Las últimas noticias de los hechos que surgen en la zona del Choco, evidencian la problemática que viven los pueblos Afrocolombianos frente al conflicto armado interno en su propio territorio. Los diferentes medios nacionales e internacionales aún registran informaciones de sucesos alarmantes sobre violación a los derechos humanos y el derecho internacional humanitario.

 

¿Qué esta pasando?

 

La realidad de lo que sucedió en Río Sucio, (Choco), inició con la noticia del asesinato de 10 personas y el secuestro de 170, posteriormente el gobernador del departamento, Julio Ibargüen, confirmó que fueron 67 campesinos dejados en libertad y días después el comandante de las Fuerzas Militares, general Carlos Alberto Ospina, insistió en que no había ninguna persona secuestrada, pero el  secretario de gobierno de Riosucio, Lorenzo Pacheco, indicó que aún hay tres personas desparecidas, "No sabemos si están retenidas, si fueron asesinadas o están escondidos, por ahora los reportamos como desaparecidos". Sin tener certeza qué fue lo que ocurrió allí, en Ungía - población cercana -  el 17 de Julio, el alcalde, Cayetano Tapias, denunció el asesinato de cuatro pobladores por parte de las FARC en zonas rurales del municipio.

 

El terror recorre las calles y atormenta los segundos de los pobladores que en su gran mayoría son afrocolombianos, el 80% de la economía se sostiene de la explotación de madera y a partir de la incursión, la gente se muestra renuente a internarse en la selva, el miedo al hambre, al desosiego y al olvido están latentes en cada mirada de los ciudadanos de las laderas del río Atrato.

 

La población víctima, está compuesta por trabajadores y sus familias, que se dedicaban a la labor de aserradores en la selva del Darién, y algunos, quienes vivieron la tragedia relatan que su experiencia fue demasiado traumática, pues a través de una lista los iban llamando, con los datos que les solicitaban, confirmaban, y así se llevaron a muchos, de los cuales varios aparecieron degollados y atados de manos.

 

A caracol radio,  Gustavo* un habitante le relató: “Eso fue una masacre muy fea lo que hicieron con ellos, ahí estaban seis de  mis compañeros, degollados, unos sin cabeza y torturados”. Al periódico El Tiempo otra de las víctimas le contó su experiencia: "Habíamos terminado de arrumar la madera en el embalse del Truandó y a las 5:30 íbamos para el campamento de Rancho Quemado, cuando 20 guerrilleros nos detuvieron. Nos quitaron las motosierras y los víveres. A todo el que iba llegando lo dejaban. A 'Agüitas' casi lo matan de un machetazo en el cuello porque era desertor de ellos. En total éramos 34. Nos dividieron de a 4 y cogimos al norte, hacia Alipio”.

 

En la zona se encuentran instalados de manera permanente dos batallones del Ejercito Nacional, después de un consejo extraordinario de seguridad entre los altos mandos militares.  Pero esto no ha sido impedimento para evitar  los últimos enfrentamientos que se dieron entre el bloque José María Córdoba de las Farc con el bloque Elmer Cárdenas de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), las zonas donde se registraron los hechos son Unguía, Mutatá, Río sucio y Villa del Fuerte, localidades aledañas al río Atrato.

 

Al parecer la guerrilla aprovecho que desplazamiento del último grupo de paramilitares del 'Élmer'  que se retiró de  Ungía (ya se desmovilizaron dos grupos), en aras a hacer parte del proceso de desmovilización y por eso se ingresaron a la zona y el saldo hasta el momento, es 18 muertos, varias personas desaparecidas y una población lastimada por el horror de la violencia.

 

El gobierno nacional ha dispuesto de 20 mil policías rurales que se encargarán de cubrir las zonas que desocuparan los paramilitares, su presencia se hará en 84 corregimientos y veredas, también se implementará el uso de brigadas móviles.

 

Diez años atrás

 

La historia nos regresa a diez años atrás, en la disputa que sostuvieron por una zona geográficamente estratégica los grupos alzados en armas, la lucha ha sido entre los primeros bloques de paramilitares que avanzaron desde Urabá e ingresaron  en el Tapón del Darién, cuyo fin era minorizar el poder y dominio que tenían sobre el lugar las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc).

 

La guerra de aquel momento dejó alrededor de 600 líderes comunitarios asesinados y cerca de 10.000 integrantes de las comunidades Afrocolombianas desplazadas por los ataques de la guerrilla y las masacres de los 'paras'.

 

El límite del lugar lo encierra las serranías del Darién y Baudó por lo cual la zona posee una alñta riqueza en metales y zonas forestales que a su vez imposibilita el acceso al terreno y se convierte en  un punto estratégico para el tráfico de armas, los cultivos ílicitos, la implementación de laboratorios clandestinos y el mismo narcotráfico de alucinógenos hacia Centroamérica.

 

El Chocó es una de las zonas de mayor asentamiento de Afrocolombianos,  es de las regiones más pobres y al mismo tiempo su nivel de violencia es uno de los más altos del país.

 

En el 2002 fueron asesinadas por las FARC 117 personas, incluidos 45 niños, en el pueblo de Bojayá durante un ataque con explosivos de fabricación casera contra una iglesia en la que se refugiaban de los combates entre rebeldes y paramilitares. De igual forma hace exactamente un año secuestraron, en el mismo lugar, a 25 madereros, 23 quedaron en libertad  y dos de ellos,  nunca aparecieron. 

 

El reporte entregado por las ONG, que tienen sede en el departamento del Choco, señalan que en los últimos 5 años los guerrilleros y paramilitares han asesinado o desaparecido en la región a más de seiscientas personas, con el argumento de acusación, que son auxiliadoras de otros bandos.

 

*Nombre cambiado a petición de la persona

 

Fuentes Consultadas: AFP, Caracol Radio, Reuters, RCN Noticias, El País, El tiempo.

Escribir un comentario

Código de seguridad
Refescar