El VIII Festival Internacional de Cine y Video de los Pueblos Indígenas: “Raíz de la Imagen”, comenzará el 27 de mayo de 2006 en Oaxaca, México. Para este certamen se presentaron 222 obras de 23 países distintos de los cuáles fueron seleccionadas 58 cintas de directores de 17 naciones. Este Festival se dividirá en dos momentos, el primero comprenderá del 27 al 31 de mayo y se presentará la “muestra oficial” en comunidades indígenas de las entidades participantes, durante el segundo, del 2 al 9 de junio, se realizarán proyecciones en la ciudad de Oaxaca, México. Además, el festival incluye un ciclo titulado “La mujer indígena, de la pantalla a la cámara”, que tiene como objetivo destacar el rol social de la mujer dentro de los contextos indígenas.

Un festival internacional para el cine y video indígenas

Por: Alonso Aguilar Orihuela

Tomado de: www.milenio.com

Lejos del glamour y del dispendio mediático que suelen rodear a este tipo de actividades, el VIII Festival Internacional de Cine y Video de los Pueblos Indígenas: Raíz de la Imagen, comenzará el 27 de mayo en 80 comunidades.

Uno de los coordinadores del festival, el cineasta Guillermo Monteforte, dijo a MILENIO una certeza capaz de generar toda una dinámica que, contra lo que pudiera pensarse, involucra a muchas naciones: “aquí lo más importante es la participación de las comunidades indígenas. Este festival apoya distintos procesos de comunicación. Busca compartir los saberes de los pueblos originarios, compartir experiencias sobre el quehacer de las comunidades y formar redes de colaboración para que este trabajo siga desarrollándose. Este festival es para encontrarnos, reflexionar y seguir adelante”.

El festival es organizado principalmente por la Coordinadora Latinoamericana de Cine y Comunicación de los Pueblos Indígenas (CLACPI), integrada por Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Cuba, Guatemala, México y Perú. El festival nació con la idea de producir cine etnográfico o antropológico en Latinoamérica. Sin embargo, a partir del cuarto encuentro realizado en Cuzco, Perú, el proyecto cambió e integró a los cineastas y videoastas indígenas de Latinoamérica para que expresaran sus inquietudes a través de este medio. De ser objetos de estudio, los grupos étnicos se asumieron como sujetos de los procesos de comunicación social, indispensables como motor del cambio comunitario.

Para el octavo festival, la muestra ha cobrado importancia mundial. Fueron recibidas 222 obras de 23 países distintos de los cuáles fueron seleccionadas 58 cintas de directores de 17 naciones: Finlandia, Noruega, Senegal, Guatemala, Brasil, Canadá, Chile, Paraguay, Venezuela, Estados Unidos, Australia, entre otras.

El VIII Festival Internacional de Cine y Video de los Pueblos Indígenas: Raíz de la Imagen se dividirá en dos momentos. El primero comprenderá del 27 al 31 de mayo y se presentará la “muestra oficial” en comunidades indígenas de las entidades participantes, explicó Monteforte. Durante el segundo, del 2 al 9 de junio, se realizarán proyecciones en la ciudad de Oaxaca, tendiendo como sedes el Teatro Juárez, el Cineclub El Pochote, la Casa de la Ciudad y el Teatro Macedonio Alcalá. Además, el festival incluye un ciclo titulado La mujer indígena, de la pantalla a la cámara, que tiene como objetivo destacar el rol social de la mujer dentro de los contextos indígenas.

Entre las realizaciones mexicanas destacan: Dulce convivencia (Filoteo Gómez Martínez, 2004), Gule ‘Bigua Flor de Cempazúchitl (Maira Jiménez, 2004), Testimonios con valor (José Luis Velásquez, 2003), que abordan la participación de los pueblos mixes, zapotecos y triquies, respectivamente, en la vida de sus comunidades en el estado de Oaxaca. Otras producciones mexicanas son El venado Yaqui (María Esperanza Molina, 2003), en la cual participan indígenas de Sonora y La muerte del sueño antiguo (Mariano Estrada, 2005) con apoyo de los pueblos Tzeltal, Chol, Wirarika, Quechua, Popolucas y Aymaras.

La reacción de las comunidades originarias a este festival ha sido favorable, comentó Monteforte, “ha habido mucha disposición por parte de las comunidades para la realización de este festival. Incluso, planeábamos una gira más corta, en menos pueblos, pero por la participación de la gente extendimos la muestra. La gente de las comunidades apoyó con espacios, equipo, transporte, infraestructura. Todos hemos trabajado mucho. Este festival es importante porque se ha organizado en varios países donde el fin es el mismo, que los indígenas se reafirmen identitariamente y puedan transmitir sus mensajes, sus propuestas, su visión de la vida, su visión política y tender vínculos entre ellos”.

El cineasta consideró que el establecimiento de redes de comunicación entre distintos grupos étnicos no sólo de México, sino de otros países contribuirá a que la situación de vida de los indígenas en el mundo sea comprendida y sus peticiones escuchadas, “las imágenes de esa gente deben ser vistas y sus voces, la voz de la comunidad, escuchada”.

El VIII Festival Internacional de Cine y Video de los Pueblos Indígenas: Raíz de la Imagen, concluirá el 9 de junio y es apoyado por la Dirección de Cooperación y Desarrollo del Gobierno Vasco; la organización vasca Mugarik Gabe; el Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (FONCA); la Dirección General de Asuntos Internacionales del CONACUTLA; la Fundación Angélica de los Estados Unidos; el Programa Académico México, Nación Multicultural de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM); la Secretaría de Cultura de Oaxaca; la Embajada de Estados Unidos en México y la Cervecería Modelo.

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