Me niego rotundamente a negar

mi voz

mi sangre y mi piel

me niego rotundamente

a dejar de ser yo,

a dejar de sentirme bien

cuando miro mi rostro en el espejo

con mi boca

rotundamente grande,

mi nariz rotundamente hermosa

y mis dientes rotundamente blancos,

y mi piel valientemente negra

y me niego categóricamente

a dejar de hablar mi lengua, mi acento y mi historia

y me niego absolutamente

hacer parte de los que callan,

de los que temen

de los que lloran

por que me acepto rotundamente libre

rotundamente negra

rotundamente hermosa.

 

Uno de los propósitos y aportes de la Expedición Pedagógica Nacional, ha sido visibilizar las diferentes maneras de ser maestro y hacer escuela en las regiones del país. A lo largo de los años de recorrido expedicionario, los maestros y maestras Colombianos hemos tenido la oportunidad de mirar de una manera diferente lo que ocurre con la educación en nuestras comunidades y hemos podido asombrarnos de lo que nuestros colegas hacen en otras partes de nuestra geografía; en este encuentro, también hemos aprendido a mirarnos a nosotros mismos.          

 

La expedición y cada una de sus rutas han propuesto diferentes formas de movilización física y del pensamiento, ha significado poner en discusión nuestras miradas, descentrar nuestros puntos de vista, atrevernos a mirar de una manera diferente y desde lugares y propósitos diferentes. La ruta afrocolombiana además de tener un itinerario geográfico, se orienta por una pregunta movilizadota acerca de la manera como los educadores y educadoras de diversas regiones de nuestro país  han pensado, incluyendo de su práctica afrocolombiana.

 

La Ruta Afrocolombiana es una apuesta por el reconocimiento de las múltiples formas de ser maestro y hacer escuela en tres regiones del país (Caribe, Bogotá y Cauca), orientada por una inquietud común: ¿de qué manera la cultura Afrocolombiana está presente o ausente en nuestras escuelas?. No es una pregunta orientada a los maestros afrocolombianos que habitan en comunidades afrocolombianas, es una pregunta al país y a la educación por su legado histórico de tradición cultural afrocolombiana. Por ello es que la mirada no se construye solo en el pacifico caucano o en la costa caribe; en ella participan habitantes urbanos, escuelas de zonas rurales en contextos andinos, poblaciones ribereñas y comunidades ligadas a los ríos, por que estamos convencidos que a todos nos compete la pregunta por la manera como nuestras tradiciones culturales de origen étnico, están  o no presentes en la escuela y la educación de nuestras regiones y el país.

 

En el presente artículo, daremos a conocer algunos de los debates que hoy hacen parte del campo académico de la etnoeducación, un proyecto alternativo de educación nacido de los movimientos sociales liderados por los grupos étnicos y sus organizaciones, que busca contribuir al fortalecimiento de los planes de vida de sus comunidades. Las discusiones que plantea la Ruta, tienen que ver con la manera de entender la diversidad cultural y el papel de la escuela y la educación en la concreción de un proyecto de nación que reconozca dicha condición. Mostraremos algunos elementos del panorama histórico de nuestro país y la manera como la diversidad se configura con el. Creemos que este ejercicio es fundamental para enriquecer los actuales debates y miradas acerca del papel de la educación en la consolidación de un nuevo proyecto  de ciudadanía y de democracia.

 



[1] De Revista Afroamérica, una contribución especial para Actualidad Étnica 

 

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