Uribe y los indígenas

Álvaro Uribe Vélez, el candidato presidente, no tiene dentro de sus propuestas de campaña una orientada específicamente a los grupos étnicos (indígenas, afro, raizales y gitanos). Como lo ha expresado en repetidas oportunidades su proyecto de gobierno, el actual, y el que piensa seguir ejerciendo durante cuatro años más en caso de ser reelegido, será un proyecto de nación que involucre a todos los ciudadanos sin ningún tipo de distinción.

En ese sentido todas las propuestas encierran al grueso de los colombianos y no hay una destinada a un grupo en especial. “En todos los retos sociales, han estado y estarán, las minorías étnicas. Programas como Familias en Acción y Familias Guardabosques así lo confirman”, informaron miembros del equipo de campaña de Uribe. Sin embargo, las minorías étnicas si esperan de las aspirantes a la presidencia, propuestas que recojan sus necesidades e intereses, dentro del marco de lo que se ha denominado “discriminación positiva”, más aún si se tiene en cuenta que históricamente han sufrido la exclusión social.

En el caso de Álvaro Uribe, para hablar de sus propuestas es necesario referirse a sus hechos de gobierno en beneficio de estas comunidades. Según un informe del 22 mayo de 2006, del Instituto Colombiano de Desarrollo Rural, INCODER, en el actual gobierno (2002-2006), se han constituido 123 resguardos indígenas y se han entregado 1.286.117 hectáreas, beneficiando así a 11.051 familias. En una reciente entrevista que concediera al periódico El Liberal de Popayán, el candidato-presidente afirmó al tema de las tierras de los indígenas del Cauca, se ha comprado 2 mil hectáreas y se espera comprar 2 mil más. “pero sin violencia y además sin exclusión porque aquí hay un campesinado que hay que atender, hay unas comunidades afrodescendientes nobles que hay que atender y hay un empresariado que no podemos espantar, por eso tiene que ser un tejido agropecuario fraterno donde todos quepan”, dijo el Mandatario al referirse a los últimos hechos en los que los indígenas se tomaron la Vía Panamericana para exigir un respuesta del gobierno, quien según las comunidades no ha cumplido con los compromisos adquiridos con los indígenas en materia de tierras.

En la misma entrevista señaló que “hay que diferenciar la protesta social de la acción violenta, el Gobierno es respetuoso de la protesta social lo hemos sido a lo largo de los cuatro años. Lo que nunca hemos permitido es la acción violenta, una cosa es la protesta social que permitimos, otra el bloqueo de vías que impedimos. Hemos reafirmado en estos días el concepto de autoridad porque mal ejemplo le daríamos al país si por cálculos electorales hubiéremos permitido el bloqueo de las vías”.

En el discurso de cierre de campaña en Popayán, fue más vehemente en su punto de vista frente a las movilizaciones indígenas, que han tenido en el sur del Cauca, su máxima expresión, conocida como el proceso de “Liberación de la Madre Tierra”. “Que quede algo muy claro y que sirva de precedente en la reelección en Colombia: el Presidente tiene que defender los intereses superiores de la Nación. Cualquiera que sea el momento jamás pueden prevalecer coyunturas electorales, amenazas, presiones y anarquía sobre los intereses superiores del país”.

Igual posición ha asumido frente a las acciones adelantadas por los indígenas del Norte del Cauca, como la Consulta Ciudadana y Popular Frente al Tratado de Libre Comercio, que se llevó a cabo en marzo del año pasado en cinco municipios de la región. Justamente ese ha sido un punto de total desencuentro entre los indígenas y Uribe, la firma del TLC, una de las banderas del actual mandatario de los colombianos.

