SIEC. Actualidad Etnica, 03/06/2008. El 29 de mayo se cumplieron 30 años de aquella sangrienta masacre de mayas q'eqchi en el municipio de Panzós, del Departamento de Alta Verapaz. Esta masacre sucede durante el gobierno de Kjell Eugenio Laugerud Garcia, este como todos los presidente de Guatemala, fueron amigos, compadres, parientes, etc., de los principales terratenientes de la región e incluso de algunas personalidades mayas q'eqchi de Alta Verapaz.

 

No hay que perder de vista que a finales de la década de los años de 1970, ya algunos intelectuales maya como don Antonio Pop, Vitalino Caal, Policarpo Cal Chèn[2], etc., comenzaban a cuestionar el incipiente festival folklórico de Cobàn, y que aùn reúne a las jóvenes indígenas más bellas de Guatemala, que en ese momento se les llamaba "indias bonitas" en contraposición con la "reina de la feria" que era la "digna representante del criollismo guatemalteco en cada departamento de Guatemala".

En el departamento no solo habían organizaciones campesinas, sino también estaba llegando el movimiento guerrillero, el movimiento de catequistas, jóvenes vinculados a la iglesia católica, los primeros maestros bilingües que se estaban formando en las escuelas normales como la de Santa Lucia Utatlàn Sololá, Pedro Molina de Chimaltenango, etc. En esta escuelas habían mayas de todas partes, incluyendo a q'eqchi y poqomchi, quienes comenzaron a tomar conciencia no solo de la lucha revolucionaria marxista, leninista, guevarista, etc., sino también retomar la identidad como "los primeros pueblos de esa región" y que esto se constituyera otra forma de hacer revolución.

Las reuniones sobre cosmovisión, espiritualidad, liderazgo maya, en casi todas las regiones del país, como las realizadas en Totonicapán, Quetzaltenango, San Cristóbal Verapaz, etc., donde se discutieron los principales intereses que tenían los terratenientes criollos, alemanes, q'eqchi-alemanes, militares, el Estado, para promover acciones que embrutecieran a la gente. No hay que perder de vista el aporte fundamental que la iglesia católica dio para la toma de conciencia en la región para la toma de conciencia, en donde jugaron un papel importante las congregaciones religiosas asentadas principalmente en la región del Polochic, donde habitaban q'eqchi y poqomchi.

Desesperados (terratenientes, militares, el gobierno, etc) por lo que estaba pasando en la región, se dieron a la tarea de iniciar el proyecto contrainsurgente en contra de poblaciones enteras, como lo sucedido en Panzós. Nadie se esperaba lo que iba a pasar, sabíamos que había una tensión fuerte, los indígenas-campesinos, estaban desesperados porque no tenían tierras, recibían malos tratos por los terratenientes, sus productos y sus trabajos no eran bien pagados, entonces solo había un camino, iniciar un proceso no solo de impulsar cambios para el reconocimiento de la existencia de los indígenas en la región, sino para intentar recuperar la tierra que con engaños y bajo compadrazgo con los presidentes fueron cedidos, primero a los alemanes y posteriormente a los criollos de Alta Verapaz.

¿El problema entonces dónde está? ¿Ahora muchos análisis se basan en suposiciones, sin llegar a la profundidad del asunto? ¿Quiénes son los actores no solo antes, sino también durante y después de la masacre? ¿Resolveremos la situación solo con "erigir un monumento a las victimas o a la paz y que posteriormente cada mes se cambié la rosa?. ¿Estamos cambiando o intentando cambiar las relaciones de poder en Alta Verapaz? ¿Qué pasa con los actuales intereses de producción para biocombustibles?

 

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¡Es el poder, carajo!

 

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[1] Maya Poqomchi, guatemalteco, antropólogo, escritor y docente universitario

[2] Don Policarpo o Don Poli como se le conocía, fue el primer gerente de la Cooperativa de Ahorro y Crèdito San Cristòbal, R.L, un indígena poqomchi, catequista, carpintero, con apenas tercero primaria, pero con una gran lucidez para conducir las luchas sociales y para hacerle ver a sus hermanos y hermanas sobre la injusticia. Es decir, son de los estrategas que al movimiento social le hace falta. La cooperativa tenía agencias en Telemán y La Tinta, donde se impartía no solo pláticas sobre cooperativismo, sino también de conciencia social y política.

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