La Fuerza Pública ha impedido a como de lugar que  indígenas lleguen a  Quito. Todos los buses interprovinciales son detenidos por militares, los cuales están distribuidos por varios sectores del país. Cualquier persona que tenga un rasgo o atuendo indígena es interrogado. Ante este panorama, las organizaciones indígenas y sociales tildan  de “racista” la actitud del gobierno de Alfredo Palacio.

 

 â€œCacería de brujas” a indígenas en las vías

Reds. Política, Ambato e Ibarra

 

Tomado de www.elcomercio.com de Ecuador

 

El que viste poncho no puede ingresar a Quito. Desde que rige el estado de emergencia en Azuay, Cañar, Chimborazo, Cotopaxi, Tungurahua e Imbabura la Fuerza Pública impide a toda costa  que  indígenas lleguen a  la capital.

 

Periodistas de este Diario constaron ayer que se impedía la libre  circulación de indígenas en las carreteras que conducen a Quito. En especial en las vías que conectan con Cotopaxi y Tungurahua.

 

Hay pelotones militares y policiales en los sectores de  Yambo, en el peaje de Panzaleo, en Lasso y Machachi (Pichincha).

 

En esas zonas, todo  bus interprovincial es detenido por los uniformados. Se analiza la lista de pasajeros y se realiza una inspección visual de los tripulantes. Si alguien  tiene algún rasgo indígena o viste como tal, se le obliga a descender del bus, se revisa su identificación y se le interroga sobre los motivos de su viaje a Quito.

 

Carmen Sarmiento, una ambateña quien viajaba a Latacunga, relató su experiencia. “Subieron en cada bus y si había un indígena lo hacían bajar. Eso es una violación y un abuso”. Los militares se negaron a informar del operativo.

 

Justificaban sus acciones en el decreto de emergencia, cuyo propósito es evitar que se reanuden las  protestas  contra el TLC.

 

Marco Murillo, presidente de la Feine (evangélicos) denunció que hay un grupo de 80 indígenas, que  no se logra ubicar. “Desde el martes no les es posible determinar el paradero de las personas que viajaban en dos buses desde Pasa (Tungurahua) a Quito”.

 

Un escenario similar se registró ayer en Quito, donde un fuerte operativo militar dispersó una marcha de  la Fenocin.

 

Su titular, Pedro de la Cruz, condenó la violencia con la que la Policía reprimió  la marcha protagonizada por  indígenas, campesinos, estudiantes, trabajadores en contra del acuerdo comercial.

 

Los manifestantes fueron reprimidos con  gas lacrimógeno. Pasadas las 11:00, la marcha pacífica se reagrupó y se dirigió hacia la Casa de la Cultura Ecuatoriana.

 

Ante este panorama, las organizaciones indígenas y sociales tildan  de “racista” la actitud del gobierno de Alfredo Palacio. “El temor a los ‘indios alzados’ le lleva a promulgar el decreto de emergencia... basta con tener rasgos indígenas para ser detenido o impedida su circulación”, señaló la Confederación de Trabajadores.

 

De igual modo se pronunció la Conaie, que califica  como “xenófobos” los operativos en las vías.

 

El Gobierno defiende sus acciones. Su vocero, Enrique Proaño,  dijo que se dan a pedido de “ la población, que no es indígena”. “Los mestizos no estamos de acuerdo con movimientos que paralicen la ciudad y las actividades productivas de los más pobres”.  Agregó que es una forma de mantener el “principio de autoridad y la paz”.

Tregua por Semana Santa

 

En este ámbito, De la Cruz agradeció la solidaridad de la población y agregó que los indígenas darán una tregua al Gobierno por Semana Santa y que se preparan nuevas jornadas de protesta hasta “dar muerte al TLC”.

 

Ayer, en la Casa de la Cultura de Quito se desarrolló sin in cidentes que lamentar un concierto gratuito contra la firma del TLC.

 

En cambio, hoy a las 17:00 serán liberados los 35 militantes de la Fenocin, que fueron apresados el lunes en  Ibarra.

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