Ubicados en el sur del departamento de Cordoba, sobre los rios Sinu y Esmeralda, y colindando con el Parque Nacional Natural de Paramillo, la comunidad indigena de los Embera Katio quiere que se les respeten sus derechos humanos.

 

Los Embera del Alto Sinú, pertenecen al grupo Embera que se extiende por todo el Pacífico y el Occidente colombiano. Habitan la parte alta de la cuenca del Río Sinú, en un espacio de 103. 517 hectáreas que conforman el resguardo Êmbêra Katío del Alto Sinú, constituido mediante resolución No. 053 de diciembre de 1998.

 

Este territorio coincide en gran parte con el Parque Nacional Natural de Paramillo y abarca los ríos Esmeralda (Kuranzadó), Verde (Iwagadó), Cruz Grande (Kiparadó) y la parte alta del río Sinú (Keradó).

Los Embera le han dado gran importancia a estos rios ya que son su fuente de vida. El río es el elemento que posibilita las interrelaciones de los hombres entre sí y de los hombres con la naturaleza. El río es naturaleza, pero también es cultura. Sin los ríos la comunidad Emberá, tal vez, no existiría como tal.

El hombre Emberá es cazador y pescador. La cacería es diurna e individual. Las presas más preciadas son los puercos salvajes o pecaríes, los venados, las guaguas y los ñeques o agutí.

Sin embargo, en cuanto a la pesca, el desarrollo del proyecto hidroeléctrico Urrá, que modificó la corriente de los principales ríos, trajo como consecuencia la "muerte" de esta importante actividad.

Y no solo fue la muerte de esta actividad, sino la muerte de muchos indigenas que levantaron su voz de protesta en contra de Urra y que aun lo siguen haciendo.

La protesta y querer hacer respetar su territorio les trajo consigo consecuencias irremediables como detenciones y desapariciones arbitrarias a miembros y lideres de las comunidades y organizaciones bajo la acusación de terrorismo o rebelión ; desplazamiento forzado de familias y asesinatos de miembros del resguardo.

Desde la construccion de la Hidroelectrica Urra, los Embera se convirtieron en blanco estrategico para ser explotados, humillados, acorralados por los paramilitares, quienes buscan, en favor del gobierno, o de quien sabe quien, que los Emberas salgan de alli, les entreguen el dinero que ellos tienen como indemnizacion, o simplemente, colaboren diciendo donde estan los guerrilleros.

‘Los pueblos indigenas hemos sido estigmatizados’

Para los indigenas Embera ha sido dificil tener que adpatarse a un nuevo estilo de vida en el que o son señalados como guerrilleros, como paramilitares o colaboradores del Ejercito pero no como lo que realmente son : una cultura.

Dia y noche conviven con el sonido de las balas, con el olor a polvora, con el rumor de que alguno de sus compadres fue secuestrado o que lo mataron, o que sus vecinos tuvieron que salir corriendo de su casa porque alguno de los grupos armados ilegales o el Ejercito les dijeron que tenia que ser asi.

 

Los helicopteros sobrevolando la zona, patrullas del Ejercito deambulando, hombres camuflados sin identificar son el pan de cada dia en su territorio, ya la paz deja de reinar. Ellos no confian, no pueden confiar, son un ente mas en el conflicto, pero, al parecer, para muchos, un ente activo.

 

Aunque ellos asi no lo quieran, terminaron siendo otro blanco, blanco para atacar, blanco para hablar, blanco para callar, o un blanco que desaparece entre la selva madre.

 

En la comunidad sigue existiendo el temor : temor a denunciar los atropellos de los cuales han sido victimas, y no es para menos si cada vez que ellos hacen esto, un miembro de su etnia es asesinado o secuestrado.

 

A pesar de que los Emberá siempre han ratificado su posición de neutralidad frente a los grupos armados legales e ilegales que se disputan el control; esta posición ha generado amenazas y asesinatos a lideres y comunidades, que prefieren huir a quedarse sentados esperando la ayuda del Gobierno Central que nunca llega o llega tarde.

 

La mayor parte de los hostigamientos se presenta por parte de las Autodefensas Unidas de Colombia, ya que son estas las que se encuentran en cercanía a su territorio y las que protegen intereses o del Gobierno o de grandes terratenientes de la zona.

 

Los paramilitares hacen incursiones a sus territorios, argumentando que los están protegiendo, pero lo que hacen es no permitir el ingreso de medicamentos, combustibles o alimentos, buscando con ello despojarlos de dichos territorios, sacarlos a la fuerza.

