El 3 de mayo de 2006 inició una lucha desequilibrada entre la policía y los habitantes de San Salvador Atenco, cuando decenas policías de Texcoco y del Estado de México impidieron instalar los puestos de trabajo a ocho floricultores que comerciaban sus productos en la plaza municipal. Algunos miembros del Frente de Pueblos Unidos en Defensa de la Tierra que apoyaban a los floricultores en su calidad de promotores sociales, participaron en el enfrentamiento y quedaron atrincherados en un domicilio particular.

Según informes del Centro de Derechos Humanos “Miguel Agustín Pro Juárez” de México, después de estos hechos 150 habitantes de San Salvador Atenco, en su mayoría miembros del Frente, bloquearon la carretera Lechería-Texcoco, a la altura del Km. 27, en solidaridad con sus compañeros que permanecían en Texcoco.

Posteriormente al recrudecerse el enfrentamiento, los pobladores retuvieron a 9 uniformados que posteriormente serían trasladados al auditorio “Emiliano Zapata”, en San Salvador Atenco. Más tarde, otros 6 policías fueron retenidos.

Violaciones a Derechos Humanos

Horas después Javier Cortés Santiago de 14 años murió. La versión difundida por las autoridades mexiquenses apunta a que el estallido de un petardo motivó la muerte del joven; los pobladores de Atenco sostuvieron que el deceso fue causado por impactos de bala atribuibles a las corporaciones policíacas.

Finalmente el procurador general de Justicia del estado de México, Abel Villicaña, y el gobernador Enrique Peña Nieto reconocieron que el fallecimiento de Francisco Javier Cortés Santiago fue a consecuencia de un impacto de arma de fuego, calibre .38, similar al que utiliza la policía estatal. Según informó el padre del menor, esta información no quedó asentada en el acta de defunción.

Después de que la policía mexicana se toma la comunidad e inician los enfrentamientos, comienzan los traslados de detenidos al penal estatal de Santiaguito, en Almoloya de Juárez. En medio de estas acciones varias mujeres fueron detenidas junto a otros compañeros. Todos los indicios permiten afirmar que un número elevado de personas fueron detenidas con un uso excesivo de violencia.

El periódico mexicano La Jornada, publicó diversos testimonios de habitantes de Atenco detenidos en el penal estatal de Santiaguito hicieron llegar a varias cartas en las que denunciaron golpizas brutales, amenazas de muerte, atracos, ultrajes y otros abusos perpetrados por policías durante las redadas, detenciones y el traslado al reclusorio.

La Comisión Nacional de Derechos Humanos de México informó que recibió 150 quejas de habitantes de Atenco, entre ellas 16 por abuso sexual y 7 por violaciones contra mujeres de entre 20 y 50 años de edad (a algunas les introdujeron objetos y los dedos por el recto), todas cometidas por elementos policíacos durante el traslado de las detenidas al penal de Santiaguito.

La Cámara de Diputados exigió al presidente Vicente Fox que asumiera su responsabilidad y no omitiera el castigo a los responsables de los actos de represión y brutalidad policíaca contra las mujeres de Atenco. La demanda, tendiente a encontrar a los autores materiales e intelectuales de las vejaciones y violaciones sexuales también se extendió a la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos Cometidos contra las Mujeres.

El representante legal de las mujeres, Juan de Dios Hernández Monge, informó que las violaciones y los abusos sexuales que sufrieron 30 de las 47 detenidas se denunciaron ante cuatro visitadores de la Comisión Nacional de Derechos Humanos. Se anunció que el 22 de mayo se hará una lectura de los testimonios de varias mujeres presas. Se está recogiendo dinero a partir de 100 pesos (pesos mexicanos) y el dinero se destinará al pago de las fianzas de las detenidas.

Carta de las mujeres detenidas

Las organizaciones de mujeres de todo el mundo hacen un llamado urgente de solidaridad con las que fueron detenidas en San Salvador Atenco, México. Para estos solicitan que se denuncie que estas mujeres fueron brutalmente detenidas, torturadas y sometidas a abusos sexuales por cuerpos policiales estatales y federales mexicanos, el 3, 4 y 5 de mayo pasados. El pasado viernes 12 de mayo, las mujeres detenidas escribieron una carta desde su sitio de detención el Penal Estatal de Santiaguito, en Almoloya de Juárez:

“A todo el pueblo en general:

Las mujeres, trabajadoras del campo y la ciudad, amas de casa, estudiantes, etc; presas políticas desde el dia 3 y 4 de mayo del presente año nos sentimos indignadas por el auto de formal prisión dictado desde el 10 de mayo. No sólo fuimos Insultadas, humilladas, golpeadas, torturadas, abusadas sexualmente y violadas si no que ahora somos también presos y delincuentes.

Hemos vivido la represión, no sólo como luchadoras sociales sino también como mujeres desde un modo particular porque si bien los hombres fueron más golpeados, nosotras fuimos atacadas sexualmente y violadas.

Estuvimos sometidas a todo tipo de represión durante la detención, primero con insultos tales como: “eres una puta”, “pinche perra maldita”, “te vamos a violar como la puta que eres”, etc.; y no conformes con golpearnos a algunas hasta perder el conocimiento, nos amenazaban con matarnos y desaparecernos, incluso torturarnos para decir los datos de nuestros familiares con la amenaza de matarlos a ellos también.

Nada nos podrá sanar el abuso sexual y la violación, fuimos tocadas, pellizcadas, pateadas, golpadas con puño, tolete, macana y escudo en nuestros senos, nalgas y genitales, mientras seguían amenazándonos fuimos mordidas en senos, pezones, orejas, labios, lengua, etc., unas penetradas con dedos y objetos, algunas obligadas a hacerles sexo oral, mientras se burlaban de nuestra condición de mujeres.

A pesar de los abusos a los que fuimos sometidas, seguimos siendo víctimas de negligencia médica, algunas debimos ser vendadas y curadas desde el día que llegamos, algunas tenemos infecciones vaginales, algunas tenemos infección en las heridas, otras que no podemos ni sentarnos aún por todos los golpes recibidos y a pesar de todo seguimos con la huelga de hambre, porque no daremos ni un paso atrás en esta lucha, porque queremos justicia para todas y todos porque si debemos luchar desde esta prisión así lo haremos. Seguiremos siempre en pie como hasta ahora!.

¡Pueblo alza tu voz hasta curarle a la justicia la sordera que se alce también tu razón y tu cordura. Si nuestras manos aquí adentro no pueden hacer nada que lo haga nuestra palabra!, ¡Que nos devuelvan la libertad!, ¡Que tengamos justicia por el abuso físico, sexual y las violaciones!, ¡Que a nadie le sea indiferente el dolor que todas y todos pasamos!, ¡presos políticos libertad!”.

Fuente: www.centroprodh.org.mx

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