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Pasada una semana del proceso electoral para Congreso, quedan en el aire muchos aspectos a analizar. Pero antes de darle palo al Sistema, me permitiré hacer dos comentarios que pueden ser denominados "cuña para el mismo POLO". El primero: a muchos compañeros y compañeras del Polo, que por ser presidentes o presidentas de algo, o por provenir de las directivas de alguna ONG, les dio por proponerse como candidatos al congreso nacional, fragmentando procesos de unidad en torno a candidaturas más sólidas y de perfil nacional, les debe haber quedado en claro que con el caudal de votos recogidos les queda bien postularse a un edilato en una Junta Administradora Local, sin más pretensiones personalistas y siendo coherentes con que, primero es la escuela que la universidad.

Segundo comentario: En estas elecciones se vio la debilidad del proceso de unidad de las minorías étnicas. Los partidos contribuyeron a ello. El mismo Polo tuvo en sus toldos a varios candidatos indígenas que en lugar de fortalecer los candidatos de circunscripción especial, y en afanes meramente individualistas, buscaron partidos políticos para allanar el camino hacía una curul, olvidándose de sus respectivas comunidades. Lo más abominable son los candidatos y candidatas que con el discurso de las minorías se fueron a toldos uribistas. Con qué autoridad moral podría una Leonor González Mina, o una Belkis Izquierdo Torres, pregonar la defensa de las minorías étnicas, cuando en su afán por llegar al congreso incurrieron en acuerdos con los partidos que defienden un sistema que tan duro les está dando a  las comunidades indígenas y las comunidades negras.

La curul de circunscripción en Cámara para comunidades negras fue para la pesista María Isabel Urrutia, pero tengo mis reservas al respecto; no sé si en realidad ella sea cabal representante de los intereses de las comunidades negras del país, igualmente tan fragmentadas como los indígenas (27 movimientos inscritos así lo demuestran).   Tengo entendido que la ganadora de la Curul en Cámara para comunidades indígenas fue Orsinia Patricia Polanco (supuesta representante de las comunidades Wayuú), avalada por el Polo. Habrá que ver si ella se pone de acuerdo, tan siquiera, con su misma comunidad Wayuú, que contaba con otra supuesta candidata en otro toldo: Rosa Tulia Iguarán en el movimiento de la ASI.

En el caso de la elección de dos representantes de comunidades indígenas al Senado, el voto en blanco cuenta. El voto en blanco no es más que la clara manifestación de censura y rechazo a los incoherentes procedimientos de división en el seno de las comunidades indígenas y hay que tenerlo en cuenta. Con su aval al candidato presidencial Antanas Mockus, ya la ASI (Movimiento de Alianza Social Indígena), había demostrado ir en contravía de los acuerdos de unidad indígena logrados por varios consejos y movimientos indígenas que apoyan la candidatura presidencial de Carlos Gaviria, candidato del POLO. Por mí, que se queden vacías las dos curules de circunscripción especial en Senado. Que esto sea una lección para que las mismas comunidades de minoría comiencen a buscar un camino de unidad más coherente y consecuente con la defensa de sus intereses colectivos y, para que  se aparten de la idea de seguir conformando pequeñas empresas electorales, manía aprendida de un Sistema que dividiéndonos resulta vencedor, o, proyecto equívoco  que, en algunos casos,  les han vendido muchos de sus asesores políticos (sociólogos, antropólogos, indigenistas y demás).

Ahora sí, enumeremos algunos aspectos que hacen cuestionable el éxito del uribismo en las pasadas elecciones de congreso:

1. La legitimidad de las mismas elecciones, por lo polémicas; pues se presentaron aspectos atípicos en este tipo de procesos democráticos: La actuación del mismo Presidente inclinando la balanza hacía sus propios candidatos, los cuales no sólo encontraron el apoyo de la imagen presidencial sino que, de seguro, el aceite suficiente para direccionar sus maquinarias electorales gracias a las ventajas que les da el manejo burocrático en las diversas instancias del gobierno nacional y que, de ñapa, les proporciona plata para la compra y el trasteo de votos.

