Una nueva alarma fue encendida en Europa frente a la aprobación de la patente Terminator, que provoca esterilidad en la segunda generación de plantas genéticamente modificadas. La denuncia fue realizada por el grupo ambientalista Greenpeace en Ámsterdam, quien aseguró que la patente EP 775212B, fue otorgada a la empresa Delta&Pine Land con sede en Estados Unidos y más solicitudes esperan veredicto en Australia, Brasil, China, Hong Kong, Japón, Turquía y Sudáfrica.

 

Los principales afectados con la implementación de esta tecnología serían los agricultores quienes se verían forzados a comprar nuevas semillas cada año, pues no podrían semillas de tales plantas para su próximo ciclo de cultivo, ya que Terminador produciría semillas estériles, creando monopolio y control artificial de éstas.

 

Según Greepeace, “esta es una amenaza real para el 80% de los agricultores en el mundo que guardan sus semillas para volver a plantarlas”. Igualmente, la red de organizaciones rurales y ambientalistas, que lidera la campaña “Terminar Terminador”, reveló que otra patente se concedió en Canadá, el 11 de octubre de 2005.

 

Según Christoph Then, activista internacional de Greenpeace contra la ingeniería genética, "necesitamos una prohibición global de esta tecnología y de la posibilidad de patentar semillas.  Esos instrumentos corporativos destruirán la espina dorsal del suministro global de alimentos, haciendo imposible que los agricultores puedan utilizar su propia cosecha para sembrarla".

Aunque la introducción al mercado de la Tecnología Terminador ha sido bloqueada, gracias a las manifestaciones internacionales, se cree que la industria de la ingeniería genética usará toda la presión posible para que esta tecnología se legitime en la reunión del Convenio de Diversidad Biológica de Naciones Unidas en marzo del próximo año, de ahí el llamado de agricultores, campesinos ambientalistas y pueblos indígenas a unirse a su rechazo.
Escribir un comentario

Código de seguridad
Refescar