La sociedad guatemalteca es profundamente heterogénea, no solo por su extrema diversidad étnica, por sus desigualdades en la estratificación social, sino por la distancia que hay entre lo rural/urbano y en cuanto al género. Así quedó expuesto en el documento “La diversidad etnocultural y clasista en Guatemala” de Edelberto Torres-Rivas, Asesor Regional en Desarrollo Humano.

 

Según el documento, esa diversidad étnica se evidencia en varios elementos.  De acuerdo al último censo (2004) de la población total guatemalteca el 42% son indígenas que se identificaron como tal. Sin embargo de este porcentaje, cerca de un millón de indígenas no hablan su lengua natal, componente clave de la identidad lingüística (30%). Otro de los factores mencionados es que esas etnias no se encuentran distribuidas por territorios bien delimitados, por equivalentes geográficos y humanos, sino dispersos y ‘confundidos’ de muchas maneras en circunscripciones municipales. Así mismo, esta comunidad presenta múltiples conflictos intraétnicos heredados y nuevos, entre aldeas, comunidades, municipios de la misma o de diferentes grupos indígenas, por límites jurisdiccionales y problema de tierras, celebraciones religiosas, problemas electorales y políticos.

 

Para conocer el documento completo “La diversidad etnocultural y clasista en Guatemala”, publicado pro la Revista Latinoamericana de Desarrollo Humano, haga clic aquí.

Escribir un comentario

Código de seguridad
Refescar