Las multinacionales Bechtel, Edisson Aem y Abengoa, fueron obligadas a retirar la demanda de indemnización de 50 millones de dólares contra el estado boliviano por falta de lucro. El pasado jueves 19 de enero representantes de Bechtel, Abengoa y el gobierno boliviano, firmaron en la ciudad de Santa Cruz, Bolivia, un acuerdo en el que ambas partes dejan sin efecto un proceso judicial que se mantenía desde hace seis años en instancias del Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones (CIADI). El juicio iniciado por las dos empresas internacionales contra el Estado boliviano por daños y perjuicios de sus inversiones en Cochabamba tras las movilizaciones que concluyeron con la expulsión de esta multinacional del país andino.

 

En el año 2000, en los hechos conocidos como la ‘guerra del agua’, los bolivianos y más específicamente los ciudadanos de Cochabamba se revelaron contra el aumento desproporcionado de las tarifas del agua que incluso alcanzaron un 300%, excluyendo así a más del 50% de la población del acceso al agua. La privatización de un bien común como el agua y el ‘tarifazo’, detonaron movilizaciones que se extendieron en todo el país durante más de cuatro meses y que finalizaron con la expulsión de las multinacionales que se escondían tras el consorcio Aguas del Tunari.

 

Con la compra por 25 centavos de dólar el 80 por ciento de las acciones de la empresa Aguas del Tunari, filial con la que operaba Betchel en Cochabamba, los bolivianos dieron punto final al capítulo de la privatización del agua en su país. En un hecho histórico que marca un hito no sólo en Sur América sino en el ámbito mundial, “se logró expulsar a la Betchel y confiscar sus propiedades sin pagar indemnización”. El país más pobre pero rebelde de la América del Sur se anotó una rotunda victoria sobre la transnacional Betchel”, señala el periódico digital econoticasbolivia.com.

 

Igualmente en el periódico La Opinión de Bolivia, Oscar Oliveria, uno de los más importantes líderes de los movimientos sociales de Bolivia y dirigente de la Coordinadora del Agua, organización que lideró la Guerra del Agua declaró a este medio “Celebramos la segunda victoria de los cochabambinos, del pueblo boliviano contra las transnacionales que pretendían apropiarse y además cobrar en un juicio injusto por nuestra agua”

 

“Con baile, cohetes y chicha, la Coordinadora de Defensa del Agua celebró el desistimiento de las empresas internacionales International Water y Abensur al juicio sobre Aguas del Tunari contra Bolivia y la venta del 80% de sus acciones al Estado por el precio simbólico de dos bolivianos”, así recibieron la noticia los luchadores del agua quienes además hicieron un llamado al nuevo Presidente de Bolivia para que reafirme la soberanía de Bolivia sobre sus recursos naturales y que expulse a las empresas que no cumplan con las leyes bolivianas y las demandas del pueblo.

 

Otros actores claves en la victoria sobre las multinacionales Bechtel, Edisson Aem y Abengoa, fueron las organizaciones italianas y españolas que desde el continente europeo presionaron esta decisión como la Asociación A Sud en Italia. miembros de esta organización señalaron que esta es “una victoria enorme que nos ayuda abrir largo debate sobre la importancia  de la recapitalización de nuestras multinacionales y sobre el tema de los arbitrajes  internacionales de CIADI, que han tenido en pasado  y pueden  tener  en futuro  un efecto negativo  sobre  las acciones  del gobierno que en el sur del  mundo  tratan  de salir  de  las trampas  del aprovechamiento”.

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