Mientras en Bogotá, manifestantes se tomaron la Defensoría del Pueblo en solidaridad con sus compañeros de María de Piendamó en el Cauca, los indígenas que se encontraban en la vía Panamericana accedieron desalojar unos de los carriles de esta importante troncal. Lo anterior debido a que se reunirían con una comisión del gobierno, que esperaban diera respuesta a sus demandas. La comisión estaba integrada por los ministros del Interior y de Justicia, Agricultura, Hacienda, Medio Ambiente y el Director del Instituto Colombiano de Desarrollo Rural, Incoder. Así lo informó Feliciano Valencia, coordinador de derechos humamos de la Asociación de Cabildos Norte del Cauca, ACIN.

Se agudiza la situación

Sin embargo, al cierre de esta edición (7:00 p.m.) Valencia informó que la comisión sólo llegó hasta Popayán y que no se reunieron. En María de Piendamó los ataques de la fuerza pública se intensificaron a pesar de haber desalojado un carril de la vía. Nueve niños resultaron heridos. Valencia dijo que lo único que queda es resistir.

Por su parte, voceros autorizados del Consejo Regional Indígena del Cauca, CRIC, se comunicaron con la redacción de Actualidad Étnica y manifestaron su preocupación por la grave situación que desde la 3.00 p.m. se presenta en el resguardo indígena de María de Piendamó, en el departamento del Cauca. “En lugar de que llegara la comisión del gobierno, se intensificaron los ataques por parte de la policía y el ejército”, dijo alarmado y con voz entrecortada el funcionario del CRIC. “Se tomaron La María, que es resguardo indígena, allanando esta propiedad privada sin ningún tipo de orden judicial. Quemaron las cambuches, el centro de abastecimiento con los alimentos y demás víveres de la comunidad. Estamos incomunicados porque también quemaron la consola desde donde se transmitía todo lo que iba sucediendo. A través de esta consola estábamos en línea con las emisoras comunitarias. Ahora la comunicación es sólo posible a través de celulares”.

El funcionario del CRIC hizo un angustioso llamado para que se informe sobre lo que está pasando en La María, pues según relató allí reina la confusión. El ejercito que entró al territorio indígena, está persiguiendo a los comuneros quienes se dispersaron por todo el terreno y se encuentran escondidos entre matorrales y cafetales.

Hasta el momento se tienen información de 16 indígenas detenidos y la desaparición de algunos comuneros, entre ellos, Aparicio Ríos. Al cierre de esta edición el allanamiento continúa, siguen los saqueos y la quema de las carpas y lugares de concentración de los indígenas manifestantes, así lo informaron los consejeros del CRIC. Aunque la vía Panamericana no se encuentra bloqueda, los indígenas continúan en los alrededores, informaron.

Sólo llegaron hasta Popayán

Se esperaba que la reunión se llevara a cabo a la 1:00 p.m. y en ella se estableciera una agenda común para solucionar las problemáticas de estas comunidades. Los temas que se abordarían en este encuentro eran: el avance en el cumplimiento de los compromisos en el tema de tierras, acordados a finales de año pasado tras las tomas de la Hacienda El Japio; la crisis humanitaria de las comunidades indígenas del Cauca y del resto del país; la gobernabilidad del presidente Uribe; la militarización de los territorios indígenas por parte de las actores armados legales e ilegales y la difícil situación económica que atraviesa los pueblos del norte del Cauca, quienes en 1999 se declararon en emergencia política, económica y social, aseguró Feliciano Valencia, de la ACIN.

Igualmente se analizarían los procesos judiciales que se adelantan con varios comuneros. Cabe anotar en los últimos hechos han sido detenidos 12 indígenas. El marco de las acciones adelantadas por la liberación de la Madre Tierra, 9 indígenas más, se encuentran presos bajo perturbación del orden público, daño en bien ajeno y violencia contra servidor oficial.

Durante la mañana también se llevó a cabo una reunión con la comisión humanitaria conformada la Defensoría del Pueblo, Naciones Unidas y delegados de organizaciones de derechos humanos para hacer las denuncias pertinentes y definir los detalles de la entrega de los policías antimotines retenidos por los indígenas en los enfrentamientos. Sin embargo, la situación empeoró hacia las tres de la tarde.

A pesar de todo, la Cumbre continúa

Los indígenas continúan en Asamblea Permanente, así lo confirmó esta mañana, Feliciano Valencia de la ACIN y Luis Yonda, miembro de la Guardia Indígena. Ambos señalaron que la toma de la vía Panamericana no es el objetivo de la cumbre, pero que se vieron obligados a actuar porque, en primer lugar, cuando los indígenas que se desplazaban por la vía fueron agredidos por los policías antimotines, ante lo cual ellos decidieron tomarse la carretera, y porque “eso lo único que nos queda para hacernos escuchar”, puntualizaron.

“La paciencia tiene un límite, y eso pesa a la hora de decidir acciones como la toma de la vía Panamericana. La intención no es causarle daño a nadie, sino que se entienda la difícil situación por la que atraviesan los pueblos indígenas y que esto también le atañe a todos. Las reivindicaciones que hacemos, como las de nuestra posición frente al TLC, no es exclusiva para nosotros, los hacemos por todos los colombianos. En ese sentido, las vías de hecho son la única opción es que nos queda para hacernos sentir y para que se reflexione sobre los compromisos que el estado tiene frente a los pueblos indígenas y los colombianos”, dijo Valencia quien además fue enfático en señalar que las acciones de hecho son un instrumento establecido en las comunidades indígenas y que éste nunca ha sido descartados por ellos.

En el mismo sentido se manifestó Luis Yonda, “Hay acuerdos que nos se han cumplido, son compromisos de hace 15, 20 e inclusive 30 años. Nos vemos obligados a ello. No entendemos como hay recursos para la guerra, pero no para nuestras necesidades”.

A pesar de los últimos hechos, la cumbre continúa. Se espera que en el día de hoy lleguen más comunidades del norte del Cauca y de otros departamentos del país, afirmó Valencia. “Contrario a los efectos esperados con las agresiones, ahora contamos con la solidaridad y acompañamiento de más colombianos en Bogotá y en las regiones.”, agregó.

Frente a las acusaciones de la vinculación de estas marchas con la guerrilla, a raíz de la grabación presentada por el Ministro del Interior Sabas Pretel de La Vega, en la que presuntos miembros de la FARC manifestaban apoyo a la movilización, los indígenas han sido enfáticos en desmentir estas acusaciones.

“Nos preocupa estas afirmaciones, porque no tenemos ningún vínculo con la guerrilla, ni con otros grupos armados. Vamos a solicitar se investiguen estos hechos. Pero al margen de ellos, hemos adelantado los mecanismos de control para que nadie esté armado. De eso pueden dar cuenta los medios de comunicación y los organismos humanitarios quienes lo han comprobado”.

Valencia insistió que los indígenas no están dispuestos a que ningún grupo armado los involucre en sus acciones. Si ellos detectan la presencia de un miliciano de la guerrilla, los expulsarán, y en acaso de que se trate de un comunero con algún tipo de relación con estos grupos, se tomarán las medidas necesarias al interior de la comunidad. De todas maneras, tanto Valencia como Yonda descartaron de plano cualquier vinculación con la insurgencia y calificaron de irresponsable estos señalamientos que lo único que hace es estigmatizarlos.

 

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