El miércoles y el jueves se celebró la I Cumbre Continental de Mujeres Indígenas en Puno, Perú. La mayoría de las participantes, más de dos mil según los organizadores, expresó su malestar por el triple e incluso cuádruple racismo que sufren, con mayor o menor intensidad, en todos los países de América Latina: por mujeres, por jóvenes, por indígenas y por pobres.

cumbremuj-300x182-losandesLa Cumbre de Mujeres Indígenas, que se celebró en el marco de la Cumbre Continental de los Pueblos y Nacionalidades Indígenas de Abya Yala, se inició con un saludo al Sol y una ceremonia de pedido de permiso a la Madre Tierra a pocos metros del lago Titicaca.

Algunas delegaciones aprovecharon este momento para denunciar la política neoliberal del Gobierno peruano "por traer más hambre y alimentar asimetrías entre pueblos hermanos por la desigualdad" y mostraron su apoyo a las comunidades movilizadas en la Amazonía.

Desde entonces, dos días enteros de incesantes reflexiones sobre las situación de las mujeres indígenas en América Latina sacudieron al pequeño municipio de Puno y a su Universidad Nacional del Altiplano.

En la primera mesa temática se habló sobre los derechos de las mujeres en el marco de los derechos colectivos de los pueblos indígenas, la segunda tuvo como eje central el papel de las mujeres en relación a la construcción de poder y la democracia, la tercera se centró en la identidad y cosmovisión femeninas, la cuarta y la quinta en el modelo de desarrollo y el impacto de la globalización desde la mirada de las mujeres y la sexta y última mesa, que tuvo más impacto por las historias personales que allí se relataron, situó en el centro el tema de la discriminación.

La representante de la Asociación Nacional de Mujeres Rurales Indígenas de Chile, Manué Milla, se acordaba de la discriminación sufrida durante la dictadura de Augusto Pinochet en declaraciones a la agencia Púlsar: "en aquella época no era algo de tú no participes, sino de tú no hables y ojalá tú no vivas".

Sobre la situación actual de las mujeres indígenas en Chile, destaca que "muchas mujeres ahora son líderes de sus organizaciones y tienen participación en partidos políticos", si bien la investidura de una mujer como presidenta "no se ha notado prácticamente nada y los pueblos indígenas continuamos sin tener una verdadera democracia, porque esta mujer parecer tener pensamiento de hombre, con una política completamente neoliberal".

Marta Aguilar García, comunicadora comunitaria de Radio Calenda en Oaxaca, México, señalaba esa cuádruple discriminación que sufren muchas mujeres en México, "por mujeres, por jóvenes, por indígenas y por pobres" a la corresponsal de Púlsar. Además, la activista denuncia que "en México no existe una ley que proteja a las mujeres de la discriminación y no existe una cultura de la denuncia", para terminar con un rotundo "todo queda dentro de la familia".

La comunicadora cree que la clave para mejorar las cosas es "la difusión de información sobre los derechos de las mujeres y también la autoestima, porque si la mujer no se quiere y no se respeta a sí misma nunca va a denunciar la discriminación de la que es objeto".

cumbremuj2-300x201-laprensaPor otro lado, el grupo de mujeres que integran la Plataforma Nacional de la Mujer Peruana aprovechó el escenario de la Cumbre para presentar la Plataforma de la Mujer Campesina que incursionará en las elecciones municipales y regionales en 2010, según expresaron en rueda de prensa.

La nueva Plataforma consigna varios temas en su agenda de objetivos, entre los que destacan la defensa de los recursos humanos, soberanía y seguridad alimentaria, el acceso a la educación y a la salud para la mujer rural, la compensación económica por los daños causados por el TLC firmado con Estados Unidos o la participación de la mujer en los espacios de concertación.

Otra mujer que estuvo presente de forma protagónica en la Cumbre fue la colombiana Aída Quilcué, Consejera Mayor del Consejo Regional Indígena del Cauca (CRIC), que actuó como panelista y encendió los ánimos de los presentes al aclarar que pese al reciente asesinato de su esposo a manos del Ejército Nacional "no abandonaré la lucha de resistencia social, esperando un mejor futuro para mis hijos".

Otras delegaciones colombianas denunciaron que en este país "matan a indígenas en nombre del desarrollo" para agregar que "en Colombia se destruye a los pueblos nativos con concesiones mineras y si se protesta o se levanta, el Gobierno dispara".

Por último, es importante señalar que muchas organizaciones de mujeres hicieron suyo el eslogan del evento, "¡Por Estados Plurinacionales y Buen Vivir!".

En este sentido, la Secretaria de la Mujer de la Confederación Nacional de Comunidades del Perú Afectadas por la Minería (CONACAMI), Feliciana Amado Chávez, nos entregó un testimonio extraordinario: "antes de la llegada de los colonizadores, la población nativa vivía en forma muy armoniosa con la naturaleza. Nosotras, las mujeres, dependemos de la naturaleza. La mujer se compara con la tierra, madre que nos entrega su producción. Las mujeres tenemos que levantar nuestra voz hacia el mundo diciendo no a la contaminación del medio ambiente, no a la depredación de la biodiversidad y no a la contaminación de nuestra agua dulce. La mujer, como se demuestra día a día, es la mejor amiga del agua".

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