El año 2005 fue marcado por la permanencia de la vulneración de importantes derechos sociales a los pueblos indígenas. El proceso de la llamada "revolución bolivariana" iniciado por el presidente Chávez viene efectuando importantes esfuerzos por lograr el equilibrio y la justicia social, implementando para ello políticas públicas inmediatistas y de alto impacto directo en la población excluida. Estas políticas, normalmente paralelas al sistema ministerial del Ejecutivo nacional y que se financian directamente con las ganancias de la explotación petrolera, se han denominado "misiones". Sin embargo la falta de adecuación de las "misiones" a las pautas culturales y al entorno indígena ha ocasionado efectos colaterales no deseados y la persistencia de violaciones a los derechos humanos.

 

Según el anuario El Mundo Indígena 2006, elaborado por el Grupo Internacional de Trabajo sobre Asuntos Indígenas (IWGIA), 2005 sobre todo estuvo caracterizado por una mayor tranquilidad política en Venezuela. Celebradas las elecciones municipales a comienzos de año, con un sonoro fracaso para los partidos opositores al gobierno, estos últimos decidieron retirarse de las elecciones a la Asamblea Nacional (órgano legislativo) argumentando inconformidad en cuanto a las garantías del proceso electoral.

 

En estas elecciones resultaron electos cuatro diputados indígenas, tres titulares y un suplente. La Asamblea Nacional prosiguió con su trabajo, y fruto de ello es la aprobación de la Ley Orgánica de Pueblos y Comunidades Indígenas (LOPCI) y la Ley Orgánica del Poder Público Municipal, normas de gran relevancia para los pueblos indígenas.

 

 Sin embargo, más allá de la aparente estabilidad interna, el ámbito internacional se caracterizó por una fuerte confrontación verbal entre el Gobierno de Venezuela y el estadounidense. Venezuela fue considerada por la CIA como "el país más preocupante de América Latina" y la amenaza de una intervención directa estadounidense estuvo presente todo el año en el discurso político y en la opinión pública.

 

El presidente Hugo Chávez ordenó la expulsión de territorio venezolano de toda la delegación de la misión evangélica estadounidense "Nuevas Tribus". Desde su llegada a Venezuela, los distintos pueblos indígenas sobre los que actuaron sufrieron el afán de su actividad evangelizadora. Las deidades indígenas fueron rechazadas, así como sus mitos y creencias. Sus bailes y rituales prohibidos, toda su cosmovisión alterada y aquellos que no renunciaron a su cultura pasaron a convertirse en herejes.

 

El anuario señala además que aún son muchas las debilidades de la educación en las comunidades indígenas. Ciertamente se han creado nuevos y modernos centros de estudios en zonas indígenas, con buenas infraestructuras e importantes avances técnicos. Sin embargo estas "escuelas bolivarianas" conviven con pequeñas escuelas comunitarias carentes de los medios más elementales para la práctica pedagógica.

 

Sin embargo el derecho a la salud sigue siendo una de las más grandes violaciones de derechos que sufren los indígenas venezolanos. Los altos indicadores de morbilidad y mortalidad son fruto de las carencias que tiene el sistema sanitario en estas zonas. La escasez de dispensarios médicos, medicinas y profesionales de la salud no ha podido ser paliada con la implementación de la Misión Barrio Adentro, mediante la cual médicos cubanos brindan salud en barrios y sectores populares. Sin embargo, estos servicios no llegan hasta las comunidades indígenas.

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