Un admirable proyecto cultural que promete reconvertir la economía familiar mapuche ha impulsado en Purén Sara Huenupi, configurando un modelo de organización integral basado en el cultivo sustentable de la tierra, una educación pensada en la naturaleza y la práctica de una artesanía mapuche que, al cabo de unos años, fue combinada con elementos modernos para superar los márgenes de rendimiento.

 

El liderazgo de esta mujer nace en la adversidad cuando debe sacar adelante un hogar ante la muerte de su esposo y hoy luce con orgullo un proyecto turístico ampliamente elogiado en Purén que ha recibido aportes de Araucanía Tierra Viva e Indap.

 

Nueva artesanía

 

Al principio esta mujer fabricaba los ovillos de lana con la "rueca" y al cabo de unas horas sus pies terminaban cansados, sin obtener grandes resultados.

 

Hoy, con la ayuda de su hijo, Sara logró salir adelante incorporando tecnología eléctrica para mejorar el rendimiento. "A través de nuestros hijos comprendemos los cambios de la sociedad moderna. Si antes hacía un ovillo en dos horas, ahora puedo triplicar este margen", mostró con pruebas Sara Huenupi.

 

Naturaleza viva

 

A futuro, el proyecto de esta mujer es crear un micro centro productivo, sin perder el equilibrio con la naturaleza, dándole espacio a invernaderos de hortalizas en todas sus variedades, regados con vertientes naturales desplazadas en surcos.

 

"El agua es símbolo de vitalidad. Todo está en la naturaleza y el resto es parte de la inteligencia humana, por cierto, sin sobreexplotar", recalcó, dando a entender que la inteligencia mapuche está en la naturaleza y el respeto a las bondades que ésta posee en su ciclo natural.

 

Aunque Sara aún no tiene la sabiduría para indicar cuál es el camino de vida que debe adoptar el mapuche para superar la pobreza, aseguró que las experiencias deben transmitirse con hechos, señalando que su rueca era el sitio más apropiado para iniciar el aprendizaje.

 

"Esta rueca es un espacio de trabajo, una escuela, nuestra casa y el sitio para recibir a nuestros espíritus. Cuando sale el sol recibo energía, por eso las puertas de mi rueca permanecen abiertas", comentó el sentido ritual de la cultura mapuche.

 

Etnoturismo

 

En la rueca de Sara Huenupi está plasmado un proyecto cultural que promete cambiar el rostro de la cultura mapuche y de paso levantar la imagen de Purén en el concierto del turismo regional.

 

Pero, la aventura recién comienza y ella no descarta impulsar un circuito de etnoturismo que podría hacer las delicias de visitantes extranjeros.

 

"Quiero impregnarlos con la lengua mapuche. Nuestro idioma es el tesoro más valioso. Hemos desperdiciado mucho tiempo e incluso la vergüenza nos llevó a dejar la práctica de nuestras tradiciones, pero es hora de levantar la cabeza y mostrar cuán valiosa es la etnia originaria de Chile", expresó.

A través de esta rueca Sara invita a viajar en la cosmovisión mapuche, la música, el trabajo artesanal, los secretos ocultos en la tierra, la mitología, las comidas y el encanto de una cultura sustentada en la tierra.

 

"Se trata de mostrar el modo de vida mapuche y hacer que el turista conozca la cultura. Hemos visto extranjeros emocionados al presenciar la riqueza de nuestro pueblo", valoró.

 

Reconstruir

 

La genial idea de Sara nace en momentos de impotencia cuando debe soportar la humillación de un grupo de niños, que incrédulamente la indicaron como "china o india".

 

A partir de ahí surge un instinto natural en esta mujer que la lleva a educar sobre su cultura, sin esperar dinero o reconocimiento a cambio, sólo difundir los conocimientos de la sabiduría mapuche.

 

"Nuestra de inspiración es la tierra y cada palabra e idea que elaboró está pensada en los principios de la naturaleza", reiteró el valor conceptual del mapuche, que significa hombre de la tierra.

 

Medio ambiente

 

Sobre el daño al medio ambiental observado en la comuna de Purén, señaló que los bosques forestales han absorbido la energía de la naturaleza, refiriéndose a la extinción de los remedios mapuches sustentados en la flora nativa y la corteza vegetal.

 

"Con los años nuestras vertientes van a quedar secas y nuestros bosques nativos que alimentaban el suelo, corren peligro de desaparecer", añadió sobre las repercusiones que podría arrastrar la carencia de recursos hídricos en nuestros hábitos de salud.

 

Para reafirmar cuán valioso era el agua en la cultura mapuche, Sara recordó que los antiguos no permitían sacar este recurso del río al mediodía, porque a esa hora se bañan las energías de la tierra; menos era posible saltar sobre un ojo de agua.

 

Tomado de: Diario Renacer www.renacerdeangol.cl 8/04/2007

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