El pasado viernes 12 de mayo a las 10 de la mañana en la finca Torcoroma, corregimiento de Mingueo en Dibulla, Guajira fue asesinado Marcelino Pacheco Malo, indígena wiwa de 29 años de edad, originario de la comunidad de Cherua ,en el municipio de Valledupar, quien vivía en la finca La Estrella en la Región del Alto San Jorge. Ese viernes Marcelino se desplazaba en una moto hacia su vivienda cuando fue alcanzado por un sujeto que también se movilizaba en una moto, el cual lo interceptó y le propinó varios disparos que le produjeron la muerte.

Al parecer, el crimen fue perpetrado por un paramilitar que hacía parte del Bloque Norte de las AUC al mando de Jorge 40. Según la información suministrada por habitantes de la región, desde la semana pasada tienen conocimiento de la conformación de un nuevo grupo paramilitar integrado por sujetos que no participaron del proceso de desmovilización del Bloque Norte y que están operando en la Región del Alto San Jorge en la Sierra Nevada de Santa Marta.

Aun no existe claridad respecto al numero de personas que integran esta nueva estructura paramilitar, ni quien esta al mando de los mismos, sin embargo se ha señalado que desde hace algunas semanas los indígenas de la zona han sido víctimas de robos de alimentos y dinero. También existen rumores acerca de posibles vacunas que estarían aplicando los paramilitares a los indígenas. Los líderes desconocen hasta el momento el móvil del crimen y afirman que Marcelino no había recibido amenazas ni se habían presentado hechos que hicieran temer por su vida.

El homicidio se produjo un día antes de que se realizara la reunión convocada por la Organización Wiwa Yugumaiun Bunkuanarrua Tayrona (OWYBT) en la comunidad la Peña de los Indios, en el municipio de San Juan del Cesar para discutir con las autoridades públicas la situación de derechos humanos de las comunidades wiwa del departamento de la Guajira. Cabe aclarar que las entidades locales convocadas no asistieron a la reunión argumentando la inexistencia de condiciones de seguridad en la Sierra Nevada de Santa Marta, lo cual hace prever que aunque las autoridades conocen la situación por la que atraviesan las comunidades, han decidido asumir una actitud de completa pasividad frente a un escenario de riesgo para la vida e integridad física de los pueblos indígenas.

Cabe precisar que el año anterior treinta y dos familias wayúu se desplazaron de la región del Alto San Jorge en la Sierra Nevada de Santa Marta y actualmente se encuentran en Mingueo atravesando por una grave situación humanitaria, que al parecer los organismos gubernamentales no han atendido de la mejor manera.

Los hechos ocurridos en el Alto San Jorge, así como las denuncias públicas hechas por los Wiwa hacen temer una grave crisis humanitaria por cuenta de los señalamientos de los cuales vienen siendo víctimas por parte de la fuerza pública, del surgimiento y consolidación de grupos paramilitares y de las acciones de la guerrilla que hace presencia en la zona.

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