El relator especial de la situación de Derechos Humanos de los Pueblos Indígenas de Naciones Unidas, Rodolfo Stavenhagen, recalcó la necesidad de que los gobiernos latinoamericanos posibiliten un diálogo permanente con las comunidades indígenas, como mecanismo frente a los choques que enfrentan los intereses socioeconómicos de orden nacional y supranacional encabezados por las trasnacionales y los intereses de supervivencia de los pueblos aborígenes.

Las declaraciones las efectuó el relator como preámbulo a su próxima visita a Santiago de Chile entre el 18 y el 29 de julio, en el marco del Primer Seminario Internacional de los Pueblos Indígenas y el Contexto Internacional, que organizan los ministerios de Justicia y Planeación de Chile, donde se reunirá con representantes y autoridades nacionales, regionales y locales de los grupos Aymara, Atacameño, Huilliche, Mapuche, Pehuenche y Rapa Nui, provenientes de las regiones de Tarapacá, Antofagasta, Biobío y Temuco.

Una de los objetivos del relator especial es generar mecanismos de diálogo entre los miembros del gobierno, las autoridades indígenas, los representantes humanitarios, de derechos humanos y de organizaciones no gubernamentales, instituciones académicas y representantes de la comunidad internacional, para abordar temas tan álgidos como la integración económica de América Latina.

En el país austral comunidades indígenas como los Mapuches enfrentan serios conflictos que involucran los intereses de la etnia con los intereses económicos supranacionales de las trasnacionales. Es así como desde hace varios años se viene discutiendo lo que los representantes de la etnia denominan el conflicto Biobío¸ donde la empresa española ENDESA quiere construir seis plantas hidroeléctricas a lo largo del río Biobío. Una de dichas hidroeléctricas inundaría una región boscosa, asentamiento tradicional de la etnia, la cual estaría condenada a su desaparición.


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