En la Sierra Nevada de Santa Marta, entre el 22 y el 25 de junio de 2005 se realizó en la comunidad de La Mina, Resguardo Indígena Kankuamo, el Tercer Congreso del Pueblo Kankuamo. Este Congreso que fue convocado con el propósito principal de habilitar un espacio de discusión, amplio y autónomo, que permitiera seguir avanzando en el proceso de revitalización cultural, de reconstrucción étnica y de recomposición territorial que el pueblo Kankuamo comenzó hace algo más de quince años, terminó poniendo de presente la madurez alcanzada por el proceso organizativo del pueblo Kankuamo.

En el Tercer Congreso del Pueblo Kankuamo se hicieron presentes cuatrocientas personas aproximadamente, entre autoridades, representantes, líderes y delegados de cada una de las doce comunidades que constituyen el pueblo Kankuamo. También estuvieron participando en el Congreso delegados de los pueblos Wiwa, Kágagaba e Ika, con lo que se evidenció que las alianzas que se han construido con estos pueblos se fortalecen cada día más. Así mismo se hicieron presentes delegados de la Organización Nacional Indígena de Colombia, (ONIC) y de la Organización Indígena de Antioquia (OIA).

Cabe mencionar también la presencia de miembros de las Brigadas Internacionales de Paz, con las cuales el pueblo Kankuamo quiere formalizar una alianza estratégica que le ayude a blindarse contra los actores armados, y de la Corporación Colectivo de Abogados José Alvear Restrepo. La presencia institucional, tanto del Gobierno nacional como del Estado, estuvo a cargo del Programa Presidencial de Derechos Humanos de la Vicepresidencia de la República, del Ministerio del Interior y de Justicia, del Ministerio de Relaciones Exteriores, de Acción Social de la Presidencia de la República y de la Defensoría del Pueblo.

Las discusiones escenificadas en el Congreso se hicieron en el seno de las siguientes Comisiones: i) Educación, ii) Salud, iii) Territorio y Medio Ambiente, iv) Organización y Gobierno Propio, v) Género y Mujer, vi) Identidad y Cultura y vii) Derechos Humanos y Derechos Colectivos. Las conclusiones que se presentaron en cada Comisión aportaron a la construcción de un Mandato que orientará, por los próximos dos años cuando se celebre el Cuarto Congreso del Pueblo Kankuamo, los destinos del Cabildo Mayor y de la Organización Indígena Kankuama (OIK).

En el Congreso se presentó una amplia discusión frente a la manera como debería ser elegido el Cabildo Gobernador y otros miembros del Consejo de Gobierno de la Organización Indígena Kankuama (OIK).

Sobre el particular se presentaron dos posiciones: una que sostenía que estos cargos dignatarios deberían seguir siendo escogidos a través del trabajo de adivinación de los Mayores y Mamos Kankuamos con la colaboración de Mamos Wiwa, Ika y Kágaga y otra que argumentaba que la elección de estos dignatarios debería hacerse mediante el procedimiento de votación y con la participación exclusiva de los Kankuamos delegados oficiales al Congreso.

Después de arduas deliberaciones, el Congreso definió que la escogencia de los cargos dignatarios la harían, en otro escenario y en otro momento, los Mayores y Mamos Kankuamos con el apoyo de los Mamos de los otros pueblos indígenas de la Sierra Nevada de Santa Marta. La conclusión, en ese sentido, fue que el Congreso acataría y respetaría el resultado que arrojara el trabajo tradicional y de adivinación.

Esta decisión tomada por consenso en el seno del Congreso resultó siendo un espaldarazo al trabajo que viene adelantando el actual Cabildo Gobernador del pueblo Kankuamo quien le ha venido dando un preponderante papel al trabajo espiritual tradicional realizado por los Mayores y Mamos y quien ha venido insistiendo en la necesidad de fortalecer la relación con estas autoridades tradicionales.

Estas dos posiciones reflejan dos tendencias al interior del pueblo Kankuamo: Una, la mayoritaria, que plantea la posibilidad de hacer grandes transformaciones precisamente a partir de la valoración y validación de las tradiciones culturales más significativas, entendiendo, en ese contexto, que la tradición y el cambio son simplemente dos eventos que se relacionan de manera dialéctica y que en modo alguno se contraponen, y otra, que es minoritaria y que es enarbolada por los Kankuamos que históricamente más relación han tenido con la llamadaa sociedad mayoritaria, que asume la recuperación de la memoria como una vuelta al pasado que los sitúa de espaldas a la modernidad.

