, departamento del Putumayo, el Carnaval del Perdón.

 

Alrededor de esta fiesta se han conglomerado más de 100 delegados de las dos etnias, como también participarán de manera activa la Organización Nacional Indígena de Colombia (ONIC), la Organización de los Pueblos Indígenas de la Amazonía (OPIAC), el Instituto Colombiano de Antropología e Historia (ICANH), el Ministerio de Cultura, el Museo del Oro, el Museo Nacional, el Convenio Andrés Bello, Maloka, la Defensoría del Pueblo, el Planetario Distrital, la Academia Luis A. Calvo, los gobernadores de los cabildos Kankuamo, Muisca y Quechua, y la Gerencia de Música y el Proyecto Media Torta del IDCT.

 

El Nucanchipa Atunpucha, como se llama esta festividad en su propia lengua, es un encuentro de unión y reconciliación que todos los años por esta época celebra la comunidad Inga, pueblo descendiente de los antiguos Incas peruanos que se instaló en la hoy región del Alto Putumayo, poco antes de la llegada de los españoles.

 

Las cantos y danzas que engalanan el Carnaval hacen alusión a la fraternidad y prosperidad comunitaria. Flores y ortigas son sus principales elementos simbólicos, pues con ellas cada persona expresa el perdón que otorga o recibe de alguien.

 

“Este acto consiste en que cada persona escoge un compañero, y entre los dos se rocían flores en la cabeza y el cuerpo como acto simbólico de pedir perdón; si, por el contrario, se le fustiga suavemente con una ortiga, es símbolo de que es él quien está siendo perdonado”.

  

La Casa de los Comuneros se ha convertido con el Carnaval un espacio de intercambio de vivencias, alegrías y perdones, se ha vestido “con toda la sabiduría y simbología del pueblo Inga. Bajo los versos Kansankamalla Muiusunchi, que traducen “bailemos hasta que vivamos”, y que reflejan la vitalidad cultural de la comunidad hermana”.

 

Este carnaval será además, el abre bocas de MINGA, el Primer Encuentro de Culturas y Saberes Indígenas, que se realizará en Bogotá del 2 al 7 de marzo. que realizará en Bo el Instituto de Cultura y Turismo del 2 al 7 de marzo. 

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