La política de seguridad democrática, la guerra antiterrorista, el plan Colombia, el modelo de desarrollo económico, el desconocimiento de los procesos de consulta y autonomía de los pueblos, el incumplimiento de los acuerdos y compromisos con los pueblos indígenas; son algunos de los reclamos de estas comunidades al presidente, por lo cual, casi en su totalidad están en desacuerdo con la reelección y apoyan mayoritariamente al candidato opuesto, Carlos Gaviria.

Otras de las preocupaciones de los indígenas, están relacionadas con la crisis humanitaria y la sistemática violación de los derechos humanos de sus comunidades. Según algunas organizaciones indígenas regionales y de carácter nacional, bajo el gobierno de Uribe se han incrementado el número de indígenas asesinados, desplazados y desaparecidos. En el primer semestre de 2003, fueron asesinados 44 indígenas kankuamos. Del 2003 al 2005, más de 50 líderes indígenas del pueblo wiwa fueron asesinados y 800 desplazados.

Entre septiembre del 2003 y febrero del 2005, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y la Corte Interamericana de Derechos Humanos, han solicitado al gobierno colombiano medidas cautelares y provisionales para 4 pueblos indígenas, 2 de ellos pertenecientes a la Sierra Nevada de Santa Marta. A los pueblos kankuamo, pijao, wiwa y wayúu, se les ha otorgado estas medidas debido a que han sido víctimas de masacres, ejecuciones extrajudiciales, desapariciones, detenciones arbitrarias, secuestros y desplazamientos forzados. La mayoría de estos delitos han sido perpetrados por los paramilitares, incluso, los ya desmovilizados, y según las comunidades “con la tolerancia y auspicio de la fuerza pública”.

El actual presidente y candidato a la reelección, también ha sido duramente criticado por organizaciones sociales de derechos humanos nacionales e internacionales debido al manejo que le ha dado a las movilizaciones indígenas; según ellos, han sido represivas y violatorias de los derechos de los pueblos. Sin embargo, el pasado 12 de marzo, en las elecciones al congreso de la república, el presidente Uribe contó con el respaldo de algunos indígenas que se inscribieron en las listas de partidos uribistas, como Cambio Radical. Cabe anotar que ningún de ellos logró el favor del electorado.

Serpa y las minorías étnicas

Horacio Serpa Uribe ha manifestado que su gobierno contará con la participación de los mejores de cada sector social y de los diferentes grupos étnicos. Así lo señaló en marzo de este año cuando inscribió su candidatura a la presidencia de la república por tercera vez.

Dijo que durante su mandato participarán y actuarán quienes no han tenido la posibilidad de demostrar sus calidades y capacidades. Por lo menos la mitad del gabinete y de las entidades del estado que representan el gobierno serán manejadas por mujeres. También anunció la participación de las negritudes, los indígenas y los sectores sociales que siempre han sido relegados a un segundo plano.


“En mi gabinete van a estar los mejores, las personas que tengan un compromiso con nuestro proyecto político, van a estar las mujeres, cuando menos la mitad del gabinete y la mitad del Gobierno será atendido por mujeres, pero van a estar los que nunca han estado, la provincia, los campesinos, los trabajadores, los indígenas, los negros. A todos estos sectores a los que se les ha negado que demuestren su capacidad y su competencia van a estar en mi gobierno”, agregó que va a cambiar costumbre de que sólo las élites económicas y políticas sean las que gobiernen.

Indígenas y afros opinan

Luis Evelis Andrade Casama, presidente de la Organización Nacional Indígena de Colombia, ONIC, dijo a Actualidad Étnica que no ve en ninguno de los candidatos una propuesta de que tenga en cuenta la realidad de los pueblos indígenas, que materialice sus derechos. En el programas de campaña, agregó no hay una propuesta clara frente a la extinción de muchos pueblos indígenas; el diálogo y la concertación del desarrollo para estas comunidades; la inclusión de las problemáticas de los indígenas en los políticas públicas. “No veo, insistió, cuál es su proposición y pensamiento sobre los pueblos indígenas.

