El pasado 12 de marzo se ondeó por primera vez la nueva bandera de Venezuela, la cual se modificó tras una petición pública del presidente Hugo Chávez para cambiar algunos aspectos de los símbolos patrios. El presidente venezolano, con el fin de incluir en el máximo símbolo patrio de su país a las raíces venezolanas, agregó un kayak, un arco y una flecha, como representación de las armas indígenas, el machete del campesino y una octava estrella que representa a la provincia de Guayana.

 

Chávez incorpora signos indígenas a la bandera de Venezuela

La nueva enseña introduce una estrella más, un arco con flechas y un machete campesino

 

Tomado del periódico El País 

Clorovaldo Hernández,  Caracas

 

Hugo Chávez suspendió un encuentro trilateral con Néstor Kirchner y Luiz Inácio Lula da Silva, así como buena parte del resto de su agenda en Chile, en la toma de posesión de su homóloga Bachelet, para emprender un apresurado retorno a Venezuela. Debía amanecer en Caracas. ¿Por qué tanta prisa? Pues porque hoy se va a concretar un sueño personal del presidente venezolano: agregarle una estrella a las siete que tiene la bandera nacional.

 

Un capricho, dicen algunos adversarios, para los que Chávez demuestra con esta clase de gestos la típica veleidad de los dictadores. Una reivindicación histórica para Simón Bolívar, contestan los partidarios del jefe del Estado, quienes alegan que el Libertador propuso incorporar la octava estrella en 1818 para hacerle honor a la provincia de Guayana, que se había sumado a la lucha independentista.

 

La Asamblea Nacional aprobó esta misma semana una reforma a la Ley de Bandera, Escudo e Himno Nacionales, "atendiendo a un clamor popular", declaró uno de los diputados. En sentido riguroso, lo que atendieron fue una solicitud del jefe del Estado, quien puso el tema en la agenda nacional al tocarlo en su programa dominical de radio y televisión, a principios de año.

 

No hubo mayores inconvenientes para darle el visto bueno a los cambios, pues el Parlamento unicameral venezolano está integrado exclusivamente por diputados de partidos afectos al Gobierno, después de que los opositores se retiraran de las elecciones legislativas de diciembre de 2005. Sin embargo, un par de legisladores estaba en contra y uno de ellos se quejó porque no lo dejaron exponer sus argumentos. La aprobación fue contrarreloj.

 

La nueva ley también modificó el escudo de la República. A las tradicionales espadas se le agregaron armas más autóctonas, como el arco y la flecha indígenas y el machete campesino. También se modificó el caballo del cuartel inferior del escudo, que corría a la derecha pero con la cabeza vuelta hacia atrás. En la nueva versión, galopa hacia la izquierda, con el cuello normal. Se trata, posiblemente, del cambio más polémico, pues el argumento que expuso Chávez inicialmente fue que Rosinés, su hija de ocho años, le había comentado: "¡Papi, ese caballo si es raro!". Posteriormente, con libros y documentos heráldicos, el presidente demostró que en anteriores versiones del escudo, el equino estaba en la postura que ahora se le ha dado.

 

La nueva enseña será izada por primera vez hoy por ser el Día de la Bandera y celebrarse el bicentenario del primer pabellón venezolano, elaborado por Francisco de Miranda, uno de los precursores de la independencia nacional. En 1806, Miranda enarboló su bandera en la goleta Leander y zarpó de Haití con la idea de desembarcar en Venezuela y liberarla del dominio español. Fue recibido a cañonazos por las fuerzas ibéricas en los preludios de una guerra que terminó 15 años más tarde.

 

La bandera actual está compuesta por tres franjas horizontales de igual tamaño, de colores amarillo, azul y rojo. Las estrellas, dispuestas en forma de arco, están en la franja central azul.

 

La celebración de la nueva bandera y el nuevo escudo se hará a lo grande, con el desfile de 14.000 efectivos militares y otros 14.000 civiles, pertenecientes a los programas sociales y a los partidos del Gobierno.

 

Los opositores no participarán y algunos han anunciado acciones legales para anular los cambios. Iris Rangel, presidenta de la Asociación Civil para el Rescate del Patrimonio Histórico de Venezuela, dijo que la reforma ignora 200 años de tradición. Otro grupo antichavista marchó en Caracas con pancartas que rezaban "Mi bandera tiene siete estrellas".

 

Mientras tanto, la floreciente economía informal caraqueña no ha desperdiciado la oportunidad. "Lleve la bolivariana, la de ocho estrellas", vocean los vendedores ambulantes.

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