Los indígenas ecuatorianos han decidido regresar a sus respectivas comunidades para preparar el levantamiento que se realizará en dado caso que el presidente firme el TLC. Este cese paulatino se debe a la promesa del Gobierno de entregarles recursos. Contrario a los informes respecto a una flexibilización de la protesta en las carreteras, las organizaciones han afirmado que se radicalizarán las acciones para presionar al Gobierno y responder a sus medidas violentas.

 

Tomado de www.eluniversal.com 

 

El presidente Alfredo Palacio advierte sobre un "golpe de Estado"

Indígenas ceden en Ecuador

Líder del Congreso considera "probable" que Venezuela financie protestas

 

Quito. Los indígenas de Ecuador ceden paulatinamente en su levantamiento contra el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos, disuadidos, en parte, por el anuncio oficial de mano dura, tras cuatro días de bloquear algunas carreteras. "Hemos decidido regresar a nuestras comunidades y preparar el levantamiento si es que el Gobierno intenta la firma del TLC", afirmó Jorge Herrera, dirigente de los indígenas y campesinos de Cotopaxi, una de las regiones con mayor capacidad de movilización, indicó AFP.

 

Los pobladores se apartaron de la manifestación motivados por la promesa del Gobierno de entregarles recursos, mientras la Confederación de Nacionalidades Indígenas (Conaie), que reúne a la mayoría de etnias, anunció una asamblea para evaluar los primeros resultados de las protestas. Sin embargo, el vicepresidente de la organización, Santiago de la Cruz, señaló que se mantiene en firme la orden de "radicalizar" las acciones, en contraste con los informes oficiales que dan cuenta de una flexibilización de las protestas en carreteras.

 

Fomentado por estas protestas indígenas, el presidente ecuatoriano Alfredo Palacio alertó sobre un posible golpe de Estado. En su primer mensaje al país desde que se inició el levantamiento indígena, el pasado lunes, Palacio cuestionó la motivación de las manifestaciones que mantienen semiparalizado al país, advirtiendo que con ellas se podría estar fraguando una nueva ruptura constitucional.

 

"Se está fomentando un ambiente de caos que puede ser terreno propicio para nuevas rupturas constitucionales y golpes de Estado. Se ha reactivado la criminal demolición de nuestras instituciones fundamentales", afirmó el mandatario ecuatoriano. "Las exigencias respecto del TLC y la declaración de caducidad del contrato con (la empresa petrolera estadounidense) Occidental son claras consignas políticas, y no existe ninguna explicación para su efervescencia", sostuvo, al insistir en que su gobierno está negociando un acuerdo beneficioso para todos los sectores.

 

La Conaie _que reúne a las principales etnias del país_ y su brazo político Pachakutik desmintieron que estén conspirando contra Palacio, que asumió en reemplazo del destituido Lucio Gutiérrez el 20 de abril de 2005. "De ninguna manera somos golpistas", expresó el diputado indígena Ricardo Ulcuango. La supuesta desestabilización "está orquestada por el propio gobierno para desinformar sobre el verdadero planteamiento de las movilizaciones sociales", agregó.

 

Santiago de la Cruz indicó que no piden "capacitación, sino que se retire de las mesas negociadoras a los representantes de Ecuador". Dijo también que Palacio dejó en claro que su gobierno no puede comprometerse con la exigencia de los indígenas. Por otra parte, el Gobierno de Ecuador cuantificó las pérdidas de los cuatro días de huelga en las provincias de la sierra centro y norte y parte de la Amazonia en 50 millones de dólares.

 

Por su parte, el presidente del Congreso de Ecuador, Wilfrido Lucero, considera "muy probable" que la protesta indígena contra el TLC sea financiada por gobiernos foráneos como el de Venezuela. "Entiendo que detrás de la protesta hay intereses de carácter político, se dice que la protesta está financiada por capitales extranjeros porque si no, no se explica cómo la movilización puede ser tan organizada y persistente por parte de miles de indígenas que salen a bloquear las carreteras", dijo.

 

Lucero admitió "no tener datos concretos sobre la fuente de esos capitales", pero ante una pregunta sobre si creía que el gobierno de Hugo Chávez financie el levantamiento indígena, señaló: "es probable. Es muy probable que existan esos capitales". Luis Macas, presidente de la Conaie, desmintió esta teoría y aseguró que ni Venezuela ni ningún otro gobierno foráneo está aportando dineros para financiar las protestas.

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