El X Festival Indígena de la Yuca Amarga, apoyado por el Ministerio de Cultura, se llevó a cabo del 31 de marzo al 2 de abril de 2006, en el Cabildo Indígena de Santa Rosalía, Vichada. Este encuentro que es patrocinado por el Ministerio de Cultura, recibió $ 24´300.000 para su realización. Para esta versión del Festival, fueron invitados resguardos indígenas de todo el departamento del Vichada como el de Corozal Tapaojo, la Pascua, Esperanza Tomo, San Luis del Tomo, Trompillo Primavera, además de los resguardos de Piñalito Duya, Macucuana, y Morichalito del departamento del Casanare, Colombia.

 

El festival inició temprano para aprovechar el día y realizar todas las actividades programadas. A las 6 de la mañana invitados, y asistentes en general se encontraron en el desfile con sus trajes típicos, partiendo desde el puerto principal del municipio de Santa Rosalía, atravesando el pueblo por la calle principal, y terminó en la cancha de Fútbol del resguardo de Santa Rosalía. A las 9 a.m. inauguraron el Festival con los discursos del gobernador del resguardo Genaro Caribana Joropa, el coordinador del evento y el alcalde del municipio.

 

Durante este festival que salvaguarda el patrimonio cultural de las comunidades indígenas colombianas, se organizan diferentes concursos que preservan y comparten las tradiciones autóctonas de esta cultura, como el concurso de flecha y arco para hombres, teniendo en cuenta que estas comunidades preservan esta tradición de caza.

 

Los premios que oscilaron entre 80.000 y 400.000 pesos, dependiendo del lugar y la competencia, galardonaron a los asistentes en diferentes concursos no sólo artísticos sino también deportivos, como el de arco y flecha; micro-fútbol y fútbol masculino y femenino; concurso de coleo; de baile criollo llanero; de danzas tradicionales indígenas; de artesanía; elección de la señorita y la señora yuca amarga; concurso voz llanera; concurso yuca amarga más grande y más pesada; y concurso tema inédito a la yuca amarga.

 

¿Qué es la yuca amarga o brava?

 

La yuca como cultivo principal de estas comunidades, caracteriza la horticultura de estos grupos, es por ello que le ofrecen este festival a este producto que es la base de su subsistencia.  Algunos sabrán que es la yuca, pero no conocerán la yuca amarga, pues bien, la diferencia entre la yuca amarga y la dulce, es que la primera variedad es llamada de esta forma porque es venenosa y por lo tanto peligrosa si no se le hace un tratamiento adecuado.

 

La yuca amarga o brava, contiene cianuro que debe eliminarse antes de que se consuma, para esto primero debe rallarse, y posteriormente cocinarse para suprimir totalmente el veneno. Si la yuca amarga se come sin elaborar, puede producir problemas estomacales y en ciertos casos la muerte. La yuca dulce por otra parte es un tubérculo comestible no venenoso.

 

La elección de la señorita y la señora yuca amarga, se hace a partir de cuan rápido cada concursante prepare un cazabe. El cazabe es una torta circular a base de esta yuca, se prepara rallando la yuca, extrayendo su jugo nocivo, para luego amasarla, (formando la torta circular), secarla y tostarla al sol o en un horno. Esta tortilla es preparada por los indios desde los años de la conquista.

 

Unidos en una celebración

 

Para la difusión de este Festival que ya tiene una década a cuestas, los organizadores contrataron a una persona para hacer publicidad en las calles del pueblo, y usando un medio más masivo también se apoyaron en las emisoras de Primavera y la del Ejército Nacional de Yopal que emitieron las cuñas publicitarias para invitar a todos a participar.

 

A este festival asistieron delegaciones de los indígenas sikuanis de distintas comunidades del Vichada, los piapocos del resguardo Corozal Tapaojo y sálivas de Corozal Tapaojo. Cada una de estas comunidades hizo una presentación de sus bailes y trajes típicos, compartieron su música tradicional, así como una muestra artesanal. “Las delegaciones de las diferentes etnias quedaron motivadas para seguir participando en este evento por que aquí se pueden demostrar sus tradiciones antiguas” afirmó Genaro Caribana Joropa, gobernador del resguardo de Santa Rosalía.

 

Cuando estas fiestas se acercan todo el pueblo se involucra, niños, jóvenes, adultos y ancianos se comprometen de lleno para que esta celebración sea todo un éxito: el Colegio Camilo Torres prestó los equipos de sonido y el cabildo contrató a un operador de sonido; contrataron a una persona que se encargara de registrar en fotos y video todo el evento; seis personas se delegaron para ser los jurados de los concursos; asignaron un narrador para el concurso de coleo; dos árbitros para los partidos de fútbol; y obviamente un animador que motivara a los asistentes del festival.

 

El cabildo atendió a las delegaciones invitadas con toda la gentileza que los caracteriza, contratando el transporte especialmente para el traslado de sus invitados, y durante los cuatro días no pudieron quejarse de las atenciones, ya que el cabildo compró mercado y seis vacas que fueron especialmente preparadas por 6 cocineras indígenas de Santa Rosalía.

 

Durante estos días de celebración, se instalaron 3 casetas de venta de comida, una gallera, una caseta de presentaciones para concursos de baile y canto y una caseta para venta de licor y bailes. La Secretaría Departamental también colaboró con un grupo de músicos que acompañaron a los participantes en las pruebas de canto, y por su parte el Ejército Nacional y la Policía de Santa Rosalía, estuvieron a cargo de la seguridad del evento.

 

Este festival contribuye a que la gente conozca las costumbres tradiciones que han tendido a desaparecer, además de sensibilizar a la comunidad no indígena respecto a las costumbres y tradiciones de los pueblos que participan. Sumado a esto el encuentro logró fortalecer la integración étnica entre las comunidades indígenas invitadas y la comunidad sáliva de Santa Rosalía.

 

Fuente: Ana María Hernández, antropóloga y Genaro Caribana Joropa, gobernador del resguardo de Santa Rosalía.

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