2. La conformación de los grupos de jurados para el proceso electoral y de escrutinios posteriores. No sólo cuestionable por que se presupone que muchos jurados eran de gran afinidad política en algunas regiones, sino porque en muchos casos no fueron lo suficientemente claros con los conteos y actas de escrutinio. Los mismos testigos electorales de cada partido han declarado el celo y los extraños procedimientos de los jurados a la hora del conteo (no los dejaron acercar,  manteniéndolos a dos metros de distancia, cosa que les impedía verificar si los votos eran realmente nulos, o si realmente correspondían para el partido y el candidato o candidata anunciado). Igualmente en Bogotá, algunos testigos han informado de presencia policiva y militar en algunas mesas, a la hora del escrutinio, limitando la acción de los testigos y manteniendo, con presencia intimidante, el margen de distancia impuesto por los jurados.    

3. La capacidad infame de algunos candidatos como Germán Vargas Lleras, y Rito Alejo del Río (que para la salud mortal del país, afortunadamente se quemó), de lanzar anatemas y señalar impunemente a los candidatos de oposición de guerrilleros y delincuentes. Germán Vargas Lleras, por un lado, no escatimó esfuerzos en ordenar, en una plaza de mercado, bajar los afiches de Gloria Cuartas, señalándola de guerrillera, manteniendo una acusación que ya había lanzado en algunos espacios académicos. De otro lado, tengo entendido que, el grupo de apoyo del general (r) Rito Alejo del Río (bastante cuestionado a nivel internacional por violación a los Derechos Humanos), lanzó públicamente una campaña de desprestigio político para algunos de los  opositores del actual gobierno. Así, a través de un video, el candidato presidencial Álvaro Leiva y la candidata al Senado Gloria Cuartas, entre otros, son relacionados directamente con la guerrilla con sendos montajes audiovisuales.

4. En Bogotá, como en otras regiones del país, la policía mantuvo una actitud aprobatoria para con los voceros y militantes de los partidos uribistas a quienes permitió hacer proselitismo hasta más allá de los límites de restricción legal, según lo dispone la ley (aún en las filas del interior de Corferias, los testigos hablan de personas induciendo a las personas a votar por tal o cual candidato o candidata); mientras que para los militantes del Polo Democrático Alternativo, se sostuvo actitud vigilante y restrictiva.

5. La intromisión de electores uribistas en la consulta popular del partido liberal, y el favoritismo de los jurados que en algunos casos ofrecían el tarjetón de la consulta liberal y negaban a los polistas el tarjetón de consulta del Polo.

6. Aún no se aclara la detención de algunas personas por compra de votos, a favor del uribismo, en algunas zonas como Ciudad Bolívar en Bogotá. Tampoco se tomaron medidas de restricción a formas directas de compra de votos como lo son el ofrecimiento de tejas, cemento, transporte gratis –con comida y mercados incluido- hasta los puestos electorales, en los que incurrieron algunos partidos afectos al uribismo.

7. El mal llamado "reconteo", o proceso de escrutinios post-electoral, llevado a cabo en las comisiones escrutadoras en diferentes registradurías del país,  presenta grandes desventajas a los testigos delegados por los diferentes partidos o movimientos. De un lado, son virtuales, no es un reconteo físico, son actas leídas por los jueces, registradores y procuradores delegados, según los resultados reportados por los jueces de mesa el día domingo al término de la jornada electoral. Como si fuera poco, muchas de las reclamaciones de los testigos son desoídas, se alegan pocos elementos de mérito para dichas reclamaciones o se amparan en un artículo de ley que plantea que si las irregularidades presentadas en el reconteo no suman el 10%, no hay lugar a objeciones. Mis abuelos decían que de grano en grano la gallina llena el buche. De voto en voto, también se puede recuperar una curul perdida. Habrá entonces que reformar la ley, porque el 10% para un candidato de maquinarías puede no ser muy relevante, pero para candidatos de oposición y de opinión es alto, pues un solo voto que le falte en una mesa de 100 sufragantes, sumado a otros tantos en otras mesas, puede representar su ingreso al Congreso. Todo lo anterior sin hablar de las irregularidades que, al parecer, se presenta en torno a los votos declarados como nulos y que habrá que definir a partir del proceso de escrutinios post electorales. Y dejó por aquí para no alargar más el cuento.

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