Con el fin de conmemorar el Día Internacional de los Derechos Humanos, el Secretario General de la ONU, Kofy Annan, genera un mensaje en el que argumenta, que a pesar de haberse expedido la Declaración Universal de los Derechos Humanos desde hace cincuenta y siete años, la tortura sigue siendo común en todos los sitios del mundo en el que se desarrollan conflictos políticos y armados, y lo más preocupante resulta ser que en algunos países se establecen excepciones a la prohibición de tortura, en función de su forma de ver la seguridad nacional.

 

Annan, en el Día Internacional de los Derechos Humanos, hace un llamado enérgico a los Estados Nacionales para cumplir de manera estricta la prohibición de tortura u otros tratos crueles, inhumanos o degradantes de cualquier tipo, y los invita a aplicar todo el peso de la ley a quienes cometan esos actos.  De igual manera, condena que los gobiernos nacionales utilicen la tortura como un método de castigo de quienes han sido torturadores, pues esto significaría, entre otras cosas, que se tema a la denuncia por el hecho de ser posteriormente torturado.

 

Finalmente, pide a todos los Estados que concedan al Relator Especial de las Naciones Unidas sobre la Tortura, libre acceso a los detenidos que estén bajo su control, pues el acceso irrestricto se convierte en un mecanismo de protección indispensable para dar a los reclusos maltratados, indígenas confinados y rehenes políticos, la posibilidad de hacer oír su voz en medio del cautiverio. Así mismo, ratifica su compromiso, como Secretario General de la ONU, y como representante de esta organización, a defender los principios de la Declaración Universal de Derechos Humanos, haciendo un especial énfasis en la eliminación de la tortura.

 

Por su parte, la Alta Comisionada para los Derechos Humanos, la Señora Louise Arbour, en el marco de la celebración del Día Internacional del Los Derechos Humanos, argumenta que la prohibición absoluta de la tortura es la piedra angular de los Derechos Humanos porque es inherente al respeto por la integridad física y por la dignidad de la persona, concebidos como derechos inviolables.

 

Afirma que muchos Estados, miembros de las Naciones Unidas, desatienden la prohibición de tortura y continúan sometiendo a sus ciudadanos y a otros a tratos degradantes, a menudo de forma generalizada y sistemática. Y esta situación se hace evidente en los numerosos informes que  recibe la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos. Sobre agentes estatales que recurren a la tortura en el procesamiento de criminales ordinarios, y cada vez se posiciona más el lema de la "guerra contra el terror".


Algunos representantes gubernamentales afirman que el uso de la tortura se justifica con el cambio que ha ido teniendo el mundo y con las diferentes formas de percibir la realidad, sin embargo Louise Arbour, a este planteamiento argumenta que la intensidad del terrorismo internacional puede que no tenga precedentes, pero su naturaleza fundamental no ha cambiado.  Insiste además, que se requieren respuestas efectivas e inteligentes de aplicación de la ley, porque la batalla contra el terrorismo sólo puede ser ganada si las normas internacionales de derechos humanos son respetadas íntegramente.

 

En su comunicado para conmemorar el Día Internacional de los Derechos Humanos, la Alta Comisionada expone que actualmente, dos fenómenos están teniendo un efecto particularmente corrosivo a la prohibición mundial de la tortura y de los tratos degradantes, inhumanos y crueles.  El primero es utilizar la garantía diplomática para justificar el retorno de sospechosos a países donde corren riesgo de ser torturados, lo que podría hacer que algunos países se vuelvan cómplices de la tortura realizada por otros.  El segundo de ellos es la retención de prisioneros en lugares secretos de detención, que provoca que la tortura sea realizada en el mismo país.

 

La posición más contundente que Arbour plantea en contra de la tortura es que no se concentren los esfuerzos en combatir los casos individuales, sino que debe crearse un sistema genuino de verificación de la situación de todos los reclusos en sus lugares de detención, que aunque existen los mecanismos suficientes para hacerlo, como el Protocolo Opcional a la Convención contra la tortura, no resultan eficientes por los intereses propios y oposiciones de los gobiernos nacionales o de sus sistemas judiciales.

 

De igual manera, la Alta Comisionada para los Derechos Humanos expone su preocupación por el fenómeno de las detenciones secretas, que aunque no es una situación nueva, sí ha cobrado auge en la nueva “guerra contra el terror” implementada por los países que sienten amenazada su seguridad nacional. En esta modalidad de reclusión, supuestamente los reclusos están detenidos en custodia secreta, en lugares desconocidos, lo que técnicamente se constituye en una “desaparición”, según la expresión textual del comunicado.  En este punto es importante tener en cuenta que la desaparición, sí ha sido considerada como tortura o maltrato a la persona desaparecida y a sus familiares y comunidades.

 

Finalmente, la Alta Comisionada para los Derechos Humanos, hace un llamamiento a todos los

Gobiernos para que reafirmen su compromiso con la prohibición total de la tortura mediante:

 

  • La condena de la tortura y los tratos degradantes, inhumanos o crueles y su prohibición en las respectivas legislaciones nacionales.
  • El respeto absoluto del principio de non-refoulement y la abstención de devolver personas a países donde pudieran ser torturadas.
  • El acceso a prisioneros y la abolición de la detención secreta.
  • La persecución legal de aquellos responsables de actos de torturas y malos tratos.
  • La prohibición del uso de información obtenida bajo tortura y tratos degradantes, inhumanos o crueles, ya sea que el interrogatorio haya tenido lugar en el propio país o en el extranjero.
  • La ratificación de la Convención contra la Tortura y su Protocolo Opcional, al igual que de otros tratados internacionales que prohíban la tortura.[1]

 

Aquí usted podrá ver el comunicado completo elaborado por la Alta Comisionada Para los Derechos humanos Louis Albour, y el emitido por el Secreterio General de la ONU Kofy Annan.

 

-  Comunicado de Kofy Annan en el Día Internacional de los Derechos Humanos 2005  http://www.un.org/spanish/events/humanrights/2005/sg.htm

 

- Comunicado de Louis Albour en el Día Internacional de los Derechos Humanos 2005  http://www.hchr.org.co/publico/comunicados/2005/comunicados2005.php3?cod=58&cat=58


[1] Tomado del comunicado que la Alta Comisionada para los Derechos Humanos emitió en el marco del Día Internacional de los Derechos Humanos.

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