El Desmonte y superación del paramilitarismo como fuerza de control autoritaria y criminal sobre territorios, rentas y voluntades ciudadanas es una aspiración de amplios sectores en el país. La pregunta es si la administración del Presidente Alvaro Uribe está conduciendo un proceso que nos lleve a buen puerto, en el que el incipiente estado social y de derecho salga fortalecido o muy por el contrario, estamos encaminados a un “reciclaje” de la actuación y un reacomodo de las modalidades delincuenciales que por veinticinco años han desarrollado estas fuerzas, expresión de poderes narcotraficantes, con alianzas en sectores políticos y económicos en buena parte del país.

 

Luego de treinta meses de establecida la mesa de Santa Fe de Ralito, las respuestas son más preocupantes y van en el sentido de constatar que este gobierno conduce una negociación de manera errática y que los mínimos a los cuales aspiran los sectores civilistas y democráticos no se cumplirán, por que no existe voluntad de hacer que este proceso asuma los mínimos de verdad, justicia y reparación, desmonte de las estructuras paramilitares, abandono de las practicas criminales y coercitivas y garantías de no repetición a futuro de las acciones criminales que estos grupos han cometido, en lo fundamental contra la población civil de muchas regiones, colombianas y colombianos en su gran mayoría pobres e inermes, desamparados de un estado lejano e indolente.

 

No habrá verdad, por que esta es peligrosa para intereses múltiples que prefieren el anonimato, la reparación es dudosa e incierta y justicia, pues todo depende, de lo que se entienda por esta, quizás si asumimos sanciones penales, hay muchas dudas sobre proporciones y sitios de reclusión, cuando se impongan.

 

El paramilitarismo es expresión de poderes mafiosos lanzados a un proceso de legalización, lo cual como propósito puede ser saludado de manera positiva, el punto es que tipo de legalización se esta dando, donde lo mafioso se mantiene y se persigue con saña el poder, entonces quedamos en que los poderes mafiosos persisten y el sujetarse a unos mínimos de cumplimiento de la ley y las normas de la democracia son asignaturas pendientes, poderes mafiosos que seguirán intimidando, usurpando, robando y acaparando de manera ilegal capacidad de actuación política y económica.

 

Se equivocan quienes afirman que el paramilitarismo esta por instaurar un nuevo orden, de características autoritarias y excluyentes, ese orden ya existe, un estado que no opera, un modelo económico que crece produciendo pobreza, un régimen presidencialista que se plantea como plenamente legítimo y el sumum de la democracia, en fin,  no es que vayamos hacia un nuevo modelo de actuación política y económica, lo que estamos presenciando en su legalización.

 

Nada bueno esta saliendo de santa fe de ralito, quizás lo único estimulante es que los establecidos de siempre también se están preocupando con los Señores de la Guerra, que vienen del campo hacia la ciudad, para controlar y hegemonizar y si mucho se descuidan para desplazar a los establecidos de hoy, para ser ellos los nuevos Dones, sin autoridad ni ejemplo, más allá del logrado por la fuerza, la intimidación y el aniquilamiento.

 

Nada bueno esta saliendo de Santa Fe de Ralito, es tiempo de recordar la Canción “Agúzate que te están velando”….

 

*Fundador de Redepaz – Asesor de la Corporación Nuevo Arco Iris

Escribir un comentario

Código de seguridad
Refescar