La muerte de María Paula Bolaños, una niña de 21 meses de edad, perteneciente a la comunidad indígena Wayúu, es aún una incógnita para sus familiares. La niña que vivía en el municipio de Uribia en el norte de la Guajira, se desapareció en cuestión de segundos de la mirada de su padre.

Orsinia Polanco Jusayú, primera mujer indígena que llega al Congreso, es tía de la pequeña, y afirmó que la niña se desapareció el jueves Santo 13 de abril, a las 5:00 p.m. y encontraron su cuerpo a unas cuantas cuadras de su casa, el domingo 16 del mismo mes, a las 4:30 p.m. “Fue en cuestión de minutos, ella estaba con su padre y de un momento a otro ya no la encontraba, ella es muy pequeña para haber corrido tan rápido”.

La familia de María asegura que fue un asesinato, y no está de acuerdo con las declaraciones que hasta ahora ha dado medicina legal. Una funcionaria pública de la seccional Maicao-Guajira, de Medicina Legal, que se reserva su nombre, declaró extraoficialmente que el dictamen del médico legista estableció que la niña murió accidentalmente, cayó al agua muriendo por inmersión y que se descarta la extracción de órganos.

Sin embargo, Orsinia Polanco aseguró que ayer 19 de abril habló con el médico encargado del caso, y él mencionó que éste hecho era bastante confuso ya que la niña al parecer no había muerto por inmersión, debido a que presentaba sólo un poco de agua en uno de sus pulmones, lo cual es signo de que no murió ahogada.

Sumado a esto la congresista afirma que la víctima no presentaba algunos de sus órganos: “La bebé apareció sin sus ojitos, sin su lengua y no tenía estómago ni intestinos, lo más escabroso de la situación es que no presentaba heridas, ni golpes, y nos han dicho que esto fue obra de chulos u otros animales, pero los animales no discriminan entre los párpados y los ojos, y ella tenía su cara sin rasguños”.

Algunos medios han registrado que su familia ha denunciado que la niña fue desaparecida para traficar sus órganos, pero ellos lo desmienten, “En ningún momento hemos afirmado que la niña fue asesinada para traficar sus órganos, para nosotros es un misterio su muerte, pero sí sabemos que fue un asesinato”, afirmó Polanco.

“Esta es una violación a los derechos humanos, al de la vida y un asesinato no puede quedar impune, no vamos a tapar la muerte de la niña y de un crimen tan espantoso, por eso hacemos un llamado a las comisiones de derechos humanos para que abran una investigación frente al caso”, aseveró su tía. María Paula fue enterrada el martes 18 de abril en la Ranchería Petsuapa.

Actualidad Étnica se comunicó con la seccional de la Fiscalía en la Guajira, para conocer la respuesta por parte del Fiscal encargado del caso frente a este extraño suceso. Una funcionaria de esta entidad afirmó que los resultados del caso son parte de la reserva del sumario, por lo cual se abstienen de pronunciarse. Señalaron que esta información será sólo entregada a la familia de María Paula y a las entidades competentes en el caso.

Su búsqueda se inició en el mismo momento en que se desapareció ya que su padre conformó una brigada con los indígenas de la zona para buscarla, “En Uribia nunca se pierde un niño, es un pueblo muy pequeño y calmado, todo el mundo se conoce y si ella se hubiera perdido alguien la hubiera devuelto”. Los habitantes de este municipio están consternados con esta muerte ya que es la primera vez que le pasa algo a un niño del pueblo. Finalmente la familia espera que el dictamen oficial de Medicina Legal ayude a que otros niños no sufran la muerte de María Paula y que no este caso no quede impune.

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