Del 17 a 26 de Marzo de 2006, se realizó el festival de Cine en Toulouse Francia, el cual evidenció que la creación audiovisual indígena se está fortaleciendo en toda América, cerca de 30 obras  realizadas por comunidades de diversos países de América Latina, participaron en la sección Cine y Video de los Pueblos Indígenas del Festival de Toulouse.

 

El cine indígena de Latinoamérica en el Festival de Toulouse

Por: María Carmona

 

Enviado por AFP

 

Con cerca de 30 obras realizadas por comunidades de diversos países de América Latina, la sección Cine y Video de los Pueblos Indígenas del Festival de Toulouse dio la palabra a una forma de expresión audiovisual que se enmarca en la tradición cultural de los pueblos amerindios.

 

La creación audiovisual indígena es una realidad que cobra fuerza en todo el continente. De México a Chile, pasando por Brasil, Ecuador, Perú o Venezuela, los pueblos indígenas se han apropiado en los últimos 20 años de las tecnologías de la imagen a fin de asumir su propia representación.

 

La transmisión de los mitos y leyendas, la medicina tradicional, la defensa de sus tierras frente a intereses empresariales o las consecuencias de la explotación minera para el medio ambiente, son algunos de los temas abordados por la obras presentadas en Toulouse, entre las que hay tanto ficciones como documentales.

 

Los indígenas hacen cine "para defenderse, para defender su propia cultura, para sobrevivir en un mundo en el que cada día hay menos posibilidades para la diversidad", afirma Iván Sanjinés, coordinador del Centro de Formación y Realización Cinematográfica de Bolivia, asociación que forma parte del CLAPI (Consejo Latinoamericano de Cine y Comunicación de los Pueblos Indígenas).

 

El auge del cine y el vídeo indígena en toda Latinoamérica se explica sólo en parte por el abaratamiento de los costos a raíz de la tecnología digital. Más profundamente, el audiovisual "recoge una tradición de comunicación oral que existe ya, permite formas de transmisión de la tradición y el conocimiento que son propias de las culturas indígenas, pero da a esa tradición la posibilidad de ir mucho más allá", explica Sanjinés, hijo del cineasta Jorge Sanjinés, que marcó la historia del cine latinoamericano.

 

"En culturas básicamente orales, el audiovisual permite dar un salto, democratizar la posibilidad de expresarse sin pasar necesariamente por la escritura", agrega. Enmarcado en esa cultura, el cine indígena tiene otra característica particular, su condición de creación colectiva. Los realizadores no son "cineastas creadores individuales", sino portavoces de la comunidad, que a menudo los ha elegido para que transmitan lo que ella quiere expresar.

 

Por ello, las obras "presentan, de una manera muy íntima, visiones, ideas e información de los pueblos indígenas, hablan de los procesos de lucha, pero también del fortalecimiento de la identidad propia", señala el mexicano Juan José García, miembro de la organización Ojo de Agua Comunicación y director del CLAPI.

 

Sonia Chiri, de la Coordinadora Audiovisual Indígena de Bolivia, explica cómo se desarrolló esa necesidad de comunicar de las comunidades indígenas frente a medios de comunicación "que han expresado siempre los puntos de vista de grupos de poder, que ignoran nuestra realidad o la desvirtúan". "El primer trabajo fue poner en la pantalla nuestros cuentos. Ahora trabajamos también para enseñar y para abordar temas de coyuntura actual, por ejemplo en el campo del medio ambiente", dice, citando el vídeo "Huellas de plata", que muestra como las comunidades indígenas son afectadas por la contaminación causada en los ríos por las empresas mineras.

 

El CLAPI, que trabaja desde hace dos décadas para vincular las iniciativas audiovisuales autónomas de indígenas de distintos países de Latinoamérica, preparó gran parte de la programación presentada en el Festival Encuentros de Cines Latinoamericanos de Toulouse (17-26 de marzo).    La misma incluye obras procedentes de Bolivia, Brasil, Perú, Ecuador y México, y muestra de la vitalidad del movimiento audiovisual indígena, el CLAPI prepara ya el octavo Festival de Cine y Video Indígena, que tendrá lugar en Oaxaca (México) del 27 de mayo al 9 de junio próximos.
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