 

Pero a este grupo le ha sido difícil conseguir este objetivo porque los Emberá es uno de los grupos indígenas con mas alta población indígena, con gran nivel organizativo y avances en el campo de la representación política.

 

No pueden denunciar al grupo que los ha venido hostigando desde hace mucho tiempo: las AUC, por el simple hecho de que si los denuncian o son ellos o el mismo Ejercito, los encargados de desaparecer al ‘no colaborador’, al ‘sapo’.

 

Las autodefensas, además de posicionarse para el control estratégico de toda la zona, han buscado apropiarse de las regalías y recursos generados por la empresa Urrá S.A., al igual que esta la presencia de diversos recursos naturales de gran importancia como yacimientos de oro, ferro níquel y carbón, haciendas de ganado vacuno y extensiones de cultivos agrícolas, especialmente de algodón y yuca.

 

El Ejercito tiene presencia militar en los territorios indígenas del Alto Sinú desde el 22 de octubre de 2002, lo cual constituyo un factor de riesgo para los Emberá pues la guerrilla los tilda como colaboradores del Ejercito y los paramilitares los obligan a ayudarles a ellos.

 

La guerrilla, entonces, también ha mantenido una persecución permanente contra ellos en la medida en que interpretan las acciones de resistencia civil de ellos como acciones de corte paramilitar que lesionan sus intereses.

 

Este grupo armado ilegal no acepta en ellos ningún tipo de derechos, máxime si se trata del ejercicio de su autonomía, ya que afectan su propia estructura de poder y su propia concepción de reforma agraria revolucionaria.

 

Por eso han dicho que ‘el bloque Jose Maria Cordoba de las FARC ha manifestado que el proposito de su presencia en el territorio del Alto Sinu era aclarar la posicion del pueblo Embera Katio frente a su proyecto politico-militar y amenazar con tomar represalias por las denuncias que desde el mes de febrero del presente año han adelantado los cabildos mayores del rio Sinu y rio Verde sobre su intervencion en el resguardo’.

 

Y, por su parte, las AUC han manifestado su intencion de arremeter contra las comunidades que permitan o favorezcan las incursiones de la insurgencia, evitando a toda costa el regreso de las FARC.

 

Como consecuencia del conflicto armado, de toda esta disputa territorial y casi que mental, los drecehos que mas les han sido vulnerados a los Embera y a la mayoria de poblaciones indigenas son :

 

El derechos a la vida, a la libertad, el derecho a la diferencia, a la autonomía, al trabajo, al territorio, al desarrollo libre de la personalidad, a la consulta previa en proyectos de desarrollo, a un medio ambiente sano, la libre movilización, la libertad de expresión.

 

Pero, por la dinámica del conflicto, los pueblos indígenas también han visto afectados sus derechos colectivos, económicos, políticos y culturales con situaciones y acciones que perturban su participación política, el acceso a servicios sociales y las posibilidades de libre desarrollo de su modelo de vida, sus usos y costumbres ancestrales.

 

Los tipos más frecuentes de violación de sus derechos son:

Los homicidios, las amenazas, los hostigamientos, el confinamiento y el desplazamiento forzado.

 

Las formas de desplazamiento son:

 

1.       Desplazamiento interno dentro de un territorio o hacia otros resguardos,

2.       Desplazamiento transfronterizo hacia otro país o hacia otras comunidades de la misma etnia de otro país,

3.       Desplazamiento hacia los cascos municipales o urbanos.

 

Es por ello que los Embera Katios de Cordoba le exigen a los actores aramados que respeten su derecho a vivir en paz en sus territorios milenarios, donde habitan mas de 34 mil nativos, y rechazan energicamente la actitud y la posicion de estos grupos que insisten en involucrarlos en el conflicto.

 

Gracias a este conflicto y las políticas del actual gobierno, las poblaciones indigenas se encuentran en un proceso acelerado de empobrecimiento ya que su tejido social se viene fragmentando al disgregar las comunidades, asesinar y perseguir a sus autoridades, romper las relaciones familiares e incidir negativamente en los jóvenes. 

 

La busqueda por el control de territorio se convirtio en genocidio de pueblos ancestrales, de culturas llenas de riqueza. No mas violacion de derechos humanos contra un pueblo que lo unico que desea es el respeto sagrado de su territorio, al igual que el respeto a sus derechos fundamentales como grupo indigena.

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