Escribo este artículo en respuesta al suyo en donde hace una crítica en relación a los habitantes de la Sierra Nevada de Santa Marta. Colombia. Después de leerlo y en son de paz, le invito a que haga una serie de reflexiones sobre lo que ha  expuesto y sobre la repercusión  que pueden tener sus palabras para sí mismo y para todos aquellos indígenas que a pesar de los duros y violentos momentos que les han tocado vivir en la Sierra Nevada; siguen manteniéndose en ella con la voluntad inquebrantable de vivir conforme a las leyes naturales:

 

¿Qué pensaría un anciano Mama , si escuchara sus argumentaciones? Seguramente lo único que haría es reafirmarse en que usted es un “hermanito menor” ya que no posee conciencia como para valorar la grandiosidad de unas vidas con vida, pues como dice Exupèry en su libro El Principito: “lo esencial es siempre invisible a los ojos”, y es que lo mejor que hay en la Sierra Nevada sólo se percibe desde el corazón.

 

En la sociedad actual se hacen necesarios no sólo los valores económicos e intelectuales sino sobretodo los humanos, cosa ésta última que ellos poseen. Seguramente y a pesar del gesto descalificador que ha tenido para con el pueblo indígena, los mamas lo arroparan como a un niño,  pudiendo  incluso reconocer que  no entienda sus formas de vida .

 

Quizás usted sea una persona que al igual que otros estudiosos no comprendan nada de la filosofía de vida de estos pueblos, al igual que le ocurrió a Freud - fundador del psicoanálisis - cuando escribió su obra Tótem y Tabú; en donde defiende que todos los rituales aborígenes son simplemente una “neurosis obsesiva a nivel colectivo” . Evidentemente en esta obra citada observamos un claro desconocimiento por parte del autor de lo que representa la fenomenología de la iniciación,  y en ese caso se suele recomendar alguna lectura de la amplia obra que escribió el filósofo rumano Mircea Eliade,  el cual si entendió estos temas. Es a veces, a raíz de lecturas como las de Eliade, Lo sagrado y lo profano o Mito y realidad, que las personas comienzan a valorar o al menos tolerar el legado cultural y espiritual que aún existe en Colombia y en el mundo entero. Si  no es su caso, tan sólo le pido, por favor, un poco de tolerancia al respecto y en tal caso que al menos, respete la edad de los ancianos indígenas.

 

¿No le parece que ya hay demasiada violencia en el mundo? ¿Qué nos está ocurriendo?¿Por qué comemos comida - basura? ¿Por qué preferimos aire acondicionado a respirar a pulmón libre en cualquier espacio natural? ¿Por qué tenemos conductas tan antinaturales? ¿Por qué no sabemos escuchar? ¿Por qué no pensamos las cosas antes de hacerlas? ¿Por qué no escuchamos a nuestro corazón? ¿Por qué hay tantas enfermedades nerviosas? ¿Por qué en la era de la comunicación, nos comunicamos de forma tan inauténtica?¿Por qué intentamos dividir en lugar de unir? ¿Por qué lo que hacemos con las manos, lo destrozamos  con los pies? 

 

Después de intentar responder a todas estas interrogantes y comprobar la sabiduría natural que los  indígenas de la Sierra Nevada poseen, ¿piensa aún QUE NO ESTÁN HACIENDO NADA?

 

Son todo un ejemplo viviente de lo que es mantenerse en una forma de vida natural, quizás haya visto cosas que no les haya gustado de este pueblo, pero mire alrededor suyo y posiblemente verá más contradicciones en nuestra sociedad que en ellos.

 

Por favor, respételos.¡Me dan tanta ternura... saberles rodeados de paramilitares, guerrilla, narcotraficantes, en sus tierras ancestrales usurpados por toda esta violencia y que se resistan por amor a la PAZ y  a sus ideas y en función de su condición humana a coger armas y defenderse como lo han hecho los indígenas de Chiapas y el frente zapatista!

 

¿Por favor, no ve belleza en su interior? Me emociono sólo de pensarlo; quizás no sea indígena, y tal vez, por no serlo, tenga una labor con usted para hacerle ver, como diría el zen - la otra orilla, ni tampoco colombiana, pero todo ello un día caló en mi corazón, y fue entonces que pude comprobar que la sierra puede vivir en nuestro interior... Pero esos caminos hay que andarlos, de forma sabia, consciente, sana y no a modo snobista, ni de hippies, “sin ton ni son”.¡Caminantes sí, inconscientes no!

 

Concluyo con un pensamiento de armonía, hacia todos los seres humanos de oro, filósofos y sabios de todas las culturas y, muy especialmente, a los indígenas de la Sierra Nevada de Santa Marta por su buen hacer de mente y corazón. También quisiera invitarle a usted a que participe en el forum sobre espiritualidad que se celebrará en Barcelona en julio 2004 (www.forumbarcelona.org)  para que así pueda ver más de cerca la tolerancia y el respeto entre los pueblos, cuestión de vital importancia en estos momentos de cara a la paz mundial.

 

Concluyo con un aforismo del filósofo Wittgenstein como una invitación a esa prudencia que los sabios de todos los tiempos y en especial los de la Sierra, han sabido tener, la citada máxima nos recuerda lo siguiente: “de lo que no se sabe, mejor es callarse”.

 

* Los comentarios expresados son responsabilidad de su autor.

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