Hace mucho tiempo pregunté en este medio ¿de qué raza hablamos cuando mencionamos el día de la Raza?. Tuve muchas contestaciones, y poco a poco el tema se fue diluyendo. Así me enteré de la creación por parte de Yrigoyen, de la celebración, nacida más que nada con una idea de integración, y para cortar un poco "la mala onda" con los españoles, a quienes todavía se veía como enemigos. Por otra parte, bajo el monumento al Cid Campeador hay un texto que reza: "Siglo Xl. El Cid Campeador. Encarnación del heroísmo y espíritu caballeresco de la raza". 

 

Vuelvo a preguntar, retóricamente, ¿a qué raza se refiere? No se me ocurre más que una especie de conglomerado conceptual: blanca, católica, española. Y no me simpatiza. Pero quiero aclarar que no soy un indigenista, y que si bien los españoles entraron en América a sangre, cruz y fuego, los nativos no eran paz y amor precisamente. Casi todas las etnias nativas sacrificaban niños a los dioses (hace poco se descubrieron dos momias de niños asesinados en uno de estos rituales, en los Andes Salteños, o Jujeños), sacrificaban doncellas (hay pozos y ciénagas que lo demuestran) o invadían pueblos vecinos para conseguir esclavos o más sujetos para el sacrificio. 

 

Estoy de acuerdo con que no hubo un descubrimiento, hacía 30. 000 años estas tierras ya habían sido descubiertas por seres humanos, que no eran de la "raza" del Cid. Y hablar de descubrimiento es, sí, verlo desde el punto de vista de los europeos (bueno, ¿no lo hemos hecho siempre?). Tampoco me gusta lo del "encuentro" (de "razas", como gustan llamarlo algunos), yo hablaría más bien de un ENCONTRONAZO, inevitable, por cierto. En algún momento tenía que pasar, y la Historia nos muestra una y otra vez, que el más poderoso la escribe. Y si hubiesen sido los aztecas o los incas los exploradores de allende los mares, ¿no habrían intentado acaso imponer sus dioses y convicciones a los descubiertos europeos? La respuesta es sí, porque pertenecían, pertenecen, a la especie (no raza) Homo sapiens. 

 

Volviendo a las razas, acuerdo absolutamente con Erasmo Almará. No se trata de decretar la existencia o no de razas, simplemente que no es un concepto útil para trabajar en antropología y/o biología humana. Se han citado varios centíficos que han propuesto, por esta razón, no hablar más de razas. Yo voy a citar a Luiggi Lucca Cavalli Sforza (ítaloamericano, U. de Stanford) "las diferencias entre los grupos étnicos, como el color de la piel, por ejemplo, son mucho menos importantes que las barreras culturales" "las razas no son más que nociones arbitrarias sin fundamentos científicos". Hubo una extensa nota al respecto, titulada (para mi alegría) "Las razas no existen" en "Página 12" del 8 de febrero de 1992, que se puede solicitar al citado diario (no está en Internet) o les mando fotocopias por correo. Está "El Correo de la Unesco" de marzo de 1998; y el de Noviembre de 1983. También "Genes pueblos y lenguas" de Cavalli Sforza (Drakontos, con la introducción basta...), o busquen Albert Jacquard en Internet. 

 

Que varios científicos hagan este tipo de declaraciones es un aporte en la lucha contra el racismo, para poder quitarle letra a esos loquitos que cada tanto aparecen y con el consabido "la ciencia dice" "la ciencia ha demostrado" hablan de superioridades raciales de tal o cual grupo. Ya Levy Straus (y creo que Sartre también) opinaban con razón que hablar de razas es darle aire al racismo. Coincido. 

 

La Unesco organizó en 1981 un coloquio en Atenas, cuya finalidad era luchar contra el racismo con argumentos de la razón y no del corazón (sic). Participaron 22 científicos (antropólogos, genetistas, psicólogos, sociólogos, etnólogos, etc.) Sus conclusiones (Llamamiento a los pueblos del mundo y a todos los seres humanos) están en "El correo de la Unesco" de mayo de 1981. Adivinen cuál fue la conclusión general. 

 

Estimados colegas, no se trata de abolir términos, sino de dejar de usarlos mal. El sentido común, o esa "ciencia del hombre común" de que habla Atanasio, es algo contra lo que la Ciencia lucha desde siempre. El sentido común, ciencia del hombre común, decía que la Tierra era el centro del Universo; o que el cerebro servía para enfriar la sangre; o que los seres humanos provenían de otros seres humanos y no de simios ancestrales; o que el fuego se debía al "flogisto" que contenían los cuerpos. También el sentido común dice que un africano watusi pertenece a una "raza" distinta a la mía. ¿Y mi hijo, que yo tendría con una watusi, a qué raza pertenece? ¿Y sus hijos con una esquimal? ¿A qué "raza" pertenecerían mis nietos?

 

Los genetistas han tratado de encontrar genes marcadores: grupos de genes que identificarían a tal o cual raza; ha sido imposible. No existen. Las razas animales son algo así como las subespecies, o las variedades en vegetales. Distintas causas han aislado a ciertos grupos, y han concentrado paquetes de genes en unas y otras. Donde es fácil encontrar razas es en los animales y vegetales domésticos, porque han sido objeto de selección artificial: el hombre concentró una serie de características a su gusto en diferentes especies. Entonces en los perros, caballos, trigo, maíz, vacas, cabras, azaleas, arvejas, naranjas, etc. puedo encontrar paquetes de genes marcadores de tal o cual raza, por que, yo, Homo sapiens, desde el comienzo de la Historia, así lo dispuse.

 

Pero los hombres, el Homo sapiens, no ha sufrido selección artificial, sino natural, y no hay grupos ni paquetes de genes característicos de grupos étnicos. Si se representa a distintas poblaciones de organismos con puntos cuyas distancias en el papel sean las distancias génicas, para los perros habría nubes de puntitos: una para los salchichas, otra para los dogos, otra para los doberman, etc., bien separadas unas de otras... Pero para los seres humanos no habría nubes definidas, sino una gran nube, en la que un punto muy lejano de otro representaría la diferencia entre un watusi y yo, con infinidad de combinaciones intermedias entre él y yo, con una imposibilidad absoluta de marcar un límite entre negros, mestizos, blancos, mulatos, zambos, etc. Esos límites se han querido poner, y nunca funcionaron. Por eso hay clasificaciones de 5 razas, de 30 razas y de 300 razas, y si seguimos intentándolo, haremos clasificaciones de 3000 razas. Por eso hay tantas clasificaciones, por la misma razón por la que cada día hay una dieta nueva para bajar de peso: porque ninguna sirve, porque parten de una premisa falsa. 

 

Las diferencias entre los hombres, a diferencia de los animales y plantas dométicas, SON GRADUALES. Cualquier frontera o límite que querramos poner entre ellos es absolutamente ARBITRARIA Y ANTICIENTÍFICA ...e inútil. Por eso, humildemente, muchos científicos han propuesto, sugerido, dejar de usar ese término que provoca más daño que beneficio. 

 

Atanasio: no hay tal ciencia del hombre común, en todo caso hay un (respetable) conocimiento vulgar (vulgo = pueblo) que es una buena base para llegar al conocimiento científico, al que sólo se llega con método (que el anterior no tiene). El conocimiento vulgar se queda en la formulación de la hipótesis, pero no la verifica ni la contrasta. No creo que vayas a un curandero, consultes el horóscopo, o vayas a una terapeuta de vidas pasadas y reencarnaciones para solucionar algún problema que te aqueje. 

 

*Biólogo y Profesor de Enseñanza Media y Superior (UBA) 

 

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