Sin embargo, el presidente de la ONIC, invitó a los indígenas a que ejerzan el derecho al voto y que lo hagan por el candidato que consideren más afines a la lucha y pensamiento indígena. “Aquél con mayor nivel de compromiso con nuestras comunidades; aquel cuyas propuestas respeten el derecho de los indígenas y cuya toma decisiones no nos afecte como pueblos, como la firma de tratados como el TLC”. Invitamos a los indígenas a que respalden las iniciativas en donde primen la solución dialogada conflicto, y no militar, en donde haya mayor inclusión social, puntualizó.

Por su parte, Carlos Rua, director de Ecotambor, organización afrocolombiana de territorio y de comunicación interétnica y director de interlocución de la red de justicia comunitaria, afirmó que la agenda afrocolombiana no está plenamente reflejada y visible en el conjunto de los programas de los candidatos presidenciales. “El problema fundamental no es que no estén contenidas, explícitamente, en los programas, las reivindicaciones represadas del pueblo afrocolombiano. Sí esto fuera así, a la comunidad afro le hubiera ido excelente con el estado comunitario del presidente Uribe, porque en su programa de los 100 puntos, estaban contenidas muchas reivindicaciones de los afro; pero en el transcurso su programa de gobierno, no sólo se paralizaron, sino que se perdieron muchos de los derechos conquistados por los afro”.

El candidato-presidente, no incluye en sus propuestas los aspectos específicos de los derechos de lo afro, y poco importaría si los incluyera, porque se sabe que no está interesado en volver real y concreto las reivindicaciones afrocolombianas. Sobre la titulación de tierras para las comunidades negras, no puede mostrar mayores logros, porque esto está contemplado en la constitución, así que Uribe se lleva los créditos, en los actos públicos, de lo que otros gobiernos han desarrollado, dijo Rua.

El actual gobierno no ha establecido ningún compromiso estatal para el desarrollo de estos territorios titulados, el retorno de la población desplazada y la recomposición de su tejido social, fragmentado por efecto de la política de seguridad democrática en donde lo militar está por encima de la convivencia pacifica de las comunidades.

Frente al candidato liberal, Horacio Serpa señaló que éste es uno de los que ha expresado voluntan política para incluir en su programa de gobierno representantes de las comunidades afro en la gestión pública. “Sin lugar a equívocos esta manifestación se corresponde con esfuerzos del pasado, (salto social 94-98), en donde se dinamizó el proceso de titulación de tierras, se fortaleció la política de formación de consejos comunitarios en la cuenca del pacífico y se trazaron los lineamientos curriculares de la cátedra de estudios afrocolombianos y la iniciación de fondo de becas afrocolombianas”.

De Gaviria, candidato del Polo Democrático Alternativo, anotó que no sólo ha propuesto incluir aspectos fundamentales de la agenda afrocolombiana, sino que se ha comprometido a aunar esfuerzos con la comunidad para evitar la aplicación del Tratado de Libre Comercio, TLC, el cual tiene efectos regresivos sobre la diversidad biológica y etno-cultural en los territorios ancestrales. “Gaviria se ha comprometido a contribuir a las suspensión de las fumigaciones en todos los territorios de las comunidades afrocolombianas; a reformular la política de bosque y agua para plantearla en sintonía con las propuestas y aspiraciones con las pueblos étnicos; a concentrar los esfuerzos del nuevo gobierno en la superación del conflicto armado para garantizar el retorno de las poblaciones desplazadas y a superar la discriminación y el racismo”, puntualizó.

Finalmente del candidato del partido Visionarios, Antanas Mockus, acotó que era proclive al TLC; de extraña aparición en los grupos étnicos y parcialmente comprometido con la política de seguridad democrática. “No recoge en su agenda y antecedentes, propuestas para poner en marcha un ‘combo vital’ incluyente de las aspiraciones de los pueblos afrodescendientes, indígenas y gitanos”.

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