Luego de casi diez años en que el Congreso no había podido llevarse a cabo, entre otras razones, por las constantes violaciones a los derechos humanos de que viene siendo víctima el pueblo Kankuamo y debido a las persistentes infracciones al Derecho Internacional ocurridas en su territorio a causa del conflicto armado interno que se apoderó de la Sierra Nevada de Santa Marta, el Tercer Congreso del Pueblo Kankuamo terminó con un vehemente llamado a todos los actores del conflicto para que respeten su territorio y a su gente.

La presente Declaración recoge el Mandato final del pueblo Kankuamo frente al tema de los Derechos Humanos y el Derecho Internacional Humanitario. De esta Declaración se puede resaltar el que el Congreso haya mandatado al Cabildo Mayor y a la Organización Indígena Kankuama (OIK) para que asuman el esclarecimineto de los procesos que la justicia ordinaria les ha abierto, por rebelión, a veintisiete detenidos Kankuamos, en la perspectiva de su liberación inmediata y sin condiciones, en caso de ser encontrados inocentes o de su juzgamiento bajo la Jurisdicción Especial Indígena, en caso de encontrarse méritos suficientes para consideralos culpables. A continuación, el texto íntegro de la Declaración.

DECLARACIÓN

DEL TERCER CONGRESO DEL PUEBLO KANKUAMO

SOBRE LA SITUACIÓN DE DERECHOS HUMANOS Y DERECHO INTERNACIONAL HUMANITARIO

 

1. El Territorio Indígena Kankuamo es un escenario de paz. El conflicto armado se ha metido en nuestras tierras, en nuestra gente y en nuestras vidas, con la terrible consecuencia de traer muerte, desplazamiento, hambre, desarraigo, destrucción y desintegración étnica y cultural. Rechazamos la intromisión de los actores armados, la vinculación forzosa de indígenas a los diferentes grupos armados y las campañas y estrategias de reclutamiento dirigidas a nuestros jóvenes, mujeres y líderes (soldados campesinos, red de cooperantes e informantes, pago de recompensas, amenazas, chantajes, etc.) Igualmente rechazamos la utilización de nuestros niños y niñas como “colaboradores” y “mandaderos” de los actores armados.

 

2. Los actores armados deben respetar nuestro territorio y a nuestra gente. Exigimos el respeto por nuestro territorio y nuestras autoridades por los actores en conflicto, demandándoles que se abstengan de ocupar y utilizar nuestras casas, teruarikas (casas ceremoniales), escuelas, puestos de salud, hospitales, y demás bienes civiles, como campamentos de paso y trincheras; y nuestra gente como escudos humanos. Especialmente, cuando la Fuerza Pública requiera de traslado, movilidad y tránsito de tropas, se le insta a concertar oportuna y adecuadamente estas acciones con las autoridades indígenas tradicionales. Así mismo exigimos que esta presencia sea pacífica y respete la cultura y los derechos humanos del pueblo Kankuamo. La histórica marginación de los territorios indígenas no debe ser resuelta exclusivamente a través de la presencia militar, esta deuda histórica debe saldarse con una presencia de toda la institucionalidad civil del Estado realizada, en concertación con nuestras autoridades.

 

3. La Sierra Nevada es una inmensa Teruarika. El carácter sagrado que tiene la Sierra Nevada para los cuatro pueblos indígenas que la habitamos, debe ser reconocido plenamente por toda la humanidad. En consecuencia, políticas como las fumigaciones de cultivos de uso ilícito, privatización de los parques naturales nacionales, instalación de Batallones de Alta Montaña, construcción de megaproyectos extractivos, hidroeléctricos, viales, turísticos y de expansión de monocultivos, desconocen esta calidad y atentan contra la pervivencia cultural de nuestros pueblos, máxime cuando no hemos sido consultados. Siendo conscientes que nuestra misión de guardianes del mundo y de la Sierra Nevada requiere de un trabajo conjunto y en estrecha alianza con los pueblos Arhuaco, Kogi y Wiwa, el pueblo Kankuamo fortalecerá los lazos de hermandad con estos pueblos y aportará sus esfuerzos para fortalecer al Consejo Territorial de Cabildos (CTC).

 

4. Tras la huella de nuestros Mayores. El pueblo Kankuamo se encuentra en proceso de recuperación y fortalecimiento de su Gobierno propio, en el cual ha venido trabajando desde hace más de una década. La afirmación de nuestras autoridades, la consolidación de nuestras instancias organizativas y los esfuerzos por garantizar nuestra pervivencia, deben ser reconocidos y apoyados por la sociedad mayoritaria. Demandamos del gobierno nacional, departamental y municipal, el respeto a la autonomía de nuestro pueblo. Nuestras autoridades son elegidas por nosotros mismos de conformidad con nuestros usos, costumbres y procedimientos, debe definirse un mecanismo para hacer coincidir nuestros cargos de autoridad, con otros cargos que vienen siendo elegidos desde fuera de nuestro territorio.

 

5. Nuestra ley es la Ley de Origen. En nuestro territorio son nuestras autoridades las que administran justicia, no tenerlo presente atenta contra nuestra autonomía y gobernabilidad. Pedimos respeto por parte de las autoridades del Estado (fiscalía y jueces), para que sean nuestras autoridades las que resuelvan los conflictos al interior de nuestras comunidades. En ejercicio de la Jurisdicción Especial Indígena, frente a acusaciones de comisión de delitos por parte de miembros de nuestro pueblo, es la autoridad indígena, la llamada a impartir justicia.

 

6. Semaneros, baluartes de la resistencia civil. Como una estrategia de protección de nuestro pueblo frente al conflicto armado nuestras autoridades seguirán trabajando en el fortalecimiento de los “Semaneros” como una instancia autónoma y civil, sujeta a nuestras autoridades tradicionales, encargada del control social, de la vigilancia y de la seguridad de nuestro territorio y de nuestra gente. Los “Semaneros” son, en otras palabras, los llamados a ser el pilar de la resistencia civil de nuestro pueblo y tienen todo el reconocimiento, respeto y apoyo del pueblo Kankuamo.

 

7. Lejos del Consejo de nuestros Mamos y Mayores. Respecto a los 27 kankuamos que se encuentran actualmente detenidos acusados de rebelión, se puede decir lo siguiente: primero, son indígenas kankuamos que han vivido todo el tiempo en las comunidades, principalmente, de Atánquez y Guatapurí; segundo, varios de ellos son líderes que han ejercido autoridad al interior del Cabildo Mayor; tercero, su detención se produjo sin tener en cuenta la opinión de nuestros órganos de justicia propios; cuarto, las condiciones de detención en que se encuentran no sólo atentan contra su dignidad (ya que presentan enfermedades, mala alimentación, falta de higiene y precaria salubridad), sino que amenazan seriamente su identidad como kankuamos al negárseles espacios de desarrollo de sus prácticas culturales; quinto, han solicitado a nuestras autoridades revisar su situación jurídica y asumir la jurisdicción propia. De allí que para nuestras autoridades la acusación que pesa sobre ellos, se da por el sólo hecho de habitar la Sierra Nevada, asumir el liderazgo organizativo y denunciar hechos violatorios de nuestro pueblo. En esa medida son víctimas y no culpables de la intromisión de los actores armados en el territorio. En ejercicio de nuestra autonomía hemos decidido conformar una comisión independiente e imparcial, encargada de revisar los procesos, y en caso de que así proceda, declarar la inocencia de los investigados o definir las sanciones correspondientes de acuerdo a nuestros usos, costumbres y procedimientos.

 

8. No estamos solos. Diferentes organismos internacionales de derechos humanos, entre ellos la Corte Interamericana de Derechos Humanos han ordenado al Estado colombiano “adoptar las medidas necesarias para garantizar la vida y la integridad de los integrantes del pueblo Kankuamo de la Sierra Nevada de Santa Marta”. En cumplimiento de ese mandato y las medidas provisionales otorgadas, las autoridades estatales, la Organización Indígena Kankuama (OIK) y las organizaciones acompañantes del proceso, han constituido, con el aval del pueblo Kankuamo, un Grupo de Trabajo, con el objeto de concertar e implementar acciones para garantizar la pervivencia de nuestro pueblo. Es el sentir del pueblo Kankuamo que los compromisos adquiridos en este escenario de diálogo se lleven a la práctica, que las estrategias y actividades sean definidas prontamente, que acaten las resoluciones y conclusiones emanadas del Congreso del Pueblo Kankuamo celebrado en La Mina, Resguardo Indígena Kankuamo, entre el 22 y 25 de junio de 2005, y que acompañen los esfuerzos de nuestro pueblo por hacer resistencia civil al conflicto.

 

 

La Mina, Resguardo Indígena Kankuamo, 25 de junio de 2005

 

 

 

 

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