El Foro Permanente de las Naciones Unidas para las Cuestiones Indígenas concluyó el pasado 21 de mayo su tercera sesión anual con la adopción de una serie de recomendaciones para mejorar la vida de la población autóctona. El informe que recoge las inquietudes y expectativas que durante 10 días discutieron representante nativos de todo el mundo.
Marcos Matías Alonso, uno de los 16 expertos independientes indígenas que integran el Foro, señaló que las mujeres, los niños y los pueblos indígenas en general esperan resultados. “Me parece importante también evitar que este espacio se convierta en una fábrica de recomendaciones y de papel” sin ningún impacto. Advirtió que va a estar en juego su credibilidad, autoridad y legitimidad.
El tema principal del Foro fue Las Mujeres Indígenas, y alrededor de este se discutieron los siguientes ítem: 1. Educación; 2. Cultura; 3. Derechos humanos; 4. Desarrollo económico y social; 5. Medio ambiente; 6. Salud; y 7. Futura labor del Foro, entre los más importantes.
“El Foro reconoce las singulares contribuciones de las mujeres indígenas en el seno de sus familias, comunidades y naciones y en el plano internacional. Al propio tiempo, el Foro expresa su preocupación por las múltiples formas de discriminación que experimentan las mujeres indígenas, por razones de género, raza y etnia, y los complejos problemas que se derivan de esa discriminación. Además, la globalización presenta nuevos desafíos y problemas para las mujeres indígenas en muchas partes del mundo. Las funciones de las mujeres indígenas se han erosionado debido al efecto combinado de la pérdida de los recursos naturales y el agotamiento de los ecosistemas, su transformación en economías monetarias, la modificación de las estructuras locales, sociales y de adopción de decisiones y la carencia de reconocimiento político en el contexto del Estado”, señala el informe.
Finalmente, Matías Alonso adelantó que ha comenzado un estudio sobre las ventajas de establecer un Foro Permanente en las Américas. Explicó que el objetivo sería establecer una interlocución más cercana entre las agencias regionales de la ONU, los gobiernos y los líderes indígenas para crear programas que verdaderamente respondan a las necesidades en el terreno.
Lea el texto